Franz Ferdinand, apuesta segura
El 101 Sun Festival abre con los escoceses, que estuvieron el jueves en el BBK Live
El 101 Sun Festival no termin¨® de empezar hasta bien entrada la tarde. Las 11.000 personas que la organizaci¨®n esperaba ver pasar el viernes por el Estadio de Atletismo de M¨¢laga se hicieron las remolonas. Que si playa, que si chiringuito, que si buen tiempo (una vez disipada la bruma que no dej¨® ver el horizonte durante buena parte del d¨ªa). La ciudad del microclima tropical entretuvo a los espectadores, que apenas eran varios cientos en torno a las siete de la tarde. Ya estaba entonces en escena el cuarto grupo en la primera jornada de un fin de semana que, desde su primera edici¨®n, aspira a convertirse en la referencia del pop y el rock en el sur.
Poco importaba el retraso, de todas formas, porque el concierto m¨¢s esperado, los reyes de la cita incluso antes de pasar por el escenario, no llegar¨ªan hasta la medianoche: Franz Ferdinand, ese cabeza de cartel que nunca falla y que ha pasado puntualmente por los festivales m¨¢s relevantes del panorama espa?ol.
El festival se estren¨® a las cinco y media de la tarde con un modelo de escenarios enfrentados, lo que permit¨ªa ver a todos los grupos del cartel sin tener que esperar entre conciertos. La cancelaci¨®n de The Struts por enfermedad del vocalista retras¨® hasta 40 minutos la actuaci¨®n de Polock, que tomaba el relevo despu¨¦s de Noise Nebula, los malague?os La cena y un DJ set de Ni?os Mutantes. Tras ellos, Tri¨¢ngulo de amor bizarro fue, adem¨¢s de la ¨²nica digresi¨®n evidente del pop, un extra?o par¨¦ntesis entre Polock y las melod¨ªas de L.A. Los gallegos eran los ¨²nicos que pod¨ªan callar al p¨²blico con la voz de Isabel Cea (los perturbadores versos de Un rayo de sol, Vamos a pudrirnos en la misma fosa com¨²n, resonaron limp¨ªsimos en el estadio) para, dos segundos despu¨¦s, romper en ruido de guitarras hasta provocar un pogo en las primeras filas.
Cambiando de tercio (y preparando quiz¨¢s el terreno para Lori Meyers, otra de las atracciones de la primera noche de festival), los L.A. sub¨ªan al escenario: tatuajes, camisa hawaiana y un cierto aire californiano acorde con su nombre. Al final de su tramo del concierto, la mitad de los asistentes estaba m¨¢s pendiente de la inminente llegada de los Lori que del cuidado espect¨¢culo que se esforzaba por ofrecer la banda.
Segundo grupo m¨¢s esperado de la noche tras Franz Ferdinand, los granadinos fueron quienes, ya al atardecer, llenaron completamente el estadio. El grupo no se anduvo con chiquitas y sac¨® el arsenal desde el principio, colocando Luci¨¦rnagas y mariposas como ariete del resto del show, que discurrir¨ªa luego por los temas de su ¨²ltimo disco, Impronta (2013). El vocalista Antonio L¨®pez, Noni, hizo el amago de cerrar con Alta fidelidad, que se acab¨® transform¨¢ndose en Mi realidad con la consiguiente locura colectiva.
Para cuando llegaron Spector, que hicieron las veces de teloneros del plato fuerte de la noche, pocos se atrev¨ªan a arriesgar el espacio ganado a golpe de codazo para ver a Franz Ferdinand. Los londinenses son una de las apuestas del festival por grupos que est¨¢n sonando fuerte fuera de Espa?a: elegidos por la BBC como uno de los mejores grupos del Reino Unido en 2012, pasar¨¢n por Par¨ªs y Amsterdam el pr¨®ximo oto?o. Alternaron baladas de graves profundos con canciones pegadizas que suenan a bombazo comercial, a banda sonora de anuncio de cerveza. El vocalista Fred MacPherson (voz llena y estilismo ¨Cchinos claros, mocasines, calcetines blancos, media melena¨C que confirma que han vuelto los noventa) dijo, hacia el final, tratando de ganarse a un p¨²blico impaciente: ¡°Bilbao, Benic¨¤ssim... Bah¡±. Funcion¨®.
Pero Franz Ferdinand no tienen que elegir. Ya han pasado por el FIB en varias ocasiones (2004, 2006, 2009...) y el mismo jueves tocaron en el BBK Live. Aunque el viernes en M¨¢laga, desde luego, no lo parec¨ªa. Alex Kapranos y compa?¨ªa lanzaron su rock elegante y bailongo como si llevaran d¨ªas de vacaciones, confirmando una vez m¨¢s que son una apuesta segura a la hora de llevar el peso de un festival. Con esta elecci¨®n para la primera edici¨®n del festival, la organizaci¨®n parece querer enmarcarse en las grandes citas del verano ¨Cadem¨¢s de beneficiarse, por supuesto, de la capacidad de convocatoria del grupo.
En los primeros 20 minutos de concierto, los de Glasgow dispararon No you girls, Right thoughts, right words, right action (del ¨²ltimo disco de la banda, del mismo nombre) y Do you want to, una canci¨®n que parece no envejecer aunque tiene ya casi una d¨¦cada. Walk away, Take me out y Ulysses, soltadas con c¨¢lculo entre algunos temas m¨¢s recientes (Love illumination o Fresh strawberries), hicieron saltar al p¨²blico tanto como se esperaba. A la hora de concierto hicieron un amago de desaparecer, tras un impresionante solo de bater¨ªa a ocho manos. Pero, cuando parec¨ªa que los t¨¦cnicos comenzaban a desmontar el chiringuito para dar paso al siguiente concierto, volvieron. Parec¨ªa que el bis se iba a limitar a Goodbye lovers & friends, perfecta para una despedida, pero consiguieron tomar el escenario durante media hora m¨¢s.
Le tocaba a la banda madrile?a Havalina el caramelo envenenado de cerrar el paso de Franz Ferdinand. Sacaron garra, pero era dif¨ªcil superar a los escoceses. El grupo franc¨¦s Rin??¨¦r?se era el encargado de echar el cierre. Electr¨®nica y rock para los valientes: el s¨¢bado el Sun Festival retoma sus 36 horas de m¨²sica desde el mediod¨ªa en una segunda jornada con Amaral, B.R.M.C. y Crystal Fighters como protagonistas. Los festivaleros se ir¨ªan a la cama so?ando con la buena fama que precede a los ¨²ltimos en directo.
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