¡°Obviamente la SGAE ha hecho cosas mal y de eso hay que aprender¡±
El presidente de la entidad, Jos¨¦ Luis Acosta, explica el camino hacia las elecciones anticipadas de febrero y reivindica los aspectos positivos del organismo
Jos¨¦ Luis Acosta es el tercer presidente de la Sociedad General de Autores (SGAE) en tres a?os. Tras la detenci¨®n de Eduardo Teddy Bautista en 2011 por un supuesto desv¨ªo de fondos y el cese de Anton Reixa, las riendas de la entidad de gesti¨®n m¨¢s criticada de Espa?a acabaron en sus manos. Pero, con menos de un a?o en el cargo, su mandato ya tiene fecha de caducidad: 26 de febrero, d¨ªa en que la SGAE celebrar¨¢ unas elecciones anticipadas. ?l mismo las convoc¨®, tras ver hace tres semanas c¨®mo la Asamblea General de la entidad rechazaba las cuentas de 2013 ¨Ccon p¨¦rdidas por cinco millones- y atacaba a la junta que dirige. A¨²n as¨ª, Acosta rechaza dimitir y no aclara si volver¨¢ a presentarse. Lo que le importa, asegura por tel¨¦fono, es la imagen de la SGAE. Una misi¨®n complicada, y lastrada por peleas internas, las dificultades en la venta de los teatros que la entidad adquiri¨® en ¨¦poca de vacas gordas o el esc¨¢ndalo de las recaudaciones millonarias por las canciones en los programas televisivos de madrugada, entre otras muchas pol¨¦micas.
Pregunta. ?Por qu¨¦ la SGAE votar¨¢ el 26 de febrero y no antes?
Respuesta. La junta tiene que velar por varias cosas. Primero, por la Asamblea, que ha decidido que la gesti¨®n actual no ha sido satisfactoria. Despu¨¦s vienen varios aspectos importantes: por un lado est¨¢ la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que seguramente siga coleteando hasta noviembre, y donde nos jugamos el futuro. Y es conveniente tambi¨¦n que la pr¨®xima junta se encuentre con unas cuentas aprobadas, si es posible [hay una Asamblea extraordinaria convocada para el 26 de enero].
P. ?Va a optar a la presidencia?
R. No es mi prioridad. Lo que tengo que hacer es que esta casa vaya de la manera m¨¢s eficaz posible hacia esas elecciones.
P. Aunque no sea una prioridad, lo habr¨¢ decidido.
R. No he decidido todav¨ªa nada. Parte de mi mayor energ¨ªa se ha empleado en llevar estas ¨²ltimas semanas de la manera m¨¢s conveniente para la casa.
P. ?Y, tras el rechazo de la Asamblea a su gesti¨®n, no se ha planteado dimitir?
R. No aportar¨ªa nada. Cuando se dan las fechas de las elecciones una legislatura ya est¨¢ marcada. No hay que complicar m¨¢s all¨¢ de lo que ya est¨¦ complicado de por s¨ª el panorama.
P. Hay socios que dicen que usted y los miembros de la junta no se van por las dietas, que en algunos casos superan los 60.000 euros.
R. Trabajo 16 horas al d¨ªa en esta casa. Le aseguro que me gano el sueldo y que a veces uno se plantea si merece la pena seguir por el desgaste psicol¨®gico y f¨ªsico. Creo que la junta hace su trabajo y mayoritariamente lo hace bien.
P. ?Es cierto que su sueldo es de 200.000 euros? ?No le parece exagerado visto el contexto de Espa?a y de la SGAE?
R. Primero, no es esa la cifra y no voy a comentar nada sobre ella. Y, sobre todo, ese sueldo no me lo he puesto. Propuse uno mucho menor y la junta me puso ese.
P. Por tanto, s¨ª es esa la cifra.
R. No voy a comentar m¨¢s sobre lo que gano.
P. ?Por qu¨¦ la junta de ayer rechaz¨® vender dos teatros de la SGAE en la Gran V¨ªa madrile?a?
R. No es que se haya rechazado. Ahora que se han convocado elecciones, muchos consejeros ten¨ªan sus dudas de que en su fase transitoria la junta pudiera tomar una decisi¨®n de este calado.
P. ?Es cierto que la votaci¨®n acab¨® en empate y fue decisivo su voto en contra?
R. S¨ª, el voto del presidente ha sido necesario.
P. Siempre que publicamos un art¨ªculo sobre la SGAE se llena de comentarios de lectores llam¨¢ndoles ¡°chorizos¡±. ?A qu¨¦ cree que se debe?
R. Porque entre otras cosas la prensa solo saca noticias malas. Podemos hablar de muchas cosas buenas, de las becas o del apoyo a los autores. Eso sale poco. Se pueden haber hecho cosas mal, nadie lo niega: hay que ser muy autocr¨ªtico siempre. Pero se han hecho cosas muy buenas en la SGAE. Es verdad que tenemos esa inestabilidad que parece que est¨¢ en la gen¨¦tica de esta casa. Ojal¨¢ las elecciones estabilicen a la entidad durante a?os y se pueda dedicar a lo que se tiene que dedicar, que es a gestionar los derechos de los autores.
P. ?De verdad cree que la mala prensa ha influido m¨¢s que lo hecho por la propia SGAE?
R. No hablo de prensa mala o buena. Obviamente, la SGAE ha hecho cosas mal y hay que aprender de eso. Pero esta casa tiene un valor que la prensa no ve. Hablamos de m¨¢s de 100.000 familias que dependen de que se paguen derechos reconocidos internacionalmente. Y de la SGAE depende de que un m¨²sico, que es igual que usted o yo, con su hipoteca y sus problemas, gane dinero por su trabajo. A veces esto que parece tan f¨¢cil no se entiende. A veces el derecho de autor en Espa?a se cuestiona desde una ¨®ptica que me escandaliza.
P. ?Qu¨¦ ha hecho mal la SGAE?
R. Ha de mejorar en contar lo positivo, comunicarse mejor con los socios, mostrar esa parte humana de los autores y no de lobby que no hemos sabido transmitir a la sociedad.
P. ?Los millones que unos pocos m¨²sicos recaudan por las canciones de los programas televisivos de madrugada son otra cosa mala?
R. Es un tema delicado. Desde luego no estoy de acuerdo con cualquier tipo de uso irregular de negocios en esa banda. Hay que corregir algunas cosas, pero desde el consenso. Creo que hay un retorno de las televisiones que debe ser menor del que hay ahora mismo. Pero hay much¨ªsimos autores que viven de eso, dignamente y hay que respetarlo.
P. Se ha comparado a la SGAE con una reuni¨®n de vecinos o con la serie de intrigas pol¨ªticas House of cards. ?Usted c¨®mo la definir¨ªa?
R. [Se r¨ªe]. Es una casa que tiene mucho futuro por delante, 115 a?os de historia y miles de socios. Eso le da un valor y un combustible que tienen pocas sociedades en este pa¨ªs.
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