Creciendo
El autor de 'Lo mejor que le puede pasar a un cruas¨¢n' regresa con seud¨®nimo y una novela diferente sobre iniciaci¨®n a la edad adulta

Pablo Tusset, el escritor que David Cameo ha decidido dejar en el maletero del coche, cometi¨® un gran delito. El del escritor desconocido al que no se le espera y llega y revienta la banca. Fue con Lo mejor que le puede pasar a un cruas¨¢n en 2001. Adem¨¢s, para incrementar su maldad, el libro vendi¨® mucho. Y para mayor felon¨ªa, lo hizo con una farsa que buscaba simple y llanamente divertir al p¨²blico mayoritario. Hubo hasta adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica. Todo fueron parabienes y dientes blancos. Fue invitado a la fiesta y aquella noche la fiesta fue esplendorosa. En sus siguientes entregas (En el nombre del cerdo, Sakamura, Corrales y los muertos rientes y Oxford 7) Tusset no es que lo hiciera mejor o peor, pero cuando acud¨ªa a la fiesta Alfred se disculpaba diciendo que ni Bruce Wayne ni Batman se encontraban en la casa. En el mundo de la m¨²sica esto tiene un nombre: one hit wonder. Bandas que arrasan con un tema, pero sin soluci¨®n de continuidad. Pero aqu¨ª tenemos a un tipo listo. Pablo: al maletero. Cameo, calienta que sales.
El seud¨®nimo, en este caso, no solo conlleva que se genere una noticia. Tambi¨¦n es la excusa para profundizar en otro tono en la forma de escribir de Tusset/Cameo (Barcelona, 1965). Por ejemplo. Limitar lo que era desesperante para muchos de los lectores de Tusset: que fuera tan ocurrente. ?ste, due?o de un r¨¢pido sensor para la broma y el juego de palabras, trufaba a veces su texto con ¨¦stas. Tusset parec¨ªa no poder contenerse. No sab¨ªa renunciar a seis r¨¦plicas brillantes para que las dos que quedaran dieran en la diana. En esta novela, Cameo controla a la bestia y Franz y Greta lo agradece.
Cameo nos sube a su tren de la bruja y empieza la funci¨®n. Por fortuna sabe escribir y manejarse en el terreno viscoso de lo simb¨®lico y el mundo de nuestra infancia. Tiene talento para meterse en la cabeza de los personajes y hacerles hablar aun cuando haya peligro en ello (ni?os, adultos, simples m¨¢scaras). El tren de la bruja al principio titubea entre lo mejor (recordarte a Los diarios clandestinos de Blancanieves, de Jes¨²s del Campo) y lo peor (un mal cap¨ªtulo de la serie Once upon a time), pero, desde el principio, el texto es imaginativo y nada esquem¨¢tico. Franz y su hermana peque?a Greta se han perdido en un centro comercial. Los pierde ?rsula, la nueva novia de su potentado padre, una inusual madrastra. Cada uno de ellos son hijos de distinta madre. Franz intenta controlar la situaci¨®n. Est¨¢ dejando de ser ni?o y acepta su responsabilidad. Pero debajo del centro comercial, los hermanos Grimm han puesto un parque de atracciones con departamento de ni?os perdidos, cementerio, cocina, faunos y territorios asombrosos. Entramos de lleno en la dimensi¨®n fant¨¢stica de los cuentos de cr¨ªo que Cameo baraja, sirve y envida con solvencia. Franz es un buen gu¨ªa. Nunca pierde el sentido com¨²n y, lo que es mejor, es parte de la propia narraci¨®n. Todo lo que le acontece aunque bebe de lo popular no suena en exceso a lugar com¨²n. Reconoces cuentos de Oscar Wilde, Alicia, Peter Pan, el Reino de Oz, pero tambi¨¦n la mitolog¨ªa pagana (or¨¢culos, faunos¡) y cinematogr¨¢fica (Sarah Connor).
El autor nos sube a su tren de la
Franz y Greta no son solo unos excelentes fuegos artificiales o un edificio de caramelo y colorines result¨®n. Es mucho m¨¢s, porque su autor ha construido dos o tres niveles en el s¨®tano. La novela es un regreso a casa al tiempo, que un relato de iniciaci¨®n a la edad adulta como lo son la mayor¨ªa de cuentos cl¨¢sicos. Pero no solo eso. Aqu¨ª hay una madre suicida. Aqu¨ª hay un querer mal o lejos o no saber quererse. Aqu¨ª hay la b¨²squeda de las ilusiones perdidas y una reflexi¨®n m¨¢s profunda de lo que estamos acostumbrados sobre el hecho de escribir, de tratar de hacerse visible para que te comprendan y quieran, de vampirizar e inventar el pasado para hacer asumible presente y futuro. ?ste es un libro inteligente e imaginativo, valiente y con un autor que aunque nos lo d¨¦ en un envoltorio de papel de regalo sencillo, es de fuste. Como aspectos negativos, el libro adolece de un buen tijeretazo en partes que sufren elefantiasis (la parte del videojuego cruje y la de la corte real o los comediantes desespera) y en ocasiones le falta ritmo. Pero cuando acabas el viaje sientes que el precio de la ficha ha valido la pena.
Franz y Greta. David Cameo. Destino. Barcelona, 2014. 284 p¨¢ginas. 18 euros. (Electr¨®nico: 12,34 euros)
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