Flamenco a ritmo de Lorca y Falla

El cante jondo si no se dignifica desaparece. Tal fue la preocupaci¨®n de los intelectuales que el 13 de junio de 1922 celebraron el Primer Concurso de Cante Jondo en Granada. Entre ellos Manuel de Falla y un joven Federico Garc¨ªa Lorca (23 a?os). Noventa y dos a?os despu¨¦s Rafaela Carrasco, directora del Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa, recuerda ese encuentro y homenajea a trav¨¦s de su coreograf¨ªa En la memoria del cante: 1922 a los intelectuales que lo iniciaron y a los artistas que all¨ª participaron. La obra se presenta durante 30 noches en el ciclo Lorca y Granada en los Jard¨ªnes del Generalife que este a?o cumple su d¨¦cima tercera edici¨®n.

Un camino de cipreses es el trayecto a atravesar para llegar al teatro. La obra empieza con el zapateado claro, intenso del cuerpo de baile que se va adue?ando del escenario con fuerza. Una voz en off nos transporta al pasado. ¡°Si la continuidad de los cantaores se interrumpe, se interrumpir¨¢ para siempre el cante. En este sentido han de ir encaminados nuestros esfuerzos; al pueblo nos hemos de dirigir y por el pueblo lo hacemos todo. Y cuando se nos opongan personas de roma sensibilidad que no vean en este acto m¨¢s que la realizaci¨®n de una fant¨¢stica juerga pondremos todo nuestro inter¨¦s en convertirlas o convencerlas¡±. As¨ª invocaba el Manifiesto del 22 al p¨²blico a reivindicar el cante.

El decorado que quiere recrear el ambiente del concurso de 1922 es sencillo. Sobre las tablas hay unas tarimas que semejan un antiguo escenario de festival y una construcci¨®n peque?a que simula un balc¨®n. Estos elementos son ubicados de manera diferente para cada escena, ocho en total. Cada escena es un n¨²mero de danza diferente, un palo flamenco, que recuerda a un personaje espec¨ªfico, pilares del cante que han pasado a la historia: La ni?a de los peines (saeta), Antonio Chac¨®n (grana¨ªna), El Tenazas de Mor¨®n (sole¨¢), Manuel Torres (seguiriya), Manolo Caracol (ton¨¢), Ram¨®n Montoya (ronde?a), La Gazpacha (la zambra) y La Macarrona (canti?a). Esta ¨²ltima es danzada por la misma Carrasco quien se?ala que estos cantaores, aunque interpretaban muchos estilos, han quedado en el recuerdo por su ejecuci¨®n de un palo en concreto.

La voz de Jos¨¦ Enrique Morente tiene una tesitura especial para los poemas de Lorca Mariano S¨¢nchez, Coordinador de 'Lorca y Granada en los Jardines del Generalife'

No hay un gui¨®n que hile las piezas en una l¨ªnea narrativa. Cada n¨²mero de m¨²sica y danza recrea c¨®mo fue la presentaci¨®n de esos personajes en 1922. ¡°Rescato a estas figuras como si fuera una enso?aci¨®n m¨ªa. Mi coreograf¨ªa es muy actual. No me es posible entender el flamenco como se entend¨ªa en esos momentos porque las necesidades y la manera de vida de ahora son distintas¡±, sostiene la directora del Ballet, y a?ade que lo m¨¢s dif¨ªcil fue encontrar un equilibrio justo entre lo tradicional y lo actual, sobre todo con 92 a?os de distancia.

La core¨®grafa explica que cada palo flamenco tiene en s¨ª una estructura espec¨ªfica y por ende una dramaturgia particular. Carrasco respet¨® alguno de los n¨²meros tradicionales sin hacerles ninguna modificaci¨®n. Otros son una propuesta coreogr¨¢fica propia.

El espect¨¢culo que ofrece el Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa ya se hab¨ªa estrenado en C¨®rdoba en enero de este a?o. Carrasco tuvo que hacer algunos cambios en la obra para la presentaci¨®n en el Generalife. Al cuerpo de baile se unieron tres bailarines m¨¢s. Jos¨¦ Enrique Morente, hijo de la leyenda del flamenco Enrique Morente, se uni¨® al grupo de artistas, y la escenograf¨ªa se adapt¨® para un espacio abierto. Algunos temas se ampliaron. Los poemas que antes narraba una voz en off, ahora los canta Morente.

¡°Cirio, candil, farol y luci¨¦rnaga. La constelaci¨®n de la saeta¡±, es un extracto que el joven artista canta, una saeta del Poema del Cante Jondo de Lorca.

El espect¨¢culo quiere plasmar el cante de la ¨¦poca Jos¨¦ Enrique Morente

Mariano S¨¢nchez, coordinador del proyecto de Lorca y Granada en los Jard¨ªnes del Generalife, apunta que la voz de Morente, aunque no muy flamenca tiene, ¡°una tesitura especial para los textos de Lorca y con un punto contempor¨¢neo excepcional¡±. Morente mismo dice que para ¨¦l en el espect¨¢culo se trata de ¡°plasmar el cante de la ¨¦poca¡±.

El dise?o de luces y escenograf¨ªa de Gloria Montesinos utiliza im¨¢genes abstractas que se proyectan sobre gasas a lado y lado del escenario y sobre un ciclorama enorme que no llega hasta el piso sino que queda suspendido a media altura. Las proyecciones no se imponen sino que acompa?an ambientes y armonizan con los colores del vestuario, diferente para cada pieza.

El espect¨¢culo destaca por su ejecuci¨®n y precisi¨®n t¨¦cnica tanto en la danza, como en la m¨²sica, en los elementos esc¨¦nicos que, aunque reducidos, son exactos para evocar una atm¨®sfera.

La premiere de este ciclo cont¨® con la presencia ¨²nica de Curro Albaic¨ªn para el n¨²mero de la zambra. Albaic¨ªn estuvo presente en los ensayos de esta pieza y Carrasco lo convoc¨® como invitado especial para abrir la temporada en el Generalife.

Rafaela Carrasco cierra la funci¨®n con una danza llena de fuerza, gestos precisos y momentos de respiro, detalles sutiles cargados de expresi¨®n y sin embargo su rostro no gesticula. Es la destreza e intensidad de su baile el que transciende.

De un momento a otro hay o¨ªdos de truenos, rayos. La fiesta acaba sobre la escena al sonido de una lluvia pr¨®xima. El cielo sobre el Generalife sigue despejado y ba?ado de estrellas. Es en el escenario donde la fiesta acaba. Los bailaores recogen y se van. Una transici¨®n sutil que se desenvuelve en oscuridad. La luz se abre nuevamente para el aplauso final que suena tambi¨¦n a lluvia, a aguacero de aplausos de los 1.600 asistentes. Hasta el final de la temporada se esperan 30.000 visitantes.