Dal¨ª hecho m¨²sica y baile
Aleix Mart¨ªnez presenta 'Le surrealisme c'est moi', un espect¨¢culo basado en el pintor
En Dal¨ª es casi imposible separar la persona del personaje que ¨¦l mismo y su esposa Gala se inventaron. Al final el personaje aplast¨® y devor¨® a la persona. Dal¨ª quiz¨¢ fue un mentiroso compulsivo, pero, probablemente, tambi¨¦n es cierto que incluso cuando ment¨ªa estaba diciendo la verdad, una verdad ¨ªntima, ¨²ltima, secreta, que escapaba por las rendijas de ese personaje a veces transgresor, a veces simplemente provocador, a veces, tambi¨¦n, pat¨¦tico fantoche.
Sobre Dal¨ª persona y personaje, sus verdades y mentiras, sobre la tempestuosa relaci¨®n con Gala, sobre la relaci¨®n de dependencia con su madre, sobre la relaci¨®n afectiva nunca plenamente asumida con Federico Garc¨ªa Lorca versa el potente espect¨¢culo Le surrealisme c¡¯est moi que Aleix Mart¨ªnez, bailar¨ªn y core¨®grafo, present¨® el s¨¢bado y el domingo en el Festival de Sant Pere de Rodes (Girona).
Aleix Mart¨ªnez (Barcelona, 1992) actualmente solista del Ballet de Hamburgo dio cuerpo al personaje central del pintor. Mart¨ªnez, que tiene temple y magnetismo de solista pues transmite intensamente, con fuerza, estuvo acompa?ado a gran nivel en el escenario por Sasha Riva (Lorca y cisne), Yaiza Coll (Gala), Eva Basulto (La madre y Creaci¨®n) y Marc Jubete (Un militar y La Creaci¨®n), artistas miembros tambi¨¦n, en su mayor¨ªa, del Ballet de Hamburgo.
Estructurada en tres partes, la obra parte de la pregunta: ?Qui¨¦n era Dal¨ª? y la intenta responder sin pretender en ning¨²n momento convertirse en una biograf¨ªa del artista. La obra no sigue un hilo de progresi¨®n temporal, su viaje fundamental es el que va de lo concreto, presente o recordado, a lo abstracto. De Gala, Lorca, Nueva York o Port Lligat y de la recreaci¨®n de escenas m¨¢s o menos concretas, a im¨¢genes on¨ªricas que se vinculan a su universo creativo con la aparici¨®n en escena de elementos fundamentales de la iconograf¨ªa daliniana como los personajes apoyados en muletas, la presencia aterradora de la langosta o los gigantescos y c¨¦lebres huevos que se pod¨ªan ver en los jardines de su casa en Port Lligat.
En la primera y tercera partes el d¨²o de piano a cuatro manos formado por Carles Lama y Sof¨ªa Cabruja interpret¨® con precisi¨®n e intensidad obras de Debussy (Preludio a la siesta de un fauno) y Ravel (La valse) y, en la parte final, obras de Wagner, el compositor favorito de Dal¨ª (Obertura y Canci¨®n de la estrella de Tannhauser y la Muerte de amor de Tristan und Isolde). En la parte central el arpista Jos¨¦ Antonio Domen¨¦ interpret¨® obras de alta exigencia de Britten (Nocturno de la suite para arpa), Fuentes (Sombras espesas), Montsalvatge (Variaciones sobre un tema an¨®nimo) y Quetgl¨¤s (Chaconne).
El espect¨¢culo incorporaba tambi¨¦n textos, recitados por Eloi G¨®mez, de Lorca (Oda a Salvador Dal¨ª) y J. V. Foix (?s quan dormo que hi veig clar). Estos textos fueron lo que menos funcion¨® pues, esc¨¦nicamente, quedaban ajenos al asunto y de alg¨²n modo romp¨ªan el ritmo de un espect¨¢culo muy completo, bello, coherente y bien trabado.
Tras Le surrealisme c¡¯est moi el Festival de Sant Pere de Rodes volver¨¢ a centrarse en su ¨¢mbito tradicional, el piano y la m¨²sica de c¨¢mara, y hasta el 30 de agosto, ofrecer¨¢ a¨²n ocho conciertos en el imponente monasterio que domina uno de los paisajes m¨¢s bellos del Mediterr¨¢neo.
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