¡°Nunca pens¨¦ que no volver¨ªa a cantar. Cuando lo crea, me plantar¨¦¡±
La cantante Luz Casal, de gira por su disco 'Almas gemelas', habla de su vida y del escenario
En plena madurez serena y sutil, rockera en las arenas movedizas de un g¨¦nero preponderantemente macho, ecl¨¦cticamente segura de s¨ª misma pero amante de la incertidumbre, renacida y revivida, amante de Edith Piaf, Janis Joplin y Maria Callas, Luz Casal renueva estos d¨ªas una alianza con otros cl¨¢sicos, Los Secretos, con quienes se presentar¨¢ en concierto en Las Ventas el 18 de septiembre. Observadora, sensible, despistada para fijarse a fondo en lo que verdaderamente importa, nos habla de las ra¨ªces y de todas sus voces.
Pregunta. Usted que ahora organiza un festival en el pueblo gallego donde naci¨® ?considera importante sentirse de alg¨²n sitio?
Respuesta. Para m¨ª, que conozco mi origen, s¨ª... Pero para alguien que ha nacido en Nueva York y tiene un t¨ªo turco, otro ruso, un padre jud¨ªo y una madre griega pero a la vez italiana, no s¨¦, te debe dar igual. Yo nac¨ª en Galicia [Boimorto, A Coru?a, 1958] y viv¨ª s¨®lo seis meses all¨ª, despu¨¦s nos fuimos a Asturias y aunque dicen que son lo mismo, no es as¨ª. Asturias es el para¨ªso, all¨ª hice mi primera actuaci¨®n, tengo mis amigos, fui al colegio, vive mi madre, aunque como estoy muy liada voy poco a verla, pero me da mucha satisfacci¨®n.
P. ?Estar liada o ir a ver a su madre?
DNI Urgente
Luz Casal, cantante de voz profunda, luchadora incansable. Nacida en la localidad coru?esa de Boimorto (1958). Est¨¢ de gira para presentar su nuevo disco, 'Almas gemelas'.
R. Ambas cosas. Ir, estar en mi pueblo de piedras blancas y que la gente me diga adi¨®s como a una vecina o comerme una cosa que se llama cachopo, como el otro d¨ªa, al lado de Cudillero y te digan que aproveche.
P. Eso es rock and roll y lo dem¨¢s tonter¨ªas. Porque el rock and roll, ?qu¨¦ es si no?
R. Para m¨ª es la rabia, sentir que esto no va bien y hay que cambiarlo sin que tengas que llenarte el cuerpo de tatuajes o llenarte de la cosa esa machota.
P. Tiene un rollo, efectivamente, de testosterona.
R. Yo, que no soy macho, obviamente, aspectos como esos no los comparto. Me gusta ponerme una falda y un sujetador que sea bonito, aunque tenga poca teta ya, me las han ido quitando.
P. Pero queda para lucir¡
R. Con dos cojones o dos tetas, el rock no es algo que tenga que ver con el g¨¦nero, sino con la actitud de permanecer alerta para mejorar. Yo comprendo que cuando tienes 50 millones¡ Bueno, eso es mucho, ?no?
P. Yo no los tengo.
R. Vamos a poner menos¡ Cuando tienes dinero, vaya, y sigues en carretera, por algo es. Aunque queda la cosa del aplauso. Sabe muy goloso.
Cuando te dedicas a esto eres un privilegiado, aunque no tengas ¨¦xito
P. M¨¢s cuando se conocen otros g¨¦neros, como es su caso. Usted estudi¨® bel canto. ?Fue una toma de postura?
R. Para quien le gusta la voz, s¨ª.
P. Aunque sea f¨ªsicamente, se da un aire usted a la Callas.
R. Bueno, no llego a su re bemol.
P. Ni tampoco a meterse la solitaria, imagino.
R. Noooo. Yo la ador¨¦. He vivido dos momentos de histerismo fan. Cuando vi una vez a Nureyev y en Par¨ªs, de pobre, un d¨ªa que me ech¨¦ a andar y al doblar una esquina vi a la Callas, vestida de Chanel, con un Yorkshire, y la segu¨ª emocionada, muerta de gusto...
P. Esas mujeres que me ha nombrado sufrieron lo suyo. ?Para cantar hay que saber llorar m¨¢s que re¨ªrse?
R. Algo hay que sufrir. La felicidad es m¨¢s breve y no debes desperdiciarla. Si uno se fija en los palos del flamenco, aparte de las alegr¨ªas o las buler¨ªas, el resto, ?qu¨¦ es? Sientes necesidad de expresarte cuando est¨¢s angustiada, cuando no te quieren¡
P. Y despu¨¦s de haber pensado que no volver¨ªa a cantar, ?lo hace mejor o distinto?
R. Nunca pens¨¦ que no volver¨ªa a hacerlo. El d¨ªa que lo crea me plantar¨¦.
P. ?Ni siquiera se lo plante¨® despu¨¦s de conocer su enfermedad?
R. Son episodios de la vida. Yo grab¨¦ dos discos en mis dos reca¨ªdas: Vida t¨®xica y La pasi¨®n. O sea, una cosa es que me costara subir tres escalones y otra que no pudiera cantar. Ten¨ªa la fuerza bien pillada. Lo que me refiero m¨¢s es al d¨ªa que yo diga: hasta aqu¨ª.
P. ?Qu¨¦ le ense?¨® caer enferma?
R. A ser m¨¢s solidaria y m¨¢s sensible respecto al pr¨®jimo. Pens¨¦ que lo era, pero no. Una cosa es como te ense?an en el colegio y otra entender que el tiempo es finito. Esa es una de las grandes lecciones.
P. La sensaci¨®n de ser inmortal, ?se la daba la m¨²sica o la juventud?
R. Cuando te dedicas a esto, sabes que eres privilegiado, incluso si no tienes ¨¦xito, porque experimentas sensaciones que no son tan plenas, sospecho, para otros. Vives como si te formaran dos partes. Una anal¨ªtica y otra que siente. Ambas se nutren pero de informaci¨®n que alguna de ellas no espera. Dos y dos a veces no son cuatro. Cada actuaci¨®n es un duelo distinto. Empiezas de nuevo. Cada concierto es un examen en que te aprietas el culillo a ver qu¨¦ va a pasar. Es a la vez maravilloso y desestabilizador.
Mi madre me ha marcado m¨¢s de lo que soy capaz de comprender
P. ?Le gusta sentirse insegura?
R. S¨ª, s¨ª.
P. ?Es masoca entonces?
R. No, porque eso implica sufrimiento f¨ªsico y por ah¨ª, no. Me gusta la incertidumbre con las sensaciones fuertes. Pensar qu¨¦ va a ocurrir en la siguiente canci¨®n en lugares que no te conocen tanto, en mitad de China, por ejemplo, ?hala¡! Es algo realmente raro. Y eso que yo empec¨¦ muy chica.
P. ?Cu¨¢ndo?
R. A ganar dinero, con ocho a?os.
P. ?Cu¨¢nto pagaron?
R. No s¨¦, el dinero a m¨ª¡ ?Qu¨¦ vale un peri¨®dico? No te s¨¦ decir¡ ?Una barra de pan? Tampoco, es que me da igual.
P. ?No se siente de este mundo?
R. S¨ª, a ver, hazme un examen pero no me preguntes qu¨¦ puede acabar con el problema de los pl¨¢sticos en el Pac¨ªfico.
P. ?Cu¨¢nto cuesta un kilo de cerezas?
R. Est¨¢n muy buenas este a?o, sobre todo las picotas. Yo me pongo a leer un libro y no soy capaz de recordar ni el t¨ªtulo, ni el autor. Ni soltarte una canci¨®n de un grupo que me guste a morir.
P. Entonces no es que chochee, es que siempre ha sido as¨ª.
R. Siempre, y a mi madre le pasa lo mismo. Igual que ella. Pero s¨ª estoy en el mundo, aunque no s¨¦ a cuanto cobran el litro de gasolina y eso que ayer llen¨¦ el dep¨®sito. Me qued¨® m¨¢s con una reflexi¨®n de un fil¨®sofo como Gustavo Bueno que con cualquier otro detalle concreto y sin tener tampoco la picard¨ªa de aprenderme las frases. A lo mejor deber¨ªa ser m¨¢s pillina, presumir con el envoltorio, pero como que no tengo ganas.
P. Pero s¨ª sabe cu¨¢nto vale su madre, que tanto nombra.
R. Mi madre es cojonuda, una t¨ªa peque?ita con car¨¢cter fuerte, que me adora, no porque sea hija ¨²nica, y me ha marcado mucho m¨¢s de lo que soy capaz de comprender.
P. ?Vivimos en un desguace?
R. Creo que no. Yo, como a los arquitectos, me gusta ver las cosas en construcci¨®n. Si lo que ocurre sirve para limpiarnos de codicia, deshacernos de lo acumulado que no nos sirve y los malos h¨¢bitos, entonces vale, pero m¨¢s no.
P. ?Y el futuro?
R. El futuro, como el presente, siempre lo veremos mal.
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