Colonos del espacio profundo
El juego 'No man's sky' plantea un desaf¨ªo revolucionario: viajar por un Universo inabarcable
El Universo es un n¨²mero de m¨®vil. El de Dave Realm, uno de los cuatro genios de Hello Games que est¨¢n creando No man's sky. "La verdad, ya pod¨ªa hab¨¦rsenos ocurrido algo que sonara m¨¢s guay. Pero hicimos la bromita y as¨ª qued¨®". El que lo explica es Sean Murray, el l¨ªder de estos so?adores; el creador de un sistema que les ha permitido generar un Universo de planetas tan basto que "si pasarais solo un minuto en cada planeta, nuestro Sol ya se habr¨ªa apagado". Es decir, que ni los 7.000 millones de habitantes que tiene este mundo dedic¨¢ndose las 24 horas del d¨ªa a este juego podr¨ªan acercarse? a descubrir este segundo cosmos creado por estos artistas.
Hab¨ªa un silencio el¨¦ctrico en la presentaci¨®n para la prensa de la Gamescom de Colonia, la feria europea del videojuego n¨²mero uno. Acostumbrados a los oradores ejemplares, maestros artesanos del vender con la palabra, escuchar y ver a Sean Murray era escuchar y ver al nerd m¨¢s protot¨ªpico. Se present¨® con una sonrisa nerviosa y estas palabras: "La verdad, os estoy odiando a todos, esto se me da fatal". Su voz sub¨ªa y bajaba, no miraba casi nunca al p¨²blico, su voz pasaba de la estridencia al susurro y sus brazos se mov¨ªan espasm¨®dicamente. Y sin embargo transmit¨ªa, tanto que la prensa se convirti¨® en p¨²blico, rompiendo el distanciamiento de la profesi¨®n y dedic¨¢ndole varias ovaciones. Porque Murray es un hombre fascinado con una idea que fascina: ¡°En el fondo es muy sencilla. Es la emoci¨®n de ser el primero en visitar un lugar¡±.
Planetas. Exactamente un zill¨®n, un uno con 19 ceros. Algo inabarcable, completamente imposible de explorar de punta a punta, como el Universo real en que se inspira. La magia la consigue un nuevo concepto que est¨¢ revolucionando el videojuego: lo procedural.? Es decir, aspectos del dise?o que cambian al azar. En No man's sky todo el juego est¨¢ dise?ado as¨ª. "A ver... Os voy a ense?ar un ciervo...", Murray le hace un gesto a Realm y este pincha en un archivo. En la pantalla aparece algo as¨ª como el modelo 3D de un cervatillo rojo, de aspecto fant¨¢stico y a la derecha una galer¨ªa de docenas de variaciones de esa criatura. "Nuestros artistas dise?an esto y luego el algoritmo lo convierte en criaturas completamente distintas". Lo son, muy coloristas y extra?as, porque Murray y su equipo quieren transmitir el colorido e imaginaci¨®n que inundaban las portadas de las novelas de ciencia ficci¨®n en los 60.
La historia del estudio que se enfrenta a esta tarea tit¨¢nica, en sus palabras: "el mayor videojuego jam¨¢s creado", refleja la tendencia de toda la industria. Murray y Realm ven¨ªan de los triple-A (superproducciones del medio), de quemarse las pesta?as en t¨ªtulos como Burnout. "Eran rascacielos, una enorme pila, monol¨ªtica, de hormig¨®n armado. Y no tengo nada en contra de los rascacielos, pero no es lo que quiero hacer", afirma Murray. Harto de cemento y cristal, Murray trat¨® de seducir a Realm para que se montaran su propia empresa. Le mand¨® un email lleno de im¨¢genes de peque?as casitas por todo el mundo que demostraban c¨®mo hacer de la arquitectura un arte ¨²nico y personal en cada obra. La respuesta de Realm, pies en la tierra: "Claro, Sean, pero todo esto son casitas y no van a dar de comer. Ense?ame un rascacielos que sea igual de personal y aceptar¨¦". No man's sky es, por supuesto, ese rascacielos. De hecho, su nombre inicial lo dejaba claro: "Project skyscraper (proyecto rascacielos)".
No se sabe cuando saldr¨¢ No man's sky. Tampoco c¨®mo ser¨¢ exactamente jugarlo. S¨ª, solo se podr¨¢ jugar en PlayStation 4. S¨ª, se podr¨¢ viajar por este a efectos pr¨¢cticos infinito Universo. S¨ª, habr¨¢ tambi¨¦n combates espaciales. S¨ª, uno podr¨¢ elegir su rol: sea este dedicarse a la pura exploraci¨®n o al pirateo espacial. Y s¨ª, el ser colono, el pisar por primera vez un planeta y descubrir c¨®mo funciona todo su ecosistema ser¨¢ el n¨²cleo de la experiencia. Pero la mayor¨ªa de los detalles est¨¢n por desvelar. Eso s¨ª, sus creadores son una especie de globo de orgullo y deseo de compartir su obra. Despu¨¦s de la conferencia, una pregunta a David Realm desata la confesi¨®n: "?Se puede esperar el jugador otras civilizaciones o ruinas de ellas en los planetas". Respuesta: "Ehhhhh.... s¨ª". Y una sonrisa.
Babelia
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