Cadencia radical y genuina de J¨²dice
Dos antolog¨ªas rescatan la obra del poeta portugu¨¦s y su constante b¨²squeda de significado
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Pocos escritores europeos como el portugu¨¦s Nuno J¨²dice han dedicado en las ¨²ltimas d¨¦cadas tantos textos a reflexionar sobre el sentido ¨²ltimo del poema y de las palabras con las que nombra el mundo. Las po¨¦ticas son, de hecho, uno de los territorios en los que asienta su morada l¨ªrica, que ha construido a lo largo de una treintena de t¨ªtulos, desde aquel La noci¨®n de poema (1972) hasta el reciente Navegaci¨®n sin rumbo (2013). Su poes¨ªa se adentra con frecuencia en la indagaci¨®n de ese misterio, con el tono sereno y reflexivo, meditativo y algo esc¨¦ptico que hace de ¨¦l una de las voces inconfundibles de la literatura portuguesa actual. La atribuci¨®n del Premio Reina Sof¨ªa (que con demasiada frecuencia ha olvidado a los autores de lengua portuguesa) al poeta, nacido en el Algarve en 1949, pone de nuevo de actualidad su obra entre los lectores espa?oles, gracias a la publicaci¨®n de dos antolog¨ªas: Devastaci¨®n de s¨ªlabas (en edici¨®n de Pedro Serra) y El orden de las cosas (de Juan Carlos Reche).
Libro a libro ha construido
M¨¢s all¨¢ de las l¨®gicas diferencias de criterio existentes entre ambas (Serra elabora una amplia antolog¨ªa personal de toda su producci¨®n, que colmata con una documentada introducci¨®n, mientras que Juan Carlos Reche se centra en los libros publicados desde el a?o 2000), la verdad es que constituyen p¨®rticos m¨¢s que adecuados para introducirnos en la poes¨ªa de J¨²dice, que permanece fiel a sus preocupaciones y nos hace palpitar al sospechar que la misma tierra a la que alude en su poema ¡®Est¨ªo¡¯, de Las reglas de la perspectiva, 2001 ("La poes¨ªa corrompe los dedos que escriben. Caen?/ de los brazos, como frutos podridos, e infectan la tierra?/ blanca del amanecer"), pueda convertirse en el suelo f¨¦rtil de ¡®Alegor¨ªa bot¨¢nica¡¯, de La materia del poema, 2008: "Hay elementos l¨®gicos en la composici¨®n del poema?/ que rompen el equilibrio cl¨¢sico. Entierro?/ en el suelo los versos m¨¢s largos, como estacas,?/ y los ato unos a otros con un hilo de?/ im¨¢genes que parece no acabar". Exactamente igual sucede con su poes¨ªa, que construye libro a libro una de las aventuras m¨¢s fascinantes de la literatura portuguesa del ¨²ltimo medio siglo, algo as¨ª como un poema ¨²nico e interminable, de una cadencia radicalmente genuina y personal, que va desgranando al o¨ªdo del lector, en voz baja, los misterios de la realidad y el af¨¢n de las palabras por alcanzar a desvelarla.
En pocos poetas, dec¨ªa al principio, encontramos esa insistencia en la indagaci¨®n del significado del poema, plasmado en ejemplos como El lugar de las cosas (¡°Me gustan las palabras exactas, las que aciertan?/ el centro de las cosas, y cuando las hallo?/ es como si las cosas salieran de su interior¡±), Respuesta con arte po¨¦tica (¡°Pregunto c¨®mo se escribe el poema. Y la ¨²nica respuesta posible?/ es escribir el poema¡±), Po¨¦tica con filtro natural, Axioma po¨¦tico o Una po¨¦tica en la buhardilla (¡°Es igual con el poema: lo hago con?/ palabras viejas, las que est¨¢n llenas de?/ moho, las que fueron relegadas a un rinc¨®n?/ del diccionario¡±). En ese territorio, ansioso de exactitud, encontramos una de las esencias posibles de la poes¨ªa de Nuno J¨²dice, puesto que su obra, especialmente desde libros fundamentales, como Meditaci¨®n sobre ruinas, de 1995, o El movimiento del mundo, de 1996, se hace marcadamente figurativa y dialoga abierta e ir¨®nicamente con los conceptos de realidad y realismo: ¡°Mi concepci¨®n del realismo en poes¨ªa?/ no me obliga a hablar de la realidad cuando?/ escribo el poema, ni a tener las manos sucias?/ del barro y el cieno de los que la vida est¨¢ hecha¡±.
Su obra se hace marcadamente figurativa y dialoga abierta e ir¨®nicamente con los conceptos de realidad y realismo
Esta b¨²squeda de la trascendencia a trav¨¦s de la realidad, pero siendo consciente de la terrible opacidad del poema, conduce al lector a trav¨¦s de una poes¨ªa que no renuncia nunca a otros de sus temas m¨¢s fieles, como el amor, la melancol¨ªa o una visi¨®n algo ir¨®nica de la historia y de la propia tradici¨®n cultural o literaria, haciendo desfilar por sus poemas, d¨¢ndose la mano, a Ovidio y Lenin, Monet y Goya, Pessoa y Persio o San Juan y John Donne. La de Nuno J¨²dice es, sin duda, una poes¨ªa de largo aliento, discursiva y rica en im¨¢genes y ecos musicales, que se adentra en la historia de la literatura portuguesa a trav¨¦s de una tradici¨®n plural y cosmopolita, hasta convertirse en una de sus voces imprescindibles e inagotables, que nunca rechaza el terreno en el que se genera el poema como materia misma de su esencia, cada vez m¨¢s n¨ªtida y clara. No en vano, su primer libro se titul¨® La noci¨®n de poema y uno de sus t¨ªtulos m¨¢s recientes es La materia del poema. De la noci¨®n a la materia, he ah¨ª un t¨ªtulo posible para un ensayo sobre la extraordinaria obra po¨¦tica de Nuno J¨²dice.
Devastaci¨®n de s¨ªlabas. Nuno J¨²dice. Pedro Serra (edici¨®n, introducci¨®n y selecci¨®n). Ediciones Universidad de Salamanca, 2013. 347 p¨¢ginas. 18 euros
El orden de las cosas. Nuno J¨²dice. Edici¨®n biling¨¹e de Juan Carlos Reche Pre-Textos. Valencia, 2014. 164 p¨¢ginas. 18 euros
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