En busca de la humanidad
Publicado por primera vez en 1974, el estudio sobre la Vieja Europa de Marija Gimbutas se reedita convertido en un cl¨¢sico que ha trascendido el campo de la arqueolog¨ªa
Esta nueva edici¨®n de Diosas y dioses de la Vieja Europa, como las anteriores, no va a convertirse en un ¨¦xito editorial; aunque, tambi¨¦n como las anteriores, se agotar¨¢. Se trata de un texto acad¨¦mico, en el que s¨®lo un arque¨®logo puede bucear con conocimiento de causa. Pero la arqueolog¨ªa ya ha dejado de ser ¨²nicamente una rama instrumental de la Historia para, con amplia autonom¨ªa de vuelo, indagar en otros aspectos de la evoluci¨®n de los seres humanos y sus sociedades. Desde hace algunas d¨¦cadas ¡ªy aunque en el mundo anglosaj¨®n siempre tuvo inclinaci¨®n por esa perspectiva¡ª, la arqueolog¨ªa se desenvuelve con soltura en el ¨¢mbito de la antropolog¨ªa y, tambi¨¦n en gran medida, en el estudio de las religiones.
Marija Gimbutas fue pionera en varios aspectos al desarrollar una tesis que ha convertido este libro en un cl¨¢sico fuera de las fronteras acad¨¦micas. Su repercusi¨®n se debe, ni m¨¢s ni menos, al atractivo de las ideas que presenta: el argumento se remonta a los periodos neol¨ªtico y calcol¨ªtico ¡ªentre el 7000 y el 3500 antes de Cristo¡ª y nos sit¨²a en la Vieja Europa ¡ªun n¨²cleo que abarca desde el Egeo hasta el Adri¨¢tico y, por el norte, desde las estepas del mar Negro hasta la cuenca del Danubio¡ª donde se presume existi¨® una civilizaci¨®n mucho m¨¢s desarrollada que la de sus vecinos coet¨¢neos. En ella, sostiene Gimbutas, se adoraban esas espl¨¦ndidas figurillas femeninas, de pechos y nalgas abundantes, que simbolizaban el culto a la Gran Diosa, vinculada al ciclo de la vida y de la Naturaleza, como principio femenino creador.
En esta sociedad id¨ªlica hombres y mujeres viv¨ªan en armon¨ªa, entre ellos y con su entorno, y se reg¨ªan por un respeto extraordinario por la regeneraci¨®n de la vida ¡ªlo que inclu¨ªa, en primer lugar, el principio de no violencia¡ª y por las leyes naturales. Una sociedad semejante a la que nos deja entrever Robert Graves en su La diosa Blanca: gram¨¢tica hist¨®rica del mito po¨¦tico.
Se adoraban esas espl¨¦ndidas figurillas femeninas, de pechos y nalgas abundantes, que simbolizaban el culto a la Gran Diosa, vinculada al ciclo de la vida y de la Naturaleza
El matriarcado ¡ªt¨¦rmino que Gimbutas rechaza de plano¡ª tiene muy mala prensa en c¨ªrculos acad¨¦micos, entre otras cosas porque no existe prueba material alguna de su existencia: los antrop¨®logos prefieren utilizar el concepto de matriarcalismo, definido como una estructura psicosocial, m¨¢s que como una realidad objetiva.
Si bien algunas tesis anteriores de la autora, tambi¨¦n situadas en este mismo entorno cultural de los kurganes, fueron ampliamente aceptadas, aunque supusieran toda una revoluci¨®n en el estudio de la ling¨¹¨ªstica indoeuropea y una revelaci¨®n en torno a los or¨ªgenes de la cultura griega, con la publicaci¨®n de Diosas y dioses en 1974, Gimbutas encontr¨® escaso apoyo entre sus colegas. Sin embargo, la difusi¨®n ha sido extraordinaria en otros ¨¢mbitos: artistas, feministas, ecologistas y en general personas con una especial inclinaci¨®n hacia lo espiritual refrendaron en su d¨ªa, y a¨²n siguen haci¨¦ndolo, el valor de este libro.
En arqueolog¨ªa, nunca se dan verdades absolutas. En cualquier caso, sea o no cierto que existiera este mundo que Gimbutas describe, la sensaci¨®n que transmite su propuesta nos hace desear, no s¨®lo que as¨ª fuera, sino tambi¨¦n que as¨ª vuelva a ser.
Diosas y dioses de la Vieja Europa. Marija Gimbutas. Traducci¨®n de Ana Parrondo. Ediciones Siruela. Madrid, 2014. 371 p¨¢ginas. 36 euros
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