Casta televisiva
A los miembros de Podemos parece que les gusta la pol¨ªtica, pero no los pol¨ªticos, o no los que hay
El mejor momento de la tertulia del s¨¢bado en laSexta Noche fue cuando el presentador quit¨® la palabra a Marhuenda y le dijo: ¡°Eso ya lo dijiste la semana pasada¡±. Claro que lo mismo le pod¨ªamos haber dicho a ¨¦l y al representante de Podemos en esa sesi¨®n, ??igo Errej¨®n, que segu¨ªa erre que erre con la casta.
Volver de las vacaciones, ese tiempo en que cada uno aprovecha para su particular chapa y pintura, para avanzar a su manera en alguna direcci¨®n, y comprobar que el mundo no se ha sometido a arreglo alguno es golpe bajo. Regresas, te asomas, y decepci¨®n: todo est¨¢ intacto. Igual que Marhuenda, el debate de la casta sigue ah¨ª y se repite como el paro, como el desencuentro catal¨¢n y las instituciones sin reformar. Como decimos en las buenas redacciones cuando alg¨²n despistado vuelve a descubrir la p¨®lvora: ¡°Ya lo hemos dado¡±.
Belmonte contaba que le gustaban los toros y le molestaban los toreros. Situ¨¦monos: eso ocurr¨ªa cuando los ni?os no iban al colegio ni jugaban al f¨²tbol, sino que pasaban la tarde toreando amigos, sillas o perros. Y los toreros, esos que pod¨ªan pagar becerros para entrenarse, eran la casta en Sevilla, por eso le molestaban. (A m¨ª no me gustan toros ni toreros, pero s¨ª la prosa limpia de Chaves Nogales, que lo cuenta en una vibrante biograf¨ªa del torero).
A los miembros de Podemos parece que les gusta la pol¨ªtica, pero no los pol¨ªticos, o no los que hay. Tal vez porque ellos solo se entrenaron en su barrio o en laSexta, o porque no les falte raz¨®n.
Pero cuidado: cuando se cierran las calles y la gente se echa al sof¨¢, lo hace ante la nueva casta, la televisiva. Y en esa viven tanto Marhuenda, como Podemos y su debate anticasta, que empieza a resultar cansino.
Javier Creus, fundador de Ideas for change, defin¨ªa en la Cadena Ser el choque insostenible entre una sociedad espa?ola capaz, din¨¢mica y cargada de ¡°plasticidad social¡± y unas instituciones pesadas, inamovibles. El programa entero, Mira lo que est¨¢ pasando, de Montserrat Dom¨ªnguez y Juan Carlos Ortega, es un chute de acci¨®n alentador, lo pueden comprobar.
Cuando el anticasta se convierte en casta, el antisistema en sistema o la gente en instituci¨®n, corre riesgos. Y entonces urgen propuestas.
Y mejores tertulias, por favor.
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