Los antiguos bailes del agua
En la milenaria tradici¨®n de las danzas cl¨¢sicas orientales resulta fundamental el papel del Pabell¨®n de las Concubinas en la Ciudad Prohibida de Pek¨ªn
La primera vez que o¨ª hablar del Pabell¨®n de las Concubinas de la Ciudad Prohibida de Pek¨ªn fue en Pionyang en 1992. Durante el congreso internacional Research work and other activities in dance: East-West Dialogue organizado por la Unesco en la capital de Corea del Norte, a fines de septiembre de aquel a?o, y fue evocado en varias ocasiones.
El tes¨®n de Milorad Miskovich (1928 - 2013) logr¨® reunir en Pionyang a los mejores especialistas de toda Asia con algunos interesados occidentales, unos pocos. La expedici¨®n viaj¨® en el mismo avi¨®n T¨²polev v¨ªa Berl¨ªn-Mosc¨² con el primer bailar¨ªn de la ?pera de Par¨ªs Jean Yves Lormeau (1952) y la investigadora norteamericana Selma Jeanne Cohen (1920-2005), que estaba euf¨®rica por haber culminado los complejos ¨ªndices de su monumental Enciclopedia de la danza (Oxford University Press, 1998).
La sorpresa fue may¨²scula en varios sentidos al aterrizar en la desolada ciudad asi¨¢tica. El congreso fue un verdadero compendio de sabidur¨ªa, ya que los investigadores venidos de Jap¨®n y China estaban especializados en algo que se podr¨ªa llamar ¡°la arqueolog¨ªa de la danza culta¡± y llegaron a Pionyang con todo muy ordenado y aprendido. En el fondo de la cuesti¨®n hab¨ªa una pol¨¦mica similar a la del huevo y la gallina, ya que se discut¨ªa d¨®nde hab¨ªan tenido origen ciertas cosas que se antojan ancestrales.
El ballet occidental tiene unos tres siglos; en Asia, 1.500 o 2.000 a?os
Todas las tesis del congreso ten¨ªan much¨ªsimo inter¨¦s y saltaron a la palestra argumentos variopintos, pues por all¨¢ a¨²n se discute hasta la paternidad de los palillos para comer, que no siempre han sido de madera, por cierto, y para poner un ejemplo cotidiano, lo que se puede extender al papel moneda, los espaguetis o los mecanismos hidr¨¢ulicos (el abanico plegable tambi¨¦n entra en liza). La discusi¨®n de la paternidad cronol¨®gica de la cor¨¦utica se ci?e a coreanos y chinos, los japoneses son conscientes de que llegaron bastante despu¨¦s, aunque con un poder de refinamiento que los hace, desde entonces, l¨ªderes en muchas cosas; su baile culto m¨¢s antiguo es hijo directo del coreano, y eso tambi¨¦n se habl¨®.
Nuestro ballet occidental tiene, por poner una cifra, unos tres siglos; y si se quiere apurar, llegamos a 350 a?os esgrimiendo la fecha de 1661 con la fundaci¨®n de la Acad¨¦mie Royale de Danse en Par¨ªs por Luis XIV. En Asia estamos hablando de tradiciones ancladas entre 1.500 y 2.000 a?os y que encuentran cobijo y desarrollo moderno en los tiempos de las dinast¨ªas Ming y Qing a partir de 1420, en el ¨¢mbito de los palacios imperiales pekineses, aunque el proceso constructivo de la Ciudad Prohibida se extendi¨® hasta muchos a?os despu¨¦s.
El Pabell¨®n de las Concubinas, seg¨²n explic¨® un profesor de la Universidad de las Artes de Pek¨ªn, aun en 1992 en estado ruinoso, era un centro de poder y de irradiaci¨®n de las m¨¢s refinadas artes, entre ellas, la danza. Seg¨²n dijo Peng Ziang (quien luego nos dibuj¨® unos elegantes ideogramas descriptivos de las danzas y su mec¨¢nica) en una ¨¦poca, desde el pabell¨®n de marras (que en realidad eran varios ¨¢mbitos conectados) tambi¨¦n se establec¨ªan otros c¨¢nones suntuarios que abarcaban desde el mobiliario a los motivos y gamas de las sedas, elementos que adquirir¨ªan un protagonismo protocolario en las maneras de representaci¨®n ritual.
Cuando las bailarinas van los cuencos est¨¢n vac¨ªos y llenos cuando vuelven
Los maestros chinos nos explicaron que los pabellones eran cotos vedados a los que un edicto imped¨ªa acercarse a nadie ajeno bajo pena de muerte. La profesora y arque¨®loga Xing-Ji se esmer¨® en explicar que la danza cl¨¢sica china se ense?aba ya entonces de manera sistem¨¢tica, que se escog¨ªan a las int¨¦rpretes desde peque?as por su homogeneidad y condiciones f¨ªsicas de belleza y proporciones, pero que sobre todo, se las manten¨ªa en un severo aislamiento. En otras palabras: el cuerpo de baile imperial era muy privado. Peng Ziang expuso otra tesis muy elaborada sobre la presencia y uso del agua en algunos bailes, a veces contenidos en cuencos, algo que aparece tambi¨¦n en otros momentos y civilizaciones, antes en Corea y despu¨¦s en Jap¨®n. Los norcoreanos dijeron entonces que ellos tambi¨¦n ten¨ªan una danza culta inmemorial que a¨²n se representaba intacta titulada Hacia la fuente, con dos partes muy diferenciadas por el ritmo y la m¨²sica: cuando las bailarinas van, los cuencos est¨¢n vac¨ªos sobre sus cabezas, pero cuando vuelven las vasijas est¨¢n llenas. Los chinos defend¨ªan que esta danza ten¨ªa otro origen no popular, si no de representaci¨®n simb¨®lica; la que vimos en el teatro de Pionyang era muy alegre.
Poco tiempo despu¨¦s, en Pek¨ªn y dentro de la Ciudad Prohibida, no pude ver los pabellones llamados de la Corte Interior, atravesando la imponente puerta de Long-Zong; s¨®lo hasta all¨ª se llegaba entonces, mientras un gu¨ªa, ¨ªndice en alto, nombraba lecturas m¨ªticas como los Palacios de la paz benevolente (Cining Gong) y Longevidad y salud (Shoukang Gong). Eran los lujosos habit¨¢culos de las emperatrices y concubinas y donde ten¨ªan lugar los rituales de movimientos conjuntos reglados, de los que hay all¨ª una tradici¨®n milenaria; lo poco que se ense?aba entonces, ya promet¨ªa una geom¨¦trica suntuosidad. Hoy, el nuevo intendente de los museos nacionales de China, Shan Jixiang, ha anunciado que este fabuloso conjunto, verdadera cuna de artes y estilos, puede por fin verse al completo.
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