¡®Boyhood¡¯: todas las edades del cine

Richard Linklater es un desastre diciendo adi¨®s. El realizador tejano no ha dejado de colaborar con Ethan Hawke (no en vano hasta cofirma los guiones de su trilog¨ªa Antes de¡­ junto con Julie Delpy). Con Jack Black ha trabajado en un par de ocasiones, y Linklater fue quien puso a Matthew McConaughey en el mapa cinematogr¨¢fico con un par de pel¨ªculas al inicio de sus carreras. Sin embargo, es su ¨²ltimo trabajo, Boyhood, el que parece un brindis de despedida de este ecl¨¦ctico director de 54 a?os. ¡°Ser¨¢ mi ¨²ltimo filme pero es el que los precede a todos, a muchos, a tantos¡­¡±, divaga llevado por la emoci¨®n. ¡°Todav¨ªa no he aceptado que se acab¨®. Ha sido una experiencia m¨¢gica, la vida y el arte aunados en el proyecto de mi vida¡±, asegura como resumen de su ¨²ltima pel¨ªcula. En Berl¨ªn obtuvo el Oso de plata al mejor director y los tambores del Oscar resuenan a su alrededor. Se trata de la b¨²squeda del tiempo perdido de Linklater, su deseo de capturar la esencia de la ni?ez o el ¡°¨¦pico cotidiano¡± de crecer, de hacerse mayor, a trav¨¦s de Mason, que en la pantalla pasa de los 6 a los 18 a?os. Su primer d¨ªa de colegio, el divorcio de sus padres, los respectivos amantes de sus v¨¢stagos, su primer amor. Todo esto visto a trav¨¦s de unos ojos que son siempre los mismos porque durante los 12 a?os de rodaje Linklater cont¨® con los mismos actores. ¡°No pude imaginarlo de otra forma¡±, explica. ¡°Proust nunca tuvo ese problema. Los realizadores, s¨ª. Quer¨ªa contar una gran historia sin contratar a diferentes actores para marcar el paso del tiempo. Quer¨ªa un solo actor. Y la ¨²nica forma fue filmar Boyhood poco a poco, dejando que sus protagonistas envejecieran como sus personajes¡±.

A los actores les gust¨® la idea. A los productores, no tanto. Hawke, su continuo Sancho Panza, se apunt¨® sin dudarlo. Lo mismo que Patricia Arquette. El pacto fue juntarse en Texas una semana una vez al a?o y rodar un nuevo cap¨ªtulo en la vida de Mason. ¡°En total, 39 d¨ªas de rodaje en una producci¨®n de 4.200 d¨ªas de julio de 2002 a octubre de 2013. La producci¨®n m¨¢s larga de la historia¡±, se r¨ªe de su propia locura. El dinero, 3,9 millones de euros, lo consigui¨® autofinanciando el proyecto con lo que ser¨ªa su sueldo. Linklater es due?o de su pel¨ªcula, algo bastante inaudito en Hollywood, pero as¨ª ha podido elegir c¨®mo y cu¨¢ndo se estrena.

Lo que m¨¢s me importa es c¨®mo contar lo que quiero compartir¡±

Faltaba la pieza clave, el ni?o en el centro de este estudio del tiempo. Quer¨ªa un profesional no resabiado y lo hall¨® en Ellar Coltrane. ¡°Le dije: ¡®Me seguir¨¢s viendo dentro de 12 a?os cuando seas un actor buscando trabajo y yo siga intentando hacer la misma pel¨ªcula¡±, recuerda. No le qued¨® claro si el ni?o entendi¨® su broma. ¡°Admiro de Ellar que 12 a?os m¨¢s tarde siga siendo el mismo chaval que conoc¨ª cuando ten¨ªa seis. Alguien et¨¦reo, misterioso, junto al que descubrimos lo que significa el paso del tiempo¡±.

Cinematogr¨¢ficamente hablando, la idea no es nueva. Como recuerda Linklater, nada lo es. Hace poco el estadounidense descubri¨® que Stanley Kubrick pens¨® en hacer su Napole¨®n filmando a Al Pacino a lo largo de 12 a?os. ¡°Con lo control freak que era Kubrick no s¨¦ c¨®mo habr¨ªa funcionado¡±, reflexiona. La edad, la paternidad, los recuerdos de su propia ni?ez¡­ esas fueron las claves que llevaron a Linklater a rodar Boyhood. Tambi¨¦n su deseo de acompa?ar a un ni?o hasta el momento en el que deja de serlo y se independiza emocionalmente. Y deseaba narrarlo sin artificios. ¡°Quise que la pel¨ªcula reflejara la forma en la que pasamos por la vida, sin saber qu¨¦ es lo que nos espera. Todo lo opuesto a un rodaje habitual donde los directores quieren tenerlo todo bajo control, donde ama?an la realidad para que encaje en su narraci¨®n¡±.

La pel¨ªcula ilustra que nunca sabemos lo que nos espera¡±

No quiere decir con ello que la pel¨ªcula estuviera a merced de la improvisaci¨®n: Linklater aclara que desde el primer d¨ªa supo cu¨¢l ser¨ªa el ¨²ltimo plano de la pel¨ªcula. Solo dej¨® espacio en el di¨¢logo para a?adir detalles de la actualidad, de la cultura, del joven que se perfilaba en el ni?o. ¡°Incorporamos detalles personales aunque nunca rod¨¦ esperando que pasara algo delante de las c¨¢maras. Lo que m¨¢s me importa del cine es la narrativa, c¨®mo contar las historias que quiero compartir. Y no expresar¨ªa lo que tengo en mi mente si el filme fuera una improvisaci¨®n¡±, defiende enfadado. Linklater quiere separarse as¨ª de los documentales de Michael Apted The Up Series con los que se le compara. Tampoco ve similitudes con la serie de pel¨ªculas de Antoine Doinel que propici¨® Fran?ois Truffaut y sus 400 golpes. ¡°Eso fueron cuatro pel¨ªculas a lo largo de 20 a?os. Son una gran inspiraci¨®n pero no tienen nada que ver a Boyhood. Se acercan m¨¢s a Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes del anochecer¡±, concede. Dado lo dif¨ªcil que es el momento del adi¨®s, ?hay alg¨²n plan para continuar con el experimento en la mente de Linklater? ¡°No, pero si lo hubiera quiz¨¢ podr¨ªa alg¨²n d¨ªa conocer a una chica en un tren en alg¨²n punto de Europa. Y hacer as¨ª la metapel¨ªcula, ?no?¡±, bromea el director. Y con esa carambola resume toda su carrera de cineasta indie.