Viaje veraniego

Los libros que he le¨ªdo este verano han dialogado entre ellos (eso dec¨ªa Vallcorba de los libros que escog¨ªa para su editorial). Tres autores me han ofrecido su visi¨®n de la vida y de la condici¨®n humana y han sido unos excelentes compa?eros de viaje. Tomas Mann me invit¨® a La monta?a m¨¢gica, un camino de dif¨ªcil ascenso que hice con ganas. Escuchaba sus reflexiones en mis visitas al hospital o paseando con sus personajes. Coetzee llen¨® mi verano con su Verano, Una falsa ( o no tan falsa) biograf¨ªa de un personaje que ha muerto, al que se conoce a trav¨¦s de cinco personajes ficticios (o reales) entrevistados por un periodista. Un viaje por Sud¨¢frica en el que uno se siente afrik¨¢ner. El ¨²ltimo compa?ero fue Le¨®n Tolst¨®i, que me habl¨® de La muerte de Ivan Ilich, de c¨®mo la enfermedad y la cercan¨ªa de la muerte revelan el aut¨¦ntico sentido de la vida. En nuestra despedida, logr¨¦ que las l¨¢grimas no salieran de mis ojos y pens¨¦ que no hay nada mejor que un viaje de verano con los cl¨¢sicos.