SSic and Paul, sentido y sensibilidad
No todo ocurre sobre la pasarela. En el pasillo de MBFWM, brilla el t¨¢ndem barcelon¨¦s Ssic And Paul. No desfila, pero ofrece emoci¨®n
Lo que la pasarela no da, el pasillo lo bendice. En el Pabell¨®n 14 de Ifema, donde desde ayer presenta sus colecciones para la primavera/verano del a?o pr¨®ximo una parte del negocio de la moda espa?ola -la m¨¢s esponsorizada y medi¨¢ticamente ponderada, digamos-, la emoci¨®n hay que buscarla fuera de foco, chupando moqueta. Que se lo pregunten al mism¨ªsimo Karl Lagerfeld, que hace dos d¨¦cadas apareci¨® pase¨¢ndose por la entonces llamada Pasarela Cibeles (?alguien recuerda el motivo?) y solt¨® que lo m¨¢s interesante que hab¨ªa visto eran dos muchachas vestidas con bayetas de cocina y guantes reciclados con las que se top¨® haciendo precisamente pasillo (se refer¨ªa al ya extinto t¨¢ndem que formaron a principios de los 90 Carolina Azcona y Miriam Cobo, de ef¨ªmera fama Vacas Flacas). Hoy resulta mucho m¨¢s f¨¢cil despistarse con toda la acci¨®n que ofrecen los aleda?os de los recintos amurallados ¨Cdos, en aras de una agilidad a¨²n no lograda- en los que se oficia la letan¨ªa de los desfiles, ora una presentaci¨®n de unas gafas de sol con el modelo reconvertido en actor Andr¨¦s Velencoso, ora una exhibici¨®n del nuevo Mercedes personalizado por Alvarno, ora una clase magistral delirante (el viernes fue la de, ejem, coolhunting); puro enterteinment para las masas. Pero el genuino pulso de la moda, la que apela al sentimiento, sigue estando ah¨ª, en esa versi¨®n alfombrada de la calle.
Para la ocasi¨®n, late en las prendas de Ssic And Paul, que son al dise?o lo que el haiku a la poes¨ªa: sutileza, austeridad, sencillez (que no simplicidad). Si la gran cuesti¨®n que debe encarar hoy esta industria es qu¨¦ necesita para vestir la mujer actual, aqu¨ª est¨¢ la respuesta. Y no, claro, no son ni vestidos de c¨®ctel ni trajes de noche de fiesta (vulgo, ceremonia). Lo que idean, cortan y cosen Jessica Raya (Granada, 1978) y Paula Boadas (Barcelona, 1986) establece ese di¨¢logo con el cuerpo femenino que la moda suele negar: el de la confianza, la seguridad, el control. Una narrativa estil¨ªstica que las entronca, al menos en el plano de las ideas -intelectualmente, si quieren-, con Phoebe Philo, Mar¨ªa Cornejo o el Margiela original. ¡°Yo soy la concisa, la pragm¨¢tica; Paula es la rom¨¢ntica. Juntas nos equilibramos. Somos muy conscientes de nuestros cuerpos y eso es lo que queremos transmitir con nuestra ropa. Nosotras no vamos a marcarte, a ce?irte; la clienta es la que luego decide. Le basta con ponerse un cintur¨®n¡±, concede Raya, que conoci¨® a su compa?era de fatigas mientras estudiaba en la escuela de Felicidad Duce, cantera de dise?adores barcelonesa.
Establecidas como marca en 2012, el premio MODAFAD que ganaron en enero de 2013 les sirvi¨® en bandeja su debut en la pasarela Samsung Ego, plataforma de talentos emergentes al cobijo de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (el martes 16 es su d¨ªa). Despu¨¦s vendr¨ªa el 080 Barcelona, en cuya ¨²ltima edici¨®n del pasado enero desencajaron m¨¢s de una mand¨ªbula con una colecci¨®n, la de la presente temporada, que a?ad¨ªa volumen y texturas a su ya caracter¨ªstica silueta longuil¨ªnea. Ni que decir tiene que la ¨²nica manera de llevarla es con zapato plano. Es la misma org¨¢nica propuesta que ahora muestran (y venden) en el showroom de Samsung Ego, feria a peque?a escala a las puertas de las pasarelas mayores. En el pasillo. ¡°No llegamos a tiempo de presentarnos a desfile, aunque lo cierto es que cada vez tenemos m¨¢s claro que no lo necesitamos. En todo caso, nos gustar¨ªa hacer una presentaci¨®n al a?o, nada m¨¢s. Hay maneras m¨¢s eficaces de mostrar tu trabajo¡±, contin¨²a Raya. Hace unas semanas recibieron una invitaci¨®n para desfilar en Canad¨¢. La declinaron.
Con una docena de puntos de venta en toda Espa?a -de Santiago a Barcelona, pasando por Bilbao y, por fin, Madrid-, Ssic And Paul quiere construirse sin prisa pero sin pausa. El salto cuantitativo ya es una realidad: de vender bajo pedido (a¨²n lo hacen) han pasado a despachar hasta 100 unidades por pieza. La producci¨®n, casi artesanal, se realiza en Barcelona, con materiales de primera divisi¨®n que, inevitablemente, encarecen el producto, como reconoce Raya: ¡°Los precios no superan los 400 euros en las prendas m¨¢s elaboradas, pero a la gente le parecen demasiado elevados. Aunque lo peor es cuando nos dicen que nuestros dise?os son imponibles¡ Que no te extra?e si te digo que la mayor¨ªa de las compradoras son extranjeras¡±.
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