El 8 de agosto de 1914, Ernest Shackleton y su valiente tripulaci¨®n zarparon con la intenci¨®n de cruzar la Ant¨¢rtida. Le acompa?aron en la expedici¨®n Frank Worsley, capit¨¢n del barco, Frank Wild, segundo al mano, Leonard Hussey, meteor¨®logo, George Marston, artista, o Charles Green, concinero, entre otros.El Endurance hab¨ªa sido construido como buque para cruceros tur¨ªsticos y para la caza polar. Su primer nombre fue Polaris, y puede que estemos ante el nav¨ªo de madera m¨¢s resistente del mundo, con la ¨²nica excepci¨®n del Fram. Recibi¨® el nombre Endurance (Resistencia) por el lema de la familia Shackleton: "Gracias a la resistencia, vencemos".El Endurance zarp¨® rumbo a Buenos Aires el s¨¢bado 8 de agosto de 1914, tras haber recibido un telegrama del Almirantazgo en el que hab¨ªa una ¨²nica palabra: "Prosiga".El viaje de Plymouth a Buenos Aires fue bastante tranquilo. No obstante, varios miembros de la expedici¨®n tuvieron que quedarse en tierra a causa de sus borracheras. La tripulaci¨®n pas¨® un mes realizando los ¨²ltimos preparativos en la estaci¨®n ballenera de Grytviken, el punto m¨¢s meridional del Imperio brit¨¢nico. Cuando por fin estuvo preparado, el 5 de diciembre de 1914, el barco zarp¨® de Georgia del Sur rumbo a las islas Sandwich del Sur.Poco despu¨¦s de internarse en el mar de Weddell, el Endurance comenz¨® a atravesar placas de hielo que constitu¨ªan algo muy parecido a un enorme puzle. Una plataforma que se extend¨ªa durante m¨¢s de cien mil kil¨®metros.El avance era complicado y lento. El barco fue abri¨¦ndose paso entre el hielo a velocidad moderada, pero despu¨¦s de haber luchado contra las espesas placas de hielo durante m¨¢s de 1.100 kil¨®metros, el Endurance tuvo que aceptar su derrota. Estaban atrapados.Shackleton le dio a la tripulaci¨®n nuevas instrucciones: el Endurance ser¨ªa, a partir de entonces, su base de invierno. Esperaba que la primavera les trajera mejor fortuna. Pero no fue as¨ª: lleg¨® julio y los t¨¦mpanos de hielo segu¨ªan presionando el barco. A pesar de tan tristes circunstancias, Shackleton se mantuvo optimista ante su tripulaci¨®n: "Nos vamos a casa", les dijo. Su misi¨®n era ahora la de sobrevivir.El Endurance se hundi¨® definitivamente el 21 de noviembre de 1915. Poco despu¨¦s, Shackleton y sus hombres emprendieron la marcha en busca de un hielo m¨¢s firme. Levantaron el campamento Paciencia pero, despu¨¦s de seis meses, el hielo empezaba a resquebrajarse. Vista la situaci¨®n en que la que se hallaban, Shackleton decidi¨® salir cuanto antes hacia isla Elefante, situada a unos 160 kil¨®metros de distancia.Por isla Elefante no pasaba ning¨²n barco, as¨ª que Shackleton decidi¨® poner rumbo a Georgia del Sur en busca de ayuda. Solo cinco de sus mejores hombres lo acompa?aron en la peligrosa traves¨ªa, el resto se qued¨® en la isla. Para enfrentarse a la violencia del temporal, a Marston (el artista) se le ocurri¨® la ingeniosa idea de poner los botes al rev¨¦s y convertirlos en refugios bajo los que protegerse del viento.Finalmente, el 30 de agosto de 1916, los hombres que segu¨ªan en isla Elefante vieron c¨®mo llegaba hasta ellos la partida de rescate, despu¨¦s de cuatro intentos fallidos por culpa de los densos hielos. Shackleton hab¨ªa llegado justo a tiempo: los hombres se hallaban en un estado de debilidad extrema.Shackleton estaba preocupado por la posibilidad de que volvieran, una vez m¨¢s, a quedar atrapados en el hielo, de modo que hizo que los hombres se dieran prisa y subieran a bordo. Activ¨® las m¨¢quinas del peque?o vapor y se dirigi¨® hacia el Norte, rumbo a Sudam¨¦rica. Todos los expedicionarios acordaron que a partir de ese momento celebrar¨ªan el 30 de agosto y lo recordar¨ªan hasta el fin de sus d¨ªas. Contra todo pron¨®stico, Shackleton hab¨ªa puesto fin a su expedici¨®n sin haber perdido un solo hombre de los que integraban la tripulaci¨®n del Endurance.
