La M-30 romana como hogar

Encontrar tu lugar en el mundo en un sitio de paso es un ox¨ªmoron vital. Tambi¨¦n una presumible puerta hacia la condena. O quiz¨¢ una elecci¨®n a la contra. El Grande RAccordo Anulare (Gra) es el anillo de carreteras que rodea Roma, una elipsis de Saturno por la que todo el mundo tiene que pasar para alcanzar su destino y que, como en la M-30 madrile?a, nadie se quiere quedar atascado. Y, sin embargo, tambi¨¦n es el hogar de mucha gente. O la c¨¢rcel, seg¨²n se mire. Una prisi¨®n con pinta de purgatorio, un desolador paisaje humano con los que el italiano Gianfranco Rosi ha compuesto un documental que no es sino la vida en directo. La circunvalaci¨®n de la existencia.

Sorprendente ganadora del Le¨®n de Oro del Festival de Venecia en el a?o 2013, por ah¨ª pululan desde un heredero de una antigua logia que a¨²n cree en su propia grandeza, entre la horterada y el derrumbe, hasta un viejo sonidista obsesionado con el pulso de las palmeras que rodean los arcenes de la carretera, a las que ausculta cada d¨ªa en busca de un resquicio de salud en medio de un tormento sonoro de ruedas, cl¨¢xones y asfalto; desde los clientes y trabajadoras de un destartalado peep-show hasta el enfermero de guardia que levanta cada accidente, rodeado de muerte y de agobios de la sociedad contempor¨¢nea: ¡°?Podr¨¦ ir a trabajar ma?ana? ?Lo necesito!¡±, pregunta un herido, ataviado de collar¨ªn y sangre, reci¨¦n instalado en la ambulancia y con la categor¨ªa laboral de aut¨®nomo instalada en el alma.

Pobres diablos, o insignes genios, retratados por Rossi sin ayuda alguna de m¨²sica ni de explicaciones en off. S¨®lo la vida. Y, adem¨¢s, con una estructura narrativa sin principio ni fin, como el propio Gra, una carretera circular por la que todos van y vienen mientras unos pocos est¨¢n.