La banda sonora de nuestras vidas

La colecci¨®n de medio siglo de canciones en espa?ol, que ofrece este diario bajo el t¨ªtulo EL PA?S de M¨²sica, contradice esa ley matem¨¢tica que asegura que el todo es igual a la suma de sus partes. El conjunto de los 24 discos que, con cadencia semanal, se ofrecer¨¢n cada domingo con el peri¨®dico por 5,95 euros, pretende dar m¨¢s que las 360 canciones que estos contienen. Y lo har¨¢ en virtud de otra ley, quiz¨¢ no cient¨ªfica, pero tan entra?able como el tipo que la formul¨®: Rob Fleming, el quejumbroso propietario de Championship Vinyl, tienda de discos salida de la imaginaci¨®n novelesca de Nick Hornby para su libro Alta Fidelidad. Amante de las listas y fil¨®sofo de las rupturas amorosas, Fleming, que en el cine interpret¨® John Cusack, tambi¨¦n ten¨ªa un par de ideas propias sobre las cintas de varios, esas recopilaciones emocionales en casete cuyo esp¨ªritu alienta esta colecci¨®n y que, como las hombreras o el VHS, dominaron, antes de pasar a mejor vida, una parte importante de los h¨¢bitos culturales de aquellos a?os ochenta y noventa del siglo pasado.

¡°Para m¨ª, grabar una cinta para alguien es como escribirle una carta: hay mucho que borrar, pensar a fondo y a veces empezar de nuevo. Una buena cinta de recopilaci¨®n, igual que una ruptura, es algo dificil¨ªsimo de hacer bien. Tienes que empezar con un tema arrasador; tienes que mantener el ¨¢nimo del oyente, tienes que subir un punt¨ªn, o enfriar un poco para hacer crecer la tensi¨®n hacia el final¡±, establec¨ªa Hornby sobre unas reglas hasta entonces no escritas y que pueden aplicarse a los discos de la colecci¨®n que ahora presenta EL PA?S.

?Y qu¨¦ sentido tiene todo esto en la era de la m¨²sica en streaming, del todo disponible y de las 6.000 horas nuevas de v¨ªdeo subidas cada sesenta minutos a YouTube? Pues precisamente que cuando todo es posible, una posibilidad entre un trill¨®n se hace m¨¢s valiosa que nunca.

En otras palabras, quiz¨¢ pueda encontrar toda esta m¨²sica por s¨ª mismo, pero no lo har¨¢ con la jerarqu¨ªa y las intenciones (ni tampoco la calidad de sonido; todas han sido remasterizadas para casar las unas con las otras) con que aqu¨ª se presentan. Esto es: ordenadas no por ¨¦pocas, artistas, sellos o lugares de producci¨®n, sino por estilos, emociones y estados de ¨¢nimo. ?Qu¨¦ m¨²sica es la mejor para hacer un viaje largo por carretera? ?Puede una canci¨®n contener literatura de la buena? ?Existen melod¨ªas que ayuden a sobrellevar una ruptura sentimental? ?Y que contribuyan al disfrute del sexo, la contemplaci¨®n de una puesta de sol o ambas cosas a la vez?

El recorrido propuesto por la colecci¨®n de medio siglo de canciones en espa?ol viene a demostrar que todo eso es posible; las preguntas quedan respondidas, por orden, en los vol¨²menes titulados Frenos de disco (entrega n¨²mero cinco), Golpe a golpe, verso a verso (dos), Amor se escribe con X (19) y Puesta de sol (17). El conjunto tambi¨¦n puede leerse en clave de repaso a la historia sentimental de este pa¨ªs a trav¨¦s de la m¨²sica. Gracias a estos CD, los lectores recordar¨¢n (o conocer¨¢n por primera vez, seg¨²n la edad de cada cual) la llegada del pop a la Espa?a del tardofranquismo con su promesa de modernidad, la explosi¨®n de r¨ªmel y medias rotas de la Movida madrile?a, los veranos pasados en compa?¨ªa de tal o cual grupo de un solo ¨¦xito, los estadios llenados por los monstruos del rock urbano o aquellos a?os en los que los gitanos quer¨ªan sonar como The Temptations.

Todas esas historias est¨¢n contenidas en los libretos de 64 p¨¢ginas que acompa?an cada entrega con numerosas fotograf¨ªas in¨¦ditas o poco difundidas y reportajes sobre el modo en el que la industria discogr¨¢fica ha ido adapt¨¢ndose a los veloces tiempos. Para subrayar que los relatos son importantes los especialistas convocados para la escritura de los libro-discos han dividido sus textos, que llegan tras la introducci¨®n de prescriptores de excepcionales, canci¨®n por canci¨®n, en un esquema que permite incorporar todas las an¨¦cdotas sobre las circunstancias de la grabaci¨®n o el modo en que fueron recibidas las canciones por la sociedad espa?ola.

El primero de los CD lleva por nombre La fuerza del coraz¨®n y promete ¡°la selecci¨®n definitiva de las m¨¢s grandes historias de amor jam¨¢s cantadas. Firmes candidatas a ser la canci¨®n de miles de parejas". Con esa entrega, los lectores recibir¨¢n tambi¨¦n una caja contenedora para guardar la colecci¨®n completa con un dise?o que recuerda a un viejo loro, uno de aquellos aparatosos cacharros que serv¨ªan para escuchar cintas. Cintas de varios.