¡°Los ¨¢rabes deben repensar el islam¡±
Adonis define la poes¨ªa como "lo contrario de la religi¨®n" y critica una confesi¨®n "sin cultura" Candidato al Nobel, el poeta sirio lanza un libro sobre M¨¦xico y reedita 'Epitafio para Nueva York'
Adonis no cree en Dios, pero vive cerca del cielo, en una torre de 37 plantas de La D¨¦fense, el barrio financiero de Par¨ªs. No parece el ambiente t¨ªpico para un poeta. ¡°Antes de instalarme en este apartamento pas¨¦ por casi todos los distritos¡±, explica se?alando por la ventana la ciudad en la que vive desde hace casi tres d¨¦cadas. ¡°Aqu¨ª hay m¨¢s luz, menos contaminaci¨®n¡ Parece Manhattan, ?verdad?¡±. Precisamente, el escritor sirio, de 84 a?os, acaba de reeditar en Espa?a, en versi¨®n de Federico Arb¨®s, Epitafio para Nueva York, publicado originalmente en 1971, uno de los libros m¨¢s famosos de un autor traducido a una docena de lenguas y al que muchos consideran el gran poeta ¨¢rabe vivo. Cr¨ªtica al capitalismo deshumanizado y homenaje a Lorca y Walt Whitman, en ese libro se habla de torres que un d¨ªa caer¨¢n, y Adonis recuerda que un cr¨ªtico lo acus¨® despu¨¦s del 11-S de haber inspirado a Bin Laden. ¡°Rid¨ªculo¡±, zanja ¨¦l sonriendo.
Su ¨²ltima obra, Z¨®calo, publicada en franc¨¦s antes que en ¨¢rabe, aparecer¨¢ en unos d¨ªas en espa?ol traducida por Clara Jan¨¦s. Esas prosas po¨¦ticas nacieron en un viaje a M¨¦xico durante la primavera de hace dos a?os, pero se hace dif¨ªcil leer p¨¢ginas tan llenas de dioses, sacrificios y sangre sin pensar en otra primavera, la ¨¢rabe, aquel domin¨® de revueltas que empezaron admirando al mundo en T¨²nez a finales de 2010 y, desbordado por los extremismos, ha terminando espant¨¢ndolo en Irak y Siria a manos del llamado Estado Isl¨¢mico. En ese tiempo, Adonis hizo dos cosas que le ganaron un alud de cr¨ªticas: sostener que la primavera ¨¢rabe no era una revoluci¨®n y escribir, en 2011, una carta abierta al presidente sirio, Bachar El Asad, pidi¨¦ndole que dialogara con la oposici¨®n. ¡°Tibio¡± fue lo m¨¢s suave que le dijeron. M¨¢s tarde escribi¨® reclamando que dimitiera por la represi¨®n desencadenada bajo su mando. ¡°Lo que yo pretend¨ªa con aquella carta¡±, explica el escritor, ¡°era evitar la destrucci¨®n del pa¨ªs y que cambiara un r¨¦gimen fundado en un golpe de Estado y en el partido ¨²nico. Desgraciadamente los pol¨ªticos no escuchan a los poetas¡±.
¡ª?Por qu¨¦ no era una revoluci¨®n la primavera ¨¢rabe?
¡ªPorque una revoluci¨®n debe tener un discurso, y no lo hab¨ªa: los opositores jam¨¢s hablaron de laicidad, de liberaci¨®n de la mujer, de cambiar la ley cor¨¢nica. ?Qu¨¦ revoluci¨®n es esa? Solo quer¨ªan cambiar de r¨¦gimen, y cambiar de r¨¦gimen no sirve de nada cuando permanece la misma mentalidad. Los ¨¢rabes tienen que hacer su revoluci¨®n interior, es decir, repensar la religi¨®n a la luz de la modernidad y separar lo religioso de lo cultural, pol¨ªtico y social para que se convierta en una creencia individual. En Europa se hizo esa revoluci¨®n y se separ¨® el Estado de la Iglesia, que en la Edad Media era peor que los musulmanes de hoy. Yo no tengo nada contra la religi¨®n como fe individual, pero estoy contra una religi¨®n institucionalizada e impuesta a toda una sociedad. Hay que anular las diferencias entre confesiones. El reto es, por ejemplo, que en Egipto los cristianos coptos tengan los mismos derechos que los musulmanes.
¡ª?Estamos mejor o peor que antes?
¡ªNo est¨¢ mal T¨²nez, un pa¨ªs m¨¢s homog¨¦neo, sin minor¨ªas, dicho sea de paso. All¨ª hay cierto di¨¢logo. Pero se han destruido pa¨ªses enteros: Libia, Siria, Irak. ?Para qu¨¦? Para nada, para resucitar viejas nociones religiosas. ?Se vuelven a usar palabras de hace quince siglos! Se ha producido una regresi¨®n vergonzosa, humillante. El islam actual es una religi¨®n sin cultura. No hay m¨¢s que ritos y leyes. No hay un solo pensador. Y cuando surge alguno, se le rechaza.
Adonis dice desconfiar de ¡°toda revuelta que salga de una mezquita con proclamas pol¨ªticas¡±, pero extiende su desconfianza a las soluciones salidas de los despachos de Estados Unidos o de Europa. ?Occidente no se ha interesado por la oposici¨®n laica? ¡°Los pol¨ªticos occidentales, no Occidente, no quiero generalizar¡±, responde. ¡°Desgraciadamente, los pol¨ªticos no se interesan de verdad por los ¨¢rabes, los ven como fuente de riqueza ¡ªel petr¨®leo¡ª y como espacio estrat¨¦gico. No se interesan por las fuerzas progresistas aunque sean, es cierto, poco numerosas. Lo que hacen las intervenciones extranjeras es revitalizar las fuerzas oscurantistas en el mundo ¨¢rabe. Lo emponzo?an todo. Cuando uno compra y arma a unos supuestos combatientes, a una supuesta oposici¨®n, inventa un ej¨¦rcito de mercenarios. El Estado Isl¨¢mico es una creaci¨®n de Arabia Saud¨ª y Estados Unidos. Ahora tienen que combatir a aquellos a los que armaron ellos mismos¡±.
Como en el caso de Egipto, dice resignado, en Siria toca elegir el mal menor y combatir al Estado Isl¨¢mico. Partidario ac¨¦rrimo de la laicidad, m¨¢s de una vez ha expresado sus dudas hacia eso que suele llamarse islam moderado: ¡°No existe. Es una expresi¨®n pol¨ªtica. Lo que hay son musulmanes moderados. Y son pocos. Hay un islam y una interpretaci¨®n que es ideol¨®gica. En eso es como los otros monote¨ªsmos: hay un profeta que es el ¨²ltimo y que transmite verdades ¨²ltimas. Dios lo ha dicho todo y el hombre debe obedecer. En el monote¨ªsmo el otro no existe. No se le reconoce como parte de la b¨²squeda de la verdad porque la verdad ya la tengo yo. La base de nuestros problemas no es el islam como religi¨®n, es la visi¨®n monote¨ªsta del mundo. Por eso es necesario separar la religi¨®n del Estado. No habr¨¢ democracia mientras eso no cambie. No hablo de democracia como sistema perfecto, sino como reconocimiento del otro. Y de reconocimiento no como tolerancia, porque la tolerancia esconde un aspecto racista: yo te tolero porque tengo la verdad y te dejo hablar. El ser humano exige la igualdad. El monote¨ªsmo es antidemocr¨¢tico¡±.
"La base de nuestros problemas no es el islam como religi¨®n, es la visi¨®n monote¨ªsta del mundo.
Autor de una veintena de libros de poemas y de varios ensayos de literatura y pol¨ªtica, Adonis tiene tanta fe en la poes¨ªa como poca en la religi¨®n. Una y otra, dice, est¨¢n en los ant¨ªpodas porque ¡°la gran poes¨ªa siempre es laica. La poes¨ªa es la pluralidad, la unidad de los contrarios. Es lo opuesto a la religi¨®n incluso en t¨¦rminos hist¨®ricos: en nuestra historia de musulmanes no ha habido ni un solo gran poeta que fuera creyente. Nunca¡±. ?Ni los m¨ªsticos? ¡°Son un caso aparte¡±, responde un autor que ha dedicado a las relaciones entre sufismo y surrealismo una obra de referencia. ¡°Cambiaron la noci¨®n de realidad y de Dios. Por eso se les rechaz¨®. Para el monote¨ªsmo Dios es una fuerza que dirige el mundo desde el exterior, para el misticismo es inmanente, forma parte del mundo. Dios es el mundo¡±.
¡ª?Usted cree en Dios?
¡ªNo. Creo que en el mundo hay algo misterioso y que hay que estar atentos a ese misterio. De ah¨ª la actitud de cuestionarse las cosas. Llame a eso como quiera, pero no soy creyente. Soy arreligioso. La religi¨®n es una ideolog¨ªa y toda ideolog¨ªa es falsa.
¡ª?Y recuerda cuando era creyente?
¡ªS¨ª. Mi padre lo era. Era agricultor, pero conoc¨ªa bien la cultura cl¨¢sica. Nunca me dijo haz esto, esto no lo hagas. Siempre me dec¨ªa: ¡°Decidir, hijo m¨ªo, es f¨¢cil. Todo lo que quiero de ti es que piensen bien, que vuelvas a pensar bien y que luego decidas¡±.
¡ª?Y su madre?
¡ªEra analfabeta. Era pura naturaleza, como un ¨¢rbol, una fuente, una estrella.
¡ª?En su casa se segu¨ªa la ley isl¨¢mica?
¡ªNo. La ley estaba, pero yo nac¨ª en una comunidad chi¨ª, no sun¨ª. Era m¨¢s abierta. La comprensi¨®n individual ten¨ªa su espacio. Las mujeres, por ejemplo, no usaban velo.
¡ª?Usted est¨¢ contra el velo?
¡ªTotalmente.
¡ª?Es una imposici¨®n o un derecho?
¡ªNo se trata de defender una cosa u otra, sino de principios. Uno puede incluso defender el mal. Si una mujer insiste en llevar el velo, que lo lleve, pero hay que decir que est¨¢ mal. La belleza del ser humano no debe velarse.
Cuenta Adonis que hasta su madre termin¨® llam¨¢ndole as¨ª: Adonis. Su nombre civil es Al¨ª ?hmed Said ?sber. No ha faltado quien diga que eligi¨® un seud¨®nimo ¡°blasfemo¡±, por pagano, para provocar ¡ª¡°hay ignorantes en todas partes¡±¡ª, pero la verdad es que acababa de leer la historia de ese mito griego cuando buscaba un alias para enviar sus poemas a una revista que siempre se los rechazaba. Acert¨®. La audacia parece haber marcado su vida. Nacido en 1930 Al Qassabin, una aldea del norte de Siria, con 13 a?os recit¨® un poema de su cosecha delante del presidente del pa¨ªs, de gira por la comarca. Cuando este le ofreci¨® una recompensa, el muchacho respondi¨®: ¡°Ir a la escuela¡±. Siete d¨¦cadas despu¨¦s, el escritor lo cuenta como si le hubiera pasado a otro, aunque recuerda con admiraci¨®n la buena memoria de aquel ni?o: ¡°Me sab¨ªa la poes¨ªa ¨¢rabe completa, el Cor¨¢n, todo. ?Ahora? Se me ha ido olvidando. Hay que olvidar para crear. Uno de los problemas de los ¨¢rabes es que viven en su memoria, no en la vida¡±.
Fiel a su car¨¢cter inquisitivo, el escritor aprovecha cualquier momento para criticar los males de su pueblo. Aunque la misma noci¨®n de pueblo le espanta: ¡°Es una idea pol¨ªtica interesada. Dentro de un pueblo hay miles. Un pueblo nunca permanece unido m¨¢s que por ideas superficiales¡±. ?Y la identidad? ¡°Seg¨²n la noci¨®n al uso, la identidad es una pertenencia en la que es central el pasado: de una familia, de una raza, de un pueblo¡ Para m¨ª lo esencial es el individuo, aunque el individuo no se entiende sin el otro. No podemos imaginar a un ser que nace solo y vive solo. La identidad es una creaci¨®n perpetua, una apertura, no una adquisici¨®n. No se hereda porque el ser humano es una proyecci¨®n hacia el futuro: crea su identidad al crear su obra¡±.
Adonis afirma sin dudar que no tiene miedo de decir lo que dice, pero reconoce que lo tuvo. Por eso se march¨® de Siria en 1956, despu¨¦s de pasar un a?o en la c¨¢rcel por criticar al r¨¦gimen. ¡°Pasaba como con el monote¨ªsmo: un partido ¨²nico [el Baaz] con una ideolog¨ªa laica, pero racista. Seg¨²n la Constituci¨®n, el presidente de la Rep¨²blica siria debe ser musulm¨¢n. Un partido verdaderamente laico no hace algo as¨ª¡±. Al salir de la c¨¢rcel se march¨® a L¨ªbano. Sin papeles, convertido en ap¨¢trida. En el pa¨ªs vecino hab¨ªa una rama de su familia ¡ª¡°en el fondo son el mismo pa¨ªs¡±¡ª y no le fue dif¨ªcil obtener la nacionalidad libanesa, que todav¨ªa conserva. Pas¨® veinte a?os sin poder volver a su pueblo. Por eso dice que naci¨® tres veces: en Al Qassabin, en Beirut y en Par¨ªs. En L¨ªbano nacieron sus dos hijas y ¨¦l se convirti¨® en uno de los modernizadores de la poes¨ªa ¨¢rabe abri¨¦ndola a la vanguardia universal y a formas como el poema en prosa y el verso libre.
Pistas para llegar a Adonis
Z¨®calo. Traducci¨®n de Clara Jan¨¦s. Vaso Roto. San Pedro Garza Garc¨ªa (M¨¦xico) / Madrid (Espa?a), 2014. El pr¨®ximo 6 de octubre se publica en espa?ol este ¨²ltimo libro del poeta sirio. Lo escribi¨® en 2012 a ra¨ªz de un viaje a M¨¦xico. El pasado prehisp¨¢nico y figuras como Trotsky y Octavio Paz atraviesan un conjunto de poemas en prosa que a veces transportan al autor a su propio pasado mediterr¨¢neo.
?rbol de Oriente. Antolog¨ªa po¨¦tica, 1957-2007. Edici¨®n de Federico Arb¨®s. Visor. Madrid, 2010. Esta antolog¨ªa es la mejor puerta de entrada el universo de Adonis. Contiene una buena muestra de toda su obra y un complet¨ªsimo pr¨®logo de Arb¨®s. "Bajo mis penas tengo una ciudad", dice una l¨ªnea de 'Este es mi nombre'. Bajo las 450 p¨¢ginas de este libro hay un mundo entero.
Epitafio para Nueva York. Traducci¨®n de Federico Arb¨®s. N¨®rdica. Madrid, 2014. Publicado originalmente en 1971, otro viaje, esta vez a EEUU, dio lugar a un homenaje a Lorca y Walt Whitman. Tambi¨¦n a una dura cr¨ªtica al militarismo estadounidense y al capitalismo simbolizado por Wall Street. En esta edici¨®n se le han sumado los poemas largos 'Garganta de piel roja' y 'Paseo por Harlem', escritos en los a?os 90.
Historia desgarr¨¢ndose en cuerpo de mujer. Traducci¨®n de Rosa Isabel Mart¨ªnez Lillo. Huerga y Fierro. Madrid, 2012. Poema polif¨®nico que reelabora la leyenda de Agar, la esclava con la que Abraham tuvo a Ismael, padre m¨ªtico de los ¨¢rabes. Madre e hijo terminaron expulsados de la casa del profeta. En sus versos, Adonis reivindica la dignidad de una mujer que se niega a ser "mitad ¨²tero y coito. / El resto, perfidia".
Sufismo y surrealismo.Traducci¨®n de Jos¨¦ Miguel Puerta V¨ªlchez. Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo. Guadarrama, 2008. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si ley¨¦semos a Rimbaud como si se tratara de un suf¨ª oriental? Algo as¨ª hace Adonis, que subraya la revoluci¨®n que, trascendiendo la mera literatura, supuso para nuestra visi¨®n de la realidad la obra de poetas y m¨ªsticos.
Despu¨¦s de publicar t¨ªtulos como Canciones de Mihyar el de Damasco o Libro de las huidas y mudanzas por los climas del d¨ªa y de la noche, la invasi¨®n israel¨ª de L¨ªbano dio lugar al descarnado Libro del asedio. En 1985 se march¨® a Par¨ªs: ¡°No hab¨ªa nada que hacer en Beirut. Todo estaba destruido, incluida la universidad en la que era profesor de literatura¡±. En Francia ha seguido escribiendo poemarios ya cl¨¢sicos en la literatura contempor¨¢nea como el monumental El Libro ¡ªla Il¨ªada de las letras ¨¢rabes para algunos¡ª o Historia que se desgarra en un cuerpo de mujer, una versi¨®n feminista, er¨®tica y cr¨ªtica de la leyenda de Agar, concubina de Abraham y madre de Ismael, padre m¨ªtico de los musulmanes. ¡°S¨ª, es una versi¨®n antirreligiosa¡±, reconoce Adonis. ¡°Un profeta que destierra a su mujer y a su hijo y los abandona en el desierto. ?Un profeta! ?Nadie se pregunta por qu¨¦?¡±.
Los integristas piden recurrentemente que se quemen sus libros. La ¨²ltima vez, hace unos meses en Argelia. ?l lo sabe pero no calla: ¡°No creo hacer mal a nadie. Expreso mis ideas. Si no, siento que no existo¡±. No duda siquiera cuando se le recuerda que se empieza quemando libros y se termina quemando escritores. O intentando quemarlos. Baste pensar en la fetua contra Salman Rushdie: ¡°Lo de Rushdie fue m¨¢s algo pol¨ªtico que religioso, causado por una cr¨ªtica suya a Jomeini. Su libro reproduc¨ªa algo ya dicho. Mucha gente ha hablado m¨¢s radicalmente que ¨¦l y no ha pasado nada. ?Que la mayor¨ªa de los que quer¨ªan matarlo no lo hab¨ªan le¨ªdo? Eso es la ignorancia. Por eso digo que hoy el islam es una religi¨®n sin cultura. Rushdie ten¨ªa todo el derecho a hacer lo que hizo¡±. ?Y los caricaturistas que dibujaron a Mahoma? ¡°Tambi¨¦n. Pero hay que saber con qui¨¦n se discute. No se habla igual a un ni?o que a un profesor. Los periodistas tienen derecho a dibujar lo que quieran, pero deber¨ªan tratar de no humillar a la gente. Si uno busca la verdad, debe estar a la altura de la verdad. Insultar es f¨¢cil, pero no sirve para nada¡±.
En unos d¨ªas se conceder¨¢ el Premio Nobel. Adonis figura en todas las quinielas desde hace a?os, pero, como era de esperar, ¨¦l dice no pensar en eso. ?En qu¨¦ piensa? ¡°En c¨®mo escribir poes¨ªa. Y en c¨®mo poetizar el mundo. Por eso hago collages, para prolongar la poetizaci¨®n del mundo. Sin poes¨ªa, el mundo se muere de fr¨ªo, de cerraz¨®n. Los tres pilares del universo son el amor, la amistad y la poes¨ªa. El resto es comercio¡±. Sabe de qu¨¦ habla: vive rodeado de multinacionales. El barrio le gusta. El mundo, algo menos.
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