9-N

La Espa?a televisiva tiene una cita importante el 9 de noviembre. Es el cumplea?os de Bel¨¦n Esteban, y basta conocer a los programadores para saber que ser¨¢ asunto estrella de plat¨®. La convocatoria de la consulta para ese d¨ªa por parte del Parlamento catal¨¢n ha seguido unos pasos absolutamente previsibles. Incluida la anulaci¨®n cautelar por parte del Tribunal Constitucional no hay nada que escapara al guion trazado por los protagonistas. En aras del espect¨¢culo, lo curioso ser¨ªa que el alto tribunal dijera que adelante, que hagan el referendum, pero entonces el problema lo tendr¨ªan los catalanes, atados para siempre a una pregunta calculada con tendenciosa aritm¨¦tica electoral.

Ana Pastor hizo un servicio al pa¨ªs logrando entrevistar a Artur Mas en directo el domingo noche. El d¨ªa anterior hab¨ªa comparecido en TV-3 para someterse a las preguntas de M¨°nica Terribas, pero de no pasar por un canal de ¨¢mbito nacional habr¨ªamos contribuido a agrandar la abrumadora diferencia de informaci¨®n entre Espa?a y Catalu?a. Esa especie de vidas paralelas en lo medi¨¢tico que causa que los estados de opini¨®n sean contrapuestos. La igualdad de los ciudadanos de uno y otro lado est¨¢ sacrificada en aras de la agenda medi¨¢tica mayoritaria en cada lugar y aunque parezca un da?o lateral, con el paso de los meses se ha convertido en fundamental. Porque la idea del voto popular se ha impuesto en un lugar como m¨¢xima representaci¨®n democr¨¢tica, mientras en el otro rinc¨®n se establece la legalidad como ¨²nica supervivencia de un sistema de libertades individuales.

Mientras en Catalu?a la entrevista con Mas goz¨® del liderazgo de audiencia, su encuentro con Ana Pastor ni siquiera bati¨® a la entrevista de Risto Mejide con el l¨ªder de Podemos. Ser¨ªa est¨²pido sacar conclusiones por un dato de audiencia, pero quiz¨¢ alumbra esa divergencia de la que habl¨¢bamos antes. Artur Mas ha decidido echarle la calle catalana encima al gobierno nacional. Mientras la agenda la marcaban los c¨¢lculos pol¨ªticos de uno y otro, sab¨ªamos con mucha antelaci¨®n cada paso de este culebr¨®n de aprobaciones de leyes y recursos interpuestos. Pero como en las peleas de gallitos en el cole, lo imprevisible llega cuando se citan en la calle, fuera del amparo de los muros escolares y la vigilancia de los maestros.