¡°Los toreros son alima?as: se deber¨ªan matar entre ellos¡±
Morrissey responde a un cuestionario con su aguda malevolencia, su reconocible narcisismo y su terquedad en llevar el agua a su molino
Asombro entre el entrevistador y los promotores. Morrissey (Manchester, 1959) se ha ofrecido para atender a un cuestionario y, horas despu¨¦s, llegan las respuestas. Los periodistas desconfiamos de las entrevistas hechas por mail: en teor¨ªa, cualquiera puede hacerse pasar por el entrevistado. Pero las respuestas son inequ¨ªvocamente morrisseynianas. Por su aguda malevolencia, su reconocible narcisismo, su terquedad en llevar el agua a su molino. El exl¨ªder de los desaparecidos Smiths actuar¨¢ el pr¨®ximo jueves en Madrid y el viernes lo har¨¢ en Barcelona.
Hay asuntos inevitables, obviamente. Como su discutida Autobiography, publicada en la colecci¨®n Penguin Classics. Nada que ver con la actual oleada de libros escritos por estrellas del rock, insiste: ¡°?Me sorprende que haya tantos colegas que realmente piensan que tienen algo que decir! Cuando lees sus libros, resulta que no. Mi Autobiography existe, se explica por s¨ª misma. As¨ª que no voy a hablar del libro en televisi¨®n, radio o prensa escrita¡±.
El exl¨ªder de los Smiths act¨²a la semana pr¨®xima en Madrid y Barcelona
Tambi¨¦n quiere aclarar su espantada del sello Harvest, tres semanas despu¨¦s de sacar su nuevo ¨¢lbum, World Peace is None of Your Business. Niega la mayor: ¡°Yo no me fui, ?me echaron! Intentaron quedarse con mi disco pero descubrieron que no ten¨ªan los derechos. Un l¨ªo muy est¨²pido, causado por un directivo llamado Steve Barnett, que tiene menos cerebro que una flor artificial. El hecho de que alguien as¨ª lleve una discogr¨¢fica es un s¨ªntoma de lo mal que est¨¢n las cosas en el mundo musical¡±.
Secretos y mentiras de la industria
Morrissey acepta enumerar los principales secretos del negocio discogr¨¢fico. Tomen nota:
1. El n¨²mero uno en las listas normalmente se compra.
2. Un sello puede fichar a un artista para enterrarlo.
3. Una compa?¨ªa saca una nota de prensa diciendo que su nuevo descubrimiento ha vendido 30 millones de discos, cuando la cifra real est¨¢ en los 30.000, pero los medios lo convierten en verdad oficial.
4. La discogr¨¢fica se esfuerza en no pagar nada y trasladar todos los gastos al artista, con lo que sus ingresos son beneficios limpios.
5. Antes de escuchar un disco, los ejecutivos ya han decidido si va a triunfar o no en el mercado.
6. Los jefes son todos hombres; las mujeres que trabajan en la industria son eternamente chicas, aunque tengan 52 a?os.
7. Los premios Grammy se reparten previamente entre las discogr¨¢ficas, para que sus directivos puedan presumir de que est¨¢n en la onda.
No hace distinciones entre las tres multinacionales y las abundantes independientes: ¡°Rough Trade ha pasado a la historia por tener a los Smiths pero jam¨¢s nos invitaron a comer para celebrar el ¨¦xito¡±. Seg¨²n Morrissey, tampoco le es rentable salir de gira, aunque las entradas para sus conciertos espa?oles cuesten 50 euros: ¡°no me hago rico girando. Todo el dinero generado se invierte en hacer cosas. Mucha gente me pregunta cu¨¢l es el sentido de meterme en giras y yo respondo: esta es mi vida¡±.
Una parte clave de su existencia es combatir el maltrato a los animales. Asegura que su oposici¨®n a la tauromaquia no es nada nuevo. En el legendario concierto de los Smiths en Madrid, durante las fiestas de San Isidro de 1985, transmitido por TVE, ¡°recuerdo decirle al p¨²blico 'he visto vuestro deporte nacional y no es muy agradable'. Obviamente, matar toros no es ning¨²n deporte: es tortura¡±.
Ahora, se muestra m¨¢s hiriente. Su ¨²ltimo disco contiene The Bullfighter Dies, un tema ¡ªme van a disculpar¡ª musical y literariamente rampl¨®n, donde celebra la muerte de cualquier torero. As¨ª lo argumenta: ¡°Tengo entendido que los que acuden quieren ver muerte: ?qu¨¦ diferencia hay entre que muera el toro o el matador? Ambos son seres que quieren vivir y que sienten el dolor. El matador tiene al picador y otros ayudantes que le ayudan a atormentar al toro, que est¨¢ solo y deber¨ªa tener nuestra simpat¨ªa. Es el matador qui¨¦n ha decidido que aquello ocurra y el toro es la v¨ªctima; el instinto humano deber¨ªa ser siempre proteger a la v¨ªctima. Los toreros son alima?as: se deber¨ªan matar entre ellos¡±.
Morrissey siempre llega a las entrevistas con las pistolas cargadas. Una pregunta sobre las redes sociales le lleva a disparar contra las monarqu¨ªas: ¡°Las redes tienen cosas buenas y malas. De repente, cualquiera es un experto¡ e igual nunca ha salido de su dormitorio. Pero los dictadores y la llamada realeza ya no pueden hacer lo que quieran: todo el mundo est¨¢ observando y puede deponer a quien traicione su confianza. El rey Juan Carlos pas¨® verg¨¹enza cuando le atraparon matando especies en v¨ªas de extinci¨®n. Los elefantes son maravillosos, tranquilos, sabios¡ ?qu¨¦ cosa tan repulsiva lo que hizo! ?C¨®mo es que no est¨¢ en la c¨¢rcel?¡±.
En ¡®The Bullfighter Dies¡¯, tema de su nuevo disco, expresa su odio a las corridas
Explica su decisi¨®n de abandonar el Reino Unido y vivir en California por razones similares: ¡°No puedo aguantar a la familia real brit¨¢nica y me duele que una parte de mis impuestos termine en manos de esos par¨¢sitos embarazosos. Nada ofrecen al mundo y siempre est¨¢n de vacaciones en lugares ex¨®ticos, matando animales, todo con dinero p¨²blico. No representan a Inglaterra y son tan dictadores como la familia Assad en Siria, as¨ª que no podemos desmantelar su tinglado con buenos modales: te echar¨¢n encima a la polic¨ªa. No tienes m¨¢s que ver lo que ocurrir¨¢ en Hong Kong¡±.
Por si hab¨ªa alguna duda, Morrisey insiste en que el mundo se encamina a la destrucci¨®n ecol¨®gica, si no ocurre antes un apocalipsis nuclear: ¡°La agricultura industrial y los criaderos de animales est¨¢n acabando con el planeta. Cada vez que veo la M amarilla de McDonald¡¯s pienso en la muerte. Los gobiernos toleran todo lo que traiga dinero; se benefician de la inclinaci¨®n de la raza humana por el suicidio. Me divierte que haya pa¨ªses donde se castiga el intento de suicidio mientras que los gobiernos invierten miles de millones en armas nucleares, que facilitan el suicidio colectivo. Basta con que se usen una vez para que desaparezcamos todos de aqu¨ª¡±.
Mientras tanto, Morrissey debe enfrentarse con enojosos dilemas morales y est¨¦ticos. Abre su coraz¨®n: ¡°Tengo un problema con los zapatos de cuero sint¨¦tico. Dej¨¦ de usar las chaquetas de falso cuero ya que la gente se confund¨ªa y me acusaba de usar cuero real. Es f¨¢cil dejar de comer carne y olvidarte de los huevos y de la leche: inmediatamente te sientes mejor ¨¦tica y f¨ªsicamente. Pero los zapatos de cuero sint¨¦tico son m¨¢s inc¨®modos que los de cuero aut¨¦ntico. Es la ¨²ltima barrera para los que no queremos explotar a los animales de ninguna manera¡±.
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