Peter Brook: ¡°El teatro es un cerebro compartido¡±
Incansable investigador de la escena desde el plano te¨®rico y a trav¨¦s de inolvidables montajes como el ¡®Mahabharata¡¯, el director brit¨¢nico, de 89 a?os, y autoridad mundial en Shakespeare, trae a Espa?a su obra ¡®El valle del asombro'
O¨ªr el color amarillo, ver un do sostenido, tocar el dulce del az¨²car, saborear el tacto del terciopelo, oler un n¨²mero¡ La sinestesia es un desorden (o un regalo del cielo) que mezcla los sentidos y que padecen (o gozan) muchas personas en la intimidad. El cielo y el infierno juntos. Peter Brook, el gran director teatral, nos entrega a los 89 a?os su tercer viaje al cerebro humano. Primero fue El hombre que (1993), basado en textos del neur¨®logo Oliver Sacks. Despu¨¦s lleg¨®? Yo soy un fen¨®meno (1998), la historia real de un hombre condenado a recordarlo todo, desde la ca¨ªda de una hoja hasta el nacimiento de un hijo. Ahora, el genio brit¨¢nico nos lleva al El valle del asombro (Valley of Astonishment), t¨ªtulo tomado del poema ¨¦pico La conferencia de los p¨¢jaros, del persa Farid Al-Din Attar (siglo XII), obra con la que vuelve, por d¨¦cima vez, al Festival de Oto?o a Primavera de Madrid del 23 al 26 de octubre en Teatros del Canal.
Brook recibe a EL PA?S en el Theater for a New Audience de Brooklyn. Es una ma?ana luminosa y el teatro est¨¢ vac¨ªo. Marie-H¨¦l¨¨ne Estienne, su compa?era desde hace 40 a?os, llega la primera a la improvisada sala de caf¨¦ que acoger¨¢ la entrevista. Nos advierte de que no ser¨¢n posibles las fotos en el escenario: ¡°Est¨¢n ensayando otra obra¡±. Brook aparece apoyado en su bast¨®n. Le cuesta caminar pero cada paso, firme en su fragilidad, es una revuelta, una reafirmaci¨®n de su presencia en la tierra. Brook posa en el patio con ¨¢rboles que rodea al edificio. All¨ª, un tranquilo vagabundo ajeno a todo contempla la breve sesi¨®n.
Pregunta. Esta es su tercera obra sobre el cerebro humano. ?Est¨¢ obsesionado con ese ¨®rgano?
Respuesta. ?Tiene usted cerebro?
P. Creo que s¨ª, pero a veces no estoy seguro.
R. Se equivoca. Le guste o no, todas las criaturas tienen algo ah¨ª. Ese horroroso trozo de carne controla cada aspecto del pensamiento, del movimiento... Todo est¨¢ ah¨ª. Es un mundo, un universo. En uno de sus libros, Oliver Sacks dijo: ¡°La gente a la que se considera loca, vive las mismas aventuras ¨¦picas que los mitos griegos¡±. Despu¨¦s de haber hecho Mah¨¢bharata nos preguntamos d¨®nde podr¨ªamos encontrar eso hoy. No en las calles, no en la pol¨ªtica... El teatro es compartir algo que toda la gente puede sentir, que es la riqueza y los problemas que se materializan en la gente que sufre alguna dificultad.
P. Parece m¨¢s una investigaci¨®n que una obra de teatro...
R. No s¨¦ cu¨¢l es la diferencia. En su d¨ªa llamamos investigaci¨®n teatral a El hombre que. Es m¨¢s bonito en franc¨¦s: recherche th¨¦?trale. No s¨¦ c¨®mo se dice en espa?ol.
P. ?Investigaci¨®n teatral?
R. Investigaci¨®n teatral. Hacer una obra de Shakespeare, ?es una investigaci¨®n? No sabemos a d¨®nde vamos. Entramos en la obra, pero Shakespeare est¨¢ m¨¢s all¨¢ de usted y de m¨ª. Siempre se abre algo. Esa es la raz¨®n por la que estoy en contra de la tradici¨®n. La tradici¨®n es cerrar la puerta. Me parece horrible una ¨®pera cuando me dicen que su compositor la escribi¨® hace 300 a?os para que se haga de una determinada manera. Yo les digo que la ¨®pera est¨¢ llena de vida, de humanidad, los cantantes, los actores¡. ?Investigaci¨®n? S¨ª.
P. ?Qu¨¦ v¨ªnculos tiene esta obra con El hombre que y Yo soy un fen¨®meno?
R. Esta tiene que ir m¨¢s lejos. Por eso se llama El valle del asombro, que viene de La conferencia de los p¨¢jaros, un viaje de decenas de p¨¢jaros en busca de un rey en el que tienen que atravesar muchos valles. Cada valle es m¨¢s dif¨ªcil y al mismo tiempo m¨¢s abierto que el anterior. Subes, bajas y vuelves a subir. Y desde ah¨ª ves lo que no pod¨ªas ver desde el otro lado. El hombre que abri¨® este tema; Yo soy un fen¨®meno fue una investigaci¨®n de algo nuevo, el caso de un hombre real con una extraordinaria memoria en la que la sinestesia mezclaba los colores, las formas, los sabores. Son personas que est¨¢n entre el asombro y las dificultades. Desde ah¨ª quer¨ªamos ir m¨¢s lejos.
P. He intentado imaginar un mundo en el que cada sonido tiene un color; cada color, un sabor; donde un n¨²mero es una mujer obesa, como sucede en El valle del Asombro. Me parece una pesadilla.
R. Pero podemos sentirlo. Cada vez hay m¨¢s gente que viene a al teatro a ver lo extraordinario. El teatro nos permite sentir algo. Eso es el teatro, sentir algo.
P. ?Por qu¨¦ la sinestesia?
R. Es una enfermedad que se conoce desde hace cientos de a?os. Ha habido grandes escritores, poetas, compositores que la han padecido. Pero solo recientemente, hace 30 o 40 a?os, los neur¨®logos le pusieron nombre. Cuando empec¨¦ mi investigaci¨®n con Marie-H¨¦l¨¨ne, muchos amigos m¨¦dicos me preguntaban qu¨¦ estaba haciendo, y les dec¨ªa que algo sobre la sinestesia. Ninguno de ellos conoc¨ªa esa palabra.
P. Los sinest¨¦sicos, ?son afortunados o desgraciados?
R. Las dos cosas. El m¨¦dico les dice que es una enfermedad poco frecuente y que va a intentar curarles. Pero ellos dicen que no, que es su vida, que no puede arrebat¨¢rsela. Y pagan un precio muy elevado, porque sufren. Sufren por sus padres, que les dicen que no se lo digan a nadie. M¨¢s tarde, en el colegio, los profesores les dicen que por qu¨¦ no escuchan. Llegan a la edad en que pueden salir al mundo y esconden lo que les pasa. Se sienten apartados, pero desean formar parte de la comunidad. Algunos han descubierto que la enfermedad es una fuente creativa. Y se ponen a pintar. Otros son m¨²sicos. La pureza es una fuente de descubrimientos. Por eso decimos que la sinestesia puede ser tanto el para¨ªso como el infierno.
P. Para la obra trabaj¨® con gente con sinestesia. ?C¨®mo fue la experiencia?
R. Estaban muy contentos. La gente con cualquier enfermedad agradece el inter¨¦s desde el cari?o. Sin amor no puedes hacer nada.
P. El personaje principal es una mujer con una capacidad prodigiosa para recordar (interpretado por la estadounidense Kathryn Hunter). Pero al mismo tiempo es su condena. ?Es posible vivir sin olvidar?
R. Podemos aprender a olvidar. Hoy en d¨ªa existen t¨¦cnicas para la gente que revive las cosas terribles que ha sufrido. Pero eso es muy peque?o en comparaci¨®n con el vaciado de toda la memoria. Piense en su memoria, en la cantidad de cosas que tiene. Basta una cosa peque?a para que salgan a flote. No tengo ninguna raz¨®n para pensar en EL PA?S o en Madrid, pero si usted los cita mis recuerdos me llevan a mi primera vez en Madrid. Y le puedo hablar de ello durante media hora. Para deshacernos de todo eso se necesita ayuda.
P. Los seres humanos recibimos cada d¨ªa monta?as de informaci¨®n desordenada. ?C¨®mo soportarlo?
R. Lo hacemos, porque tenemos un mecanismo que dice esto s¨ª y esto no. Sin embargo, El valle del asombro es la historia de alguien que no puede. Es un para¨ªso y un infierno. Es maravilloso poder recordar cuando lo deseas, y horroroso cuando sientes que no puedes evitar hacerlo, que todo queda ah¨ª. Imagine todo lo que le sucede en un d¨ªa. Si cierra los ojos y todo eso vuelve, usted gritar¨ªa.
P. ?A qu¨¦ se refiere cuando dice que quiere llevar al espectador a territorios desconocidos con esta obra?
R. Usted hace el esfuerzo de ir al teatro y espera algo que le emocione. El teatro est¨¢ para experimentar algo. Si vas y te decepciona, tienes una experiencia mala. Pero si vas y, como se dice en franc¨¦s, ?a vaut la peine... ?C¨®mo es en espa?ol?
P. Vale la pena.
R. Esa es la prueba, si vale la pena. Esa es toda la diferencia. Es la raz¨®n por la cual no puedo trabajar sin sentir que el p¨²blico forma parte de ello. No tiene sentido. Si el p¨²blico no forma parte de lo que hacemos, es una masturbaci¨®n. Un grupo de actores trabajando sin p¨²blico es una masturbaci¨®n. Todos los ensayos son para el momento de la verdad. Es ese momento en el que piensas que est¨¢s viviendo la misma experiencia que la gente. En ese momento la experiencia vale la pena.
P. ?Se refiere a eso cuando afirma que con El valle del Asombro nos quiere ense?ar lo invisible?
R. Quiero ense?ar c¨®mo lo invisible se apodera de nosotros. Es lo que se llama inspiraci¨®n. En el flamenco, por ejemplo, el cuerpo que estamos viendo no cambia, es igual, la cara, los ojos, el pelo... Pero mientras escuchas, de repente, sientes la inspiraci¨®n, lo invisible llega y entra en el sonido, en las palabras y se apodera de ti. Es como la corriente el¨¦ctrica, como la luz.
P. ?Una obra es como un cerebro humano?
R. El teatro lo es. Para m¨ª, es un cerebro compartido. Nosotros, el p¨²blico, la gente que act¨²a, los m¨²sicos, compartimos la experiencia dentro de un espacio. Lo ideal para la concentraci¨®n es un espacio cerrado. Pero no cualquier espacio cerrado, sino uno que da a todo el mundo esa sensaci¨®n de estar dentro de un cerebro.
P. Esta es la d¨¦cima vez que usted acude al festival de Madrid.
R. Madrid forma parte de mi vida. Empez¨® muy pronto. Una cosa muy interesante que observ¨¦ es que en el espa?ol hay algo m¨¢s cercano al ingl¨¦s que en los otros idiomas europeos. Aunque es un idioma latino y son culturas diferentes, hay algo com¨²n en el gusto y en la textura. En la ¨¦poca dorada del teatro espa?ol observamos una mezcla de algo hermoso y po¨¦tico, en el sentido de un idioma que tiene una textura.
P. Veo que se atreve con algunas palabras en espa?ol.
R. Aprend¨ª un poco con un libro antes de ir a Madrid en mi primera visita. Le dije al hombre del hotel: ¡°La llave¡±. ¡°S¨ª, se?or¡±, me contest¨®. Le dije, ¡°Perd¨®n, he olvidado mi nombre¡±. Yo quer¨ªa decir que hab¨ªa olvidado mi n¨²mero. Y me dijo, ¡°Un momentito¡±. Vi que fue a buscar al director y le o¨ª algo sobre una pel¨ªcula en la que alguien hab¨ªa perdido la memoria. Me di cuenta de mi error y le dije, en ingl¨¦s: ¡°He olvidado mi n¨²mero¡±. Y dijo: ¡°Ah¡±. Esa fue mi primera experiencia.
P. ?Le interesa el teatro actual?
R. Dicho as¨ª, en general, no. Es como si me pregunta si me interesa la comida. La comida abarca todas las cosas, pero me interesa si me dan algo bueno. Es lo mismo con el teatro. Me interesa cuando hay una buena experiencia. Pero no me interesa el teatro como forma, como profesi¨®n. El teatro es comida. Cuando la gente me pregunta cu¨¢l ser¨¢ el futuro del teatro yo le contesto que cu¨¢l ser¨¢ el futuro de la comida.
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