Sombras chinescas

Por esta novela escrita en catal¨¢n por Valent¨ª Puig y vertida ahora al espa?ol por la misma mano, se supone; por una Barcelona abierta en canal un d¨ªa de enero de 1939, d¨ªa de derrota para unos, de victoria para otros, un d¨ªa como un reloj de horas muertas donde se superponen decepciones y esperanzas: por esta novela, por aquella ciudad, por ese d¨ªa de enero vaga un ej¨¦rcito de sombras chinescas. Como en algunas novelas de Modiano, en ese instante crucial, en ese filo de la navaja ya no hay h¨¦roes, solo sombras enmascaradas, m¨¢scaras desenmascaradas. Puig (d)escribe con una notabil¨ªsima econom¨ªa de medios, di¨¢logos los justos, pinceladas las necesarias, aunque todas esas pinceladas hieren con acero toledano como las horas del reloj de la vida, y la ¨²ltima ¡ªse sabe¡ª mata. Yag¨¹e y los moros avasallando, los derrotados camino de la frontera, los ¨²ltimos diputados y un Negr¨ªn dando mandobles dial¨¦cticos y est¨¦riles frente a los gigantes de lo inevitable, lo que se avecina, pellejos de vino con capotes de soldados victoriosos, camisas azules, requet¨¦s, regulares, todos al paso alegre de la paz ¡ªde la suya¡ª. Los ¨²ltimos disparos. Los ¨²ltimos fusilados. El ¨²ltimo sexo, apresurado. En las calles, hogueras donde arden lealtades. Y en medio, pasando de un lado al otro, desapercibido, fantasma que se disimula entre uno y otro ej¨¦rcito de sombra, ese V¨ªctor, joven sin escr¨²pulos que es, a la vez, quintacolumnista y miembro del SIM, que recorre con carn¨¦ la ciudad abierta en canal, la ciudad que cae, derrotada para unos, ganada para otros. V¨ªctor, estupenda criatura de rasgos modianescos. Y la novela, una hermos¨ªsima caja de m¨²sica, aunque esta no suena igual para todos.

Barcelona cae. Valent¨ª Puig. Pre-Textos. Valencia, 2014. 137 p¨¢ginas. 18 euros