Fantas¨ªa a lo Chagall
Rebecca Miller viaja de la Francia prerrevolucionaria a una comunidad jud¨ªa de hoy con un narrador convertido en mosca
A Theodor Adorno le irritar¨ªa El maravilloso regreso de Jacob Cerf, dado que la novela de Rebecca Miller parece encarnar las ideas del fil¨®sofo alem¨¢n acerca de la cultura del entretenimiento, cuyos productos evitan el esfuerzo intelectual de sus consumidores. En efecto, no hay duda de que el prop¨®sito de la novela de Miller es entretener, un verbo a menudo denostado, pero que aqu¨ª empleo con ciertos tintes positivos.
En la solapa donde figura una breve biograf¨ªa de la autora, leemos que ella misma llev¨® al cine su primer libro de relatos, Velocidad personal, y su novela posterior, Las vidas privadas de Pippa Lee. Esto nos aclara las intenciones de la autora: es probable que veamos las andanzas de Jacob Cerf y de la numerosa troupe de personajes que pueblan este libro proyectadas en pantallas de cine pr¨®ximamente. De hecho, es f¨¢cil imaginar esta novela convertida en una comedia dram¨¢tica no alejada de las propuestas de Jean-Pierre Jeunet; de hecho, largometrajes como Delicatessen y Am¨¦lie est¨¢n m¨¢s emparentados con el texto que muchos t¨ªtulos de la literatura estadounidense contempor¨¢nea.
Miller decide contar las numerosas historias que recorren la novela mediante un narrador en primera persona cuya peculiaridad es haberse convertido en mosca para expiar sus pecados, seg¨²n el concepto cabal¨ªstico de la gilgul neshamot o transmigraci¨®n de las almas jud¨ªas errantes. El narrador alterna el relato de su vida como Jacob Cerf, un jud¨ªo residente en el Par¨ªs de la Ilustraci¨®n, con el de su nueva identidad insectil en la Nueva York del presente siglo.
Si bien instalar a un personaje venido de otra ¨¦poca en nuestro complejo presente posee grandes posibilidades narrativas, estas han sido explotadas en el cine y la literatura a conciencia, de ah¨ª que la mirada del insecto Jacob acerca de la cotidianidad contempor¨¢nea resulte previsible en ocasiones, sobre todo cuando se produce su extra?amiento ante los avances tecnol¨®gicos (los coches son ¡°carruajes sin caballos¡±, y los tel¨¦fonos m¨®viles, ¡°brillantes instrumentos de ¨¦bano¡±).
En cualquier caso, al lector pronto le queda clara la misi¨®n principal del Jacob contempor¨¢neo dentro de la novela: conectar mediante lo que ¨¦l llama ¡°haza?as metaf¨ªsicas¡± las vidas de los dos personajes principales: el bombero y acondicionador de barcos Leslie Senzatimore y la joven jud¨ªa ortodoxa Masha Edelman. En el relato del cambio vital de esta ¨²ltima, que abandona con no pocas dudas la vida en su cerrada comunidad para estudiar interpretaci¨®n en una escuela de teatro de Queens, el lector logra olvidarse del narrador y del exceso de subtramas y personajes no desarrollados en profundidad.
Correctamente ambientado, tanto en la Francia prerrevolucionaria como en una comunidad jud¨ªa ortodoxa y otros escenarios de la vida americana actual, el texto, en sus mejores momentos, llegar¨ªa a asemejarse a un lienzo de Chagall, por el modo en que da rienda suelta a la fantas¨ªa y, al mismo tiempo, recrea la cotidianidad de una comunidad jud¨ªa como si se tratase de una shtetl contempor¨¢nea.
El maravilloso regreso de Jacob Cerf. Rebecca Miller. Traducci¨®n de Clara Ministral. Siruela. Madrid, 2014. 374 p¨¢ginas. 23,95 euros (electr¨®nico: 9,99)
Los coches son ¡°carruajes sin caballos¡±, y los tel¨¦fonos m¨®viles, ¡°brillantes instrumentos de ¨¦bano¡±
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