Por qu¨¦ Engels se equivoc¨®
¡°No es el trabajo, es la imaginaci¨®n lo que nos diferencia de los animales¡±, dice Svankmajer
Un antiguo granero en el sur de Bohemia alberga el gabinete de curiosidades que Jan Svankmajer (Praga, 1934) re¨²ne desde hace 15 a?os. Acumula, en un orden oculto para todos menos para ¨¦l, ¡°los restos del mundo m¨¢gico¡±. Objetos y obras de arte que han desbordado el edificio original, ahora acompa?ado por ¡°una casita y una torre. Ya es toda una fortaleza franqueada por 30 estatuas de tama?o real¡±. Esta colecci¨®n, dice, forma parte de su ¡°creaci¨®n art¨ªstica¡±: su wunderkammer es ¡°un ¨²nico e inmenso objeto art¨ªstico¡± que ¨¦l organiza en torno a cinco secciones: ¡°naturalia, Arcimboldo, art brut, surrealismo contempor¨¢neo y naciones naturales¡±. En Horn¨ª Stankov pasa los meses de verano, y lo primero que hace, d¨ªa tras d¨ªa, relata, es abrir puertas y ventanas para mantener a raya el moho. ¡°Luego me siento en mi silla africana y contemplo lo que tengo a mi alrededor. Es mi ritual¡±. La cama que comparti¨® con la artista Eva Svankmajerov¨¢, fallecida en 2005, es la ¨²ltima pieza que ha a?adido a su colecci¨®n. ¡°Es una cama renacentista, tiene dosel y durante 40 a?os dorm¨ª en ella con Eva, mi mujer y colaboradora. Cuando muri¨®, me puse a trabajar en ella y me ha quedado muy bonita. Casi nadie la ha visto todav¨ªa¡±.
Este gabinete de maravillas es la ¨²ltima de las obsesiones de este artista y cineasta miembro del grupo surrealista de Praga, a quien Milos Forman defini¨® con una sencilla operaci¨®n aritm¨¦tica: ¡°Disney + Bu?uel = Svankmajer¡±. No est¨¢ abierto al p¨²blico ni probablemente lo estar¨¢. ¡°Lo profanar¨ªan¡±. Pero la exposici¨®n Metamorfosis. Visiones fant¨¢sticas de Starewitch, Svankmajer y los hermanos Quay en La Casa Encendida de Madrid ¡ªantes pas¨® por el CCCB de Barcelona¡ª es una oportunidad para asomarse a una parte de esa colecci¨®n. A sus armadillos disecados, a sus fetiches tra¨ªdos de Congo, a sus grabados de anatom¨ªa, a sus poemas t¨¢ctiles. ¡°Mi wunderkammer es un mundo alternativo que me he creado y, como todos los dem¨¢s, habla de la imaginaci¨®n de la ¨¦poca en la que se construye¡±.
La imaginaci¨®n, para el poeta franc¨¦s Charles Baudelaire, era ¡°la reina de las facultades¡±. Y Svankmajer no puede estar m¨¢s de acuerdo. ¡°Engels se equivoca cuando dice que el trabajo hizo humano al hombre: fue la imaginaci¨®n. Es lo que nos diferencia de los animales. Si no fuera por la imaginaci¨®n, estar¨ªamos todav¨ªa en los ¨¢rboles¡±.
Svankmajer empez¨® a hacer cine en 1964. El ¨²ltimo truco del Sr. Schwarcewallde y del Sr. Edgar fue el primer cortometraje de animaci¨®n stop-motion de este creador que cultiva la poes¨ªa, el collage, la escultura, formado en artes aplicadas primero y en teatro de marionetas despu¨¦s. Svankmajer vivi¨® el Par¨ªs de Mayo del 68, y de todas las legendarias frases que cubrieron los muros de la ciudad, su predilecta siempre fue ¡°la imaginaci¨®n al poder¡±. A ese ideal ha consagrado su vida y su obra, y hoy, 25 a?os despu¨¦s, recuerda con orgullo que ese lema colg¨® de su balc¨®n durante la Revoluci¨®n de Terciopelo de 1989.
Esa poderosa imaginaci¨®n desborda filmes como Alice, The Castle of Otranto, Little Ot¨ªk o Surviving Life con esos objetos cotidianos ¡ªhuesos, piedras, tornillos, cubiertos¡ª que obran la magia de la transformaci¨®n, presente en todo su cine. ¡°Hoy, como siempre, la imaginaci¨®n se adquiere a partir de la educaci¨®n de los padres, de la escuela, de la sociedad, pero todos ellos prefieren la realidad a la imaginaci¨®n. La imaginaci¨®n busca lo que es posible, mientras que cualquier sistema y sociedad busca lo real y nos intenta convencer de que es lo mejor. La imaginaci¨®n siempre es subversiva¡±. En los ¨²ltimos dos siglos, explica, se ha impuesto una visi¨®n racionalista del mundo ¡ª¡°aunque vaya contra la naturaleza humana, y no lo digo yo, sino los neur¨®logos actuales¡±¡ª, por tanto, no interesa ni potenciar la imaginaci¨®n ni una filmograf¨ªa como la suya, con 27 cortometrajes y 6 largometrajes entregados a su est¨ªmulo. ¡°Tengo muchos guiones, pero es muy dif¨ªcil encontrar dinero. Nuestra civilizaci¨®n no est¨¢ interesada ni necesita la creaci¨®n aut¨¦ntica. No la apoya, o lo hace cada vez menos. Lo que busca es divertir a las masas para que no piensen. La creaci¨®n aut¨¦ntica no da dinero¡±.
En estos momentos, Svankmajer trabaja en su pr¨®xima pel¨ªcula, Insects, basada en la obra teatral El juego de los insectos de los hermanos Capek. Y s¨ª, seguir¨¢ utilizando esa animaci¨®n cl¨¢sica que tanto ha influido a los hermanos Quay, Terry Gilliam o Tim Burton. ¡°Ser¨¢ en stop-motion y no utilizaremos c¨¢maras digitales. ?Por qu¨¦? Primero, porque todav¨ªa sabemos hacer animaci¨®n cl¨¢sica y tenemos los medios: las c¨¢maras son viejas, pero funcionan y sabemos trabajar con ellas. Tengo mis reservas sobre la animaci¨®n digital: le falta emoci¨®n. Con la animaci¨®n cl¨¢sica, uno toca los objetos y los reanima; con la digital, la dimensi¨®n t¨¢ctil no existe. Ellos aprietan unos botones y el objeto cambia, pero uno no llega a tocar el objeto¡±.
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