¡°Vivamos a la altura de nuestros sue?os, pero a escala humana¡±
Despu¨¦s de lanzar un sello editorial independiente, el escritor chileno Francisco Mouat vuelve a las ra¨ªces y funda Lolita, una peque?a librer¨ªa en Santiago que atiende ¨¦l mismo
Cuesta no entusiasmarse con el cari?o contagioso que Francisco Mouat (Santiago de Chile, 1962) tiene por los libros. Casi cuando finaliza la conversaci¨®n, muestra orgulloso y con cierta ternura los t¨ªtulos de su flamante escaparate, de madera. Habla de Sue Kaufman, Herman Melville, Pen¨¦lope Fitzgerald. ¡°Por lo menos hay 15 que no encuentras en otros lugares de Santiago¡±, dice el escritor, que el mi¨¦rcoles pasado cumpli¨® el sue?o de tener su propia librer¨ªa: Lolita. ¡°Tengo una amiga que dice que ojal¨¢ siempre pudi¨¦ramos vivir a la altura de nuestros sue?os. Y yo le agrego: ¡®Pero a escala humana, sue?os modestos¡±, dice este escritor y prestigioso periodista que no se permite pensar que el proyecto no cuaje: ¡°Hay mucho cari?o puesto en la faena¡±.
Mouat no piensa en abrir nuevos locales: ¡°No es una cadena, es un espacio ¨²nico y no replicable. Lo entiendo desde la l¨®gica del oficio, del artesanado, y no desde la l¨®gica de la industria. Tiene la misma esencia del sello¡±. La librer¨ªa Lolita lleva el nombre de la editorial independiente que fund¨® en 2010 y que ¡ªcon colecciones de cr¨®nica, ensayo, poes¨ªa, cuentos, narrativa, humor¡ª ha logrado sobrevivir con ¨¦xito en el peque?o mercado chileno. La serie sobre equipos de f¨²tbol locales fue un puntazo: Soy de la U, Soy del Colo, Soy de la Cat¨®lica, entre otros, en la que cada escritor hizo una memoria personal del equipo de sus amores y los lanzamientos fueron un espect¨¢culo ¨²nico. Estuvieron meses en las listas de los m¨¢s le¨ªdos en Chile. ¡°Nos permiti¨® llegar a lectores que habitualmente no leen¡±, relata Mouat. Pero explica que la editorial no tiene como objetivo central los ¨¦xitos comerciales y que, por su diversidad de t¨ªtulos, es dif¨ªcil de clasificarla: ¡°Pensamos simplemente en publicar los libros que nos gustan¡±.
Poco antes de la conversaci¨®n frente al escaparate, en una cafeter¨ªa coqueta y bulliciosa a pocos metros, el escritor saluda a los camareros y vecinos con la familiaridad de quien ha vivido en el barrio toda la vida, aunque entre la reforma y la instalaci¨®n han transcurrido apenas unos meses. Lolita se ha convertido en la ¨²nica librer¨ªa de esta zona bonita de la comuna de Providencia, en el oriente de Santiago, donde los automovilistas parecen pedir permiso a los cientos de ciclistas, corredores y vecinos con perros que copan el parque Pocuro en estas tardes exquisitas de primavera. ¡°Aspiro a que sea un lugar vivo y diverso, nada m¨¢s. Que no sea solo un lugar donde se entre y se salga para comprar libros. Que se converse, se intercambie, se lea, se disfrute, se presenten libros y discos, se puedan mostrar pel¨ªculas¡±.
El nombre de Lolita no se debe a la novela de Nabokov. La an¨¦cdota es bastante sencilla: su hija mayor, Antonia, ten¨ªa unos cuatro a?os cuando bautiz¨® con ese nombre a la cachorra de pastor alem¨¢n de la casa. El dibujo de la perrita se transform¨® en el s¨ªmbolo de la marca que est¨¢ en cada uno de los libros de la editorial, en el letrero de la entrada de la librer¨ªa y en un cartel de dos metros que cuenta su historia y que se?ala que ¡°era una hembra hermosa, inquieta, juguetona, distinguida¡±. Antonia ahora tiene 25 a?os, es licenciada en Letras y junto a toda la familia es parte fundamental del engranaje de este espacio que parece querer volver a los or¨ªgenes. El fundador tiene confianza: ¡°La tendencia mundial es que se cierren las librer¨ªas de papel, pero pienso que hay un espacio. ?Qui¨¦n dijo que el mundo de los libros era tan masivo? Hay algunos que son le¨ªdos por miles de personas, y otros, por personas que se pueden contar con los dedos de una mano. Y eso no habla necesariamente de la calidad¡±.
Mouat ha tenido muchas vidas. Antes de convertirse en escritor, due?o de su propia editorial y ahora en librero ¡ªtodo el c¨ªrculo productivo de un libro¡ª fue un reconocido periodista. Comenz¨® en 1983 en la revista de oposici¨®n a la dictadura APSI; con los a?os se especializ¨® en f¨²tbol, deporte que le apasiona, aunque su verdadero oficio estaba en contar todo tipo de historias que pasaban desapercibidas frente a miradas desatentas. En 2001 public¨® El empampado Riquelme, un libro en el que reconstruye el destino de un personaje que lo obsesion¨® desde que supo de su existencia en el breve de un peri¨®dico: Julio Riquelme, un hombre que desapareci¨® en 1956 cuando viajaba con destino a Iquique, en el norte de Chile, y cuyos restos fueron encontrados d¨¦cadas despu¨¦s en medio del desierto. El texto es una de las joyas de la no ficci¨®n en Chile, se lee en las escuelas de periodismo y fue tal vez la primera de las obras en que Mouat sac¨® del olvido a hombres y mujeres entra?ables de este pa¨ªs.
Desde hace un tiempo decidi¨® dejarlo todo y concentrarse en su editorial y la librer¨ªa. Lo ¨²nico que conservar¨¢ ser¨¢n sus talleres de lectura, que desde ahora funcionar¨¢n en el s¨®tano de Lolita.
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