¡°Oriente Pr¨®ximo da para infinitas novelas negras¡±
Los corresponsales Joan Ca?ete y Eugenio Garc¨ªa Gasc¨®n presentan ¡®Expediente Bagdad¡¯
"Esto empez¨® casi como una broma. Est¨¢bamos viendo un partido de f¨²tbol en un bar de Jerusal¨¦n y alguien dijo: 'Con lo que Gasc¨®n sabe, escribir¨ªa una buena novela". Quien habla es Joan Ca?ete (Barcelona, 1973), corresponsal en la ciudad santa de 2002 a 2007, y la broma ha desembocado en Expediente Bagdad (Siruela), un libro escrito a cuatro manos junto a Eugenio Garc¨ªa Gasc¨®n (Barcelona, 1957), que reside en la zona desde 1991. Una trama polic¨ªaca que toma como trasfondo el Irak de 2003, un escenario apocal¨ªptico en el que confluyen la invasi¨®n estadounidense, la llegada de muyahidines extranjeros y el desmoronamiento del r¨¦gimen de Sadam Husein. La ciudad se convierte as¨ª en un personaje m¨¢s.
?Qu¨¦ lleva a dos corresponsales a aventurarse en este campo literario? "La novela negra es un buen veh¨ªculo para expresar una historia que tiene mucho trasfondo. Este tipo de literatura, adem¨¢s, es muy agradable de escribir y gusta leerla", explica Gasc¨®n, corresponsal de P¨²blico en Jerusal¨¦n. "Adem¨¢s, te permite hacer un retrato social y pol¨ªtico de un momento determinado que otros g¨¦neros no te dan", a?ade Ca?ete, de El Peri¨®dico. Si bien es cierto que este tipo de colaboraci¨®n no es muy habitual en el campo literario, s¨ª que es m¨¢s usual en periodismo, donde muchos reportajes se firman entre varios autores. "El resultado de una novela a cuatro manos es mejor de lo que habr¨ªamos hecho el uno sin el otro", tercia Ca?ete.
¡°Kapu?ci¨½ski hoy ser¨ªa un co?azo para cualquier peri¨®dico¡±
Joan Ca?ete
El trasfondo del libro no deja indiferente. "Lo que ocurri¨® en Irak en 2003 puede interpretarse como un inicio de la primavera ¨¢rabe que luego se ha convertido en un desastre para Oriente Pr¨®ximo", cuenta Gasc¨®n. "La ca¨ªda de Bagdad es en s¨ª misma una trama, un personaje insuperable: desde la llegada al aeropuerto de las tropas de EE UU a los dobles de Sadam, de la falta de informaci¨®n oficial al momento en que derribaron la estatua¡ Es un escenario incre¨ªble", dice Ca?ete.
Rememorar ahora que George W. Bush se present¨® en mayo de 2003 con un cartel en el que pod¨ªa leerse "Misi¨®n cumplida", como recuerda la novela, produce un cierto sonrojo. "Los analistas del Departamento de Estado de EE UU son, desde los noventa, idealistas y sin experiencia. Se propusieron llevar la democracia a la zona a cualquier coste, y ese coste ha sido terrible para sus poblaciones. Piensan que llevar las urnas a un pa¨ªs ya es democracia, pero hacen falta otras condiciones sociopol¨ªticas que no se dan en estos momentos", critica el corresponsal de P¨²blico. Para su compa?ero de El Peri¨®dico, "Irak representa la dicotom¨ªa que luego hemos visto en otros pa¨ªses ¨¢rabes: dictadores (a rato aliados, a rato enemigos) o islamistas. Y este escenario adelanta lo que luego han sido Siria o Libia".
Esta situaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo "da para infinitas novelas negras", se?ala Gasc¨®n. Una de ellas es la que se propone en Expediente Bagdad, cuyo protagonista, el doctor Rashid Al Said, es un polic¨ªa culto, occidentalizado y represaliado. "Es un personaje tr¨¢gico, sometido al destino como lo estaban los h¨¦roes griegos. El destino le marca lo que tiene que hacer, por eso decide quedarse en Bagdad", a?ade Gasc¨®n. Ambos autores han optado por hacer recaer el peso de la historia en un iraqu¨ª, en lugar de un occidental. Hay, adem¨¢s, un homenaje al c¨¢mara espa?ol Jos¨¦ Couso, asesinado en Irak por el Ej¨¦rcito de EE UU, pero narrado desde el punto de vista del polic¨ªa local, para quien la muerte es algo cotidiano.
En palabras de Ca?ete, Rashid ¡°es un antih¨¦roe t¨ªpico de este tipo de literatura, pero tambi¨¦n es una muestra de una generaci¨®n de gente educada, formada, occidentalizada que pod¨ªamos encontrar en Siria, Irak, Palestina, Egipto¡ Ahora nos preguntamos d¨®nde est¨¢n estos m¨¦dicos y abogados porque nos gustar¨ªa que fueran nuestros interlocutores en la zona. Pero esa generaci¨®n es la que fund¨® el Partido Baaz (el de Sadam en Irak y Al Asad en Siria), un partido laico y de corte modernizador que no nos ven¨ªa bien porque se opon¨ªa a la intervenci¨®n extranjera¡±, agrega.
Ambos corresponsales coinciden en que la novela permite un contexto y una libertad que cada d¨ªa cabe menos en el periodismo. "Una cr¨®nica tiene 60 o 100 l¨ªneas, esta novela tiene 300 p¨¢ginas. Eso permite crear una trama y situarla en un contexto amplio, donde se ve la historia y permite reflexionar m¨¢s", afirma Gasc¨®n. "Hoy en d¨ªa Kapu?ci¨½ski ser¨ªa un co?azo para cualquier peri¨®dico. Con un titular que no es el de las agencias, con un texto largu¨ªsimo¡ Y en lugar de eso tendr¨ªa que escribir en un editor web y mandar sus reportajes a Twitter y Facebook", ironiza Ca?ete. En su opini¨®n, cuenta mucho m¨¢s de lo que era el r¨¦gimen de Sadam el shock que el protagonista de la novela se lleva cuando descubre una carpeta entera con fotograf¨ªas de su vida tomadas por sus propios compa?eros que "cualquier reportaje sobre el r¨¦gimen".
La llegada de muyahidines extranjeros para luchar contra el invasor estadounidense tambi¨¦n se perfila en Expediente Bagdad. Unos luchadores que han devenido en el extremista Estado Isl¨¢mico (EI). El corresponsal de P¨²blico comenta: "Si acabamos con la estructura de Estado se genera el caos, y vemos que en los pa¨ªses ¨¢rabes esto lleva a que surjan con fuerza movimientos islamistas de ra¨ªz pol¨ªtica, como ha pasado tras las invasiones extranjeras en Afganist¨¢n, Irak, Siria, Libia¡". Para su colega de El Peri¨®dico, "hemos hecho lo mismo que en Afganist¨¢n cuando lo invadieron los sovi¨¦ticos, y all¨ª tomaron el poder los talibanes. Lo que ocurre es que ahora nos parecen hasta moderados en comparaci¨®n con el EI. Al Qaeda surge de los campos de entrenamiento financiados por la CIA en Afganist¨¢n para combatir la invasi¨®n sovi¨¦tica. En Siria e Irak hemos hecho exactamente lo mismo. A este paso, cuando surja el EI en Palestina echaremos de menos a Ham¨¢s", apunta.
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