Los ¡®biopic¡¯

El biopic es un g¨¦nero de ficci¨®n que se inspira en la biograf¨ªa de personas reales. Aunque es muy frecuentado y elogiado y recibe, sobre todo, numerosos premios de interpretaci¨®n, es un g¨¦nero escler¨®tico, entendido como tal el embotamiento de las funciones narrativas m¨¢s brillantes. El origen del biopic podr¨ªa remontarse a La odisea, pero la aparici¨®n de los grandes historiadores restringi¨® su valor docente y conmin¨® a los narradores a explorar las ilimitadas posibilidades de la ficci¨®n. Todo esto viene a cuenta de la nueva miniserie sobre la sucesi¨®n entre don Juan y el rey Juan Carlos I. El monarca, que capitane¨® la Transici¨®n democr¨¢tica, puede medirse ya con Carlos III y Alfonso XII como los m¨¢s evocados por el biopic. A¨²n no alcanza las cotas de Isabel de Castilla y Juana La Loca, verdaderos personajes de la ficci¨®n espa?ola de base real, pero su abdicaci¨®n en una apuesta decidida a favor de la vida privada lo convertir¨¢n, sin duda, en un fil¨®n que ninguna televisi¨®n comercial va a dejar descansar en los pr¨®ximos a?os.

Podr¨ªa bastar el ejemplo de Ciudadano Kane para evidenciar las limitaciones del biopic. Orson Welles y su guionista Herman Mankiewicz utilizaron a un personaje de ficci¨®n, Charles Foster Kane, para contar m¨¢s y mejor la aventura personal de un trasunto real, el magnate William Randolph Hearst. Nunca, ni las biograf¨ªas ni las pretendidas recreaciones de la vida real de esta persona, alcanzaron la complejidad y la precisi¨®n del retrato de ficci¨®n. Pero si a¨²n no fuera suficiente, podr¨ªamos echar un vistazo a la historia de la gran literatura y reconocer que personajes como Celestina, Alonso Quijano, Hamlet, Emma Bovary, Jacques y su criado, Julien Sorel, Humbert Humbert o Arcadio Buend¨ªa resultan inalcanzables en riqueza, evocaci¨®n, sugerencia, trascendencia y verdad por cualquiera de los intentos de biopic novelados desde el M¨ªo Cid a nuestros d¨ªas.

En el cine, Charlot, C. C. Baxter, Antoine Doinel, Michael Corleone, el doctor Isak Borg y don Anselmo Prohar¨¢n siguen m¨¢s vivos al d¨ªa de hoy que los biopics de Charles Chaplin, Gandhi, Mandela, Goya o Napole¨®n. En lo que se traduce como la mayor lecci¨®n de humildad que las personas reales sufren frente a los grandes personajes de la ficci¨®n cuando se trata de ser contado narrativamente.