Los diccionarios se refundan en los tiempos de Wikipedia
Las obras de referencia del idioma refuerzan su perfil multimedia para adaptarse a los cambios. Un simposio internacional debate en la RAE sobre el futuro digital
Ante una audiencia nutrida de fil¨®logos que buscan referencias para el futuro, y bajo dos vidrieras que ensalzan la Elocuencia y la Poes¨ªa, Jean Pruvost, catedr¨¢tico de la Universidad de Cergy-Pontoise (Francia), resumi¨® casi con lirismo lo que unos y otros reiterar¨ªan en sus disertaciones en el simposio sobre el futuro de los diccionarios organizado por la RAE: ¡°Un diccionario no pierde el alma si mantiene la explicaci¨®n sem¨¢ntica y a?ade otras referencias enciclop¨¦dicas¡±.
Im¨¢genes, sonidos, videos, enlaces y todo el arsenal multimedia posible ayudan a enriquecer las obras que se consulten en l¨ªnea sin que por ello se desvirt¨²e el rigor ling¨¹¨ªstico. Si los diccionarios quieren ser alguien en la Red tendr¨¢n que mudar la piel. ¡°Hay un cambio completo de paradigma. Hay que repensar el diccionario como herramienta y su papel como proveedor de informaci¨®n. Ha llegado la hora de preguntarse cu¨¢l ser¨¢ la f¨®rmula futura olvidando el formato papel¡±, plante¨® Laurent Catach, director de ediciones digitales del franc¨¦s Le Robert.
La hora tambi¨¦n ha llegado para la RAE, justo ahora que acaba de poner en la calle su 23? edici¨®n impresa del Diccionario de la lengua espa?ola ¡ªcon una tirada inicial de 100.000 ejemplares¡ª y que, como es tradici¨®n en la casa, deber¨ªan arrancar los trabajos para la 24?. Pero hasta aqu¨ª la era Gutenberg. Dado que la digital tiene a¨²n muchos aspectos desconocidos, la instituci¨®n invit¨® a especialistas europeos a poner en com¨²n sus experiencias en un simposio que finaliza hoy. ¡°Necesitamos cierto periodo de reflexi¨®n porque la tecnolog¨ªa est¨¢ modificando la relaci¨®n de las personas con la lengua¡±, se?al¨® Dar¨ªo Villanueva, secretario de la Academia.
El ¡®Oxford¡¯ incluye audios, im¨¢genes y mapas interactivos desde 2010
Ca¨ªda de ventas del 69%
La venta de diccionarios y enciclopedias ha sufrido un desplome continuado desde 2008. La facturaci¨®n ha ca¨ªdo un 69% y el descenso de ejemplares comercializados, un 80%, seg¨²n datos ofrecidos por Miguel Barrero, director de Negocios Digitales de Santillana.
2008. 146 millones de euros.
2009. 115 millones.
2010. 87 millones.
2011. 65 millones.
2012. 46 millones.
2013. 45 millones.
Entre tanta incertidumbre ¡ªc¨®mo ser¨¢ el producto y, sobre todo, c¨®mo se financiar¨¢¡ª, Villanueva tiene algo claro: la hegemon¨ªa impresa ha muerto. ¡°El Diccionario ser¨¢ concebido y elaborado sobre una base digital, del que habr¨¢ ediciones en papel. El orden de los factores ser¨¢ distinto. El libro seguir¨¢ existiendo pero este seminario nos ayudar¨¢ a pensar en ese Diccionario refundado sobre la base digital¡±.
La editorial de ¡®Le Robert¡¯ cobra por todos sus productos en Internet
Hasta ahora los productos virtuales emulaban, m¨¢s o menos, el formato impreso. Un tr¨¢nsito que ha servido para ir tirando unos a?os (las versiones digitales comenzaron alrededor del 2000, aunque antes se experiment¨® con otros formatos electr¨®nicos como el CD-Rom) pero los expertos consideran que se ha agotado. Michael Proffitt, director del Oxford English Dictionary, explic¨® ayer que en 2010 lanzaron una nueva plataforma que ha enriquecido el contenido digital con audios ¡ªse incluyen pronunciaciones inglesa y americana¡ª, enlaces a contenidos relacionados, etimolog¨ªas, informaci¨®n ortogr¨¢fica e hist¨®rica o animaciones virtuales. En breve se incorporar¨¢n infograf¨ªas.
En la Red no hay l¨ªmites. El DRAE recoge 93.000 entradas, pero su equivalente virtual podr¨ªa tener otras descartadas por exigencias de espacio y no por consideraciones lexicogr¨¢ficas. Pruvost alert¨® sobre el riesgo para las obras de referencias si no aceptan las reglas del juego virtual. ¡°El usuario quiere aprovechar las ventajas de la inform¨¢tica y no est¨¢ de acuerdo con que no se le ofrezca el confort de las nuevas herramientas. Puede ocurrir que se alejen de diccionarios de gran valor en beneficio de r¨¢pidos motores de b¨²squeda¡±, se?al¨®. ¡°Profesores que antes usaban obras de referencia en papel se van ahora a la Wikipedia¡±, agreg¨® Catach.
Casi todos los expertos coinciden en el dise?o del nuevo traje digital, pero tambi¨¦n en la incertidumbre sobre la rentabilizaci¨®n del negocio en Internet. Le Robert, por ejemplo, cobra por sus productos, mientras que el Oxford tiene contenidos abiertos y otros de pago. El DRAE se ofrece gratis en la Red. Es una de las razones que explica el desplome en las ventas de enciclopedias y diccionarios, no la ¨²nica. Miguel Barrero, director general de negocios digitales de Santillana, describi¨® la complejidad del escenario: ¡°El sector lexicogr¨¢fico est¨¢ sufriendo una tormenta perfecta: crisis econ¨®mica, migraci¨®n a lo digital y gratuidad en las consultas¡±. No todo es pesimismo para Barrero: ¡°Nunca ha habido tantas oportunidades de prestar un servicio de lexicograf¨ªa como ahora, que las consultas se embeben en numerosos actos digitales¡±.
Babelia
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