Perico Vidal, el hombre que todos conoc¨ªan
Marcos Ord¨®nez retrata en un libro la fascinante vida del cineasta
Frank Sinatra le presentaba as¨ª: ¡°My friend Pedro, the man who saved my life in Spain¡± (¡°Mi amigo Pedro, el tipo que me salv¨® la vida en Espa?a¡±). David Lean le consideraba casi un hijo y le regal¨® 50.000 d¨®lares tras su trabajo en Doctor Zhivago. En un festival de Cannes, cuando a¨²n se dedicaba al periodismo, conoci¨® a Orson Welles y al final de una entrevista el cineasta le solt¨®: ¡°Voy a rodar Mr. Arkadin en Espa?a. ?Quieres ser mi assistant?¡±. El aludido respondi¨®: ¡°No conozco la t¨¦cnica¡±, a lo que Welles replic¨®: ¡°Es muy f¨¢cil. Si eres muy est¨²pido tardas 15 minutos en aprenderla; si eres normal, 10¡±. Y con el genio estadounidense debut¨® en el cine.
Era Perico Vidal, ayudante de direcci¨®n de Joseph L. Mankiewicz, Carol Reed, Terence Young, Sidney Lumet y Nicholas Ray. Amante del jazz, de la fiesta, de las mujeres. Del mejor alcohol. Nacido en Par¨ªs en 1926. Fallecido en Madrid en 2010. Miembro de la troupe de aquellos excepcionales t¨¦cnicos espa?oles que levantaron las grandes producciones hollywoodienses de los a?os cincuenta y sesenta en una naci¨®n franquista que empezaba a despertarse. Y el protagonista del ¨²ltimo libro de Marcos Ord¨®?ez, Big time: la gran vida de Perico Vidal (Libros del Asteroide).
Ord¨®?ez cruz¨® sus pasos con este vividor, con este personaje bigger than life cuando preparaba su libro sobre Ava Gardner Beberse la vida. ¡°Todo el mundo me hablaba del ¨¢tico de Perico en la calle de Pr¨ªncipe de Vergara, rebautizado como Hostal Vidal, por donde pasaban los artistas que tocaban en Madrid en fiestas sin fin... Era el hombre clave de la ¨¦poca¡±, recuerda el cr¨ªtico y escritor. En 2003 le entrevist¨® por primera vez. Se siguieron viendo y llenando casetes con sus charlas hasta 2008. ¡°Intent¨¦ convertir aquellas conversaciones en un libro, pero nadie le conoc¨ªa fuera de su mundo. Y Perico siempre defend¨ªa que ¨¦l no era importante, que Welles, Sinatra o Lean eran los aut¨¦nticos protagonistas¡±. Vidal muri¨® en 2010 y cuando Ord¨®?ez empez¨® a publicar algo de su material en su blog en 2012 apareci¨® la hija de Vidal, Alana, que conforma ahora una segunda parte del libro completando el retrato de un ser fascinante.
Disc¨ªpulo y mano derecha de David Lean, fue amigo ¨ªntimo de Frank Sinatra
¡°Hablamos de un mont¨®n de cosas, pero ¨¦l era muy p¨²dico. Por ejemplo, le costaba contar sus d¨ªas con Sinatra. Y prefer¨ªa charlar sobre su equipo, sobre aquella panda de t¨¦cnicos que eran unos fuera de serie. Por eso les llamaban tanto los americanos, que disfrutaban con estos hombres apasionados y entregad¨ªsimos¡±, asegura Ord¨®?ez. ¡°Eran enormes narradores, parec¨ªan vaqueros contando historias m¨ªticas a la luz del hogar. Perico lograba retratar a cualquiera con un par de frases y a la vez se guardaba para s¨ª algunas an¨¦cdotas. Ni tampoco se dejaba llevar por la acritud o la amargura ni le gustaban los ajustes de cuentas con personas de su pasado. Cuando empezaron nuestras charlas algunas de sus historias parec¨ªan exageradas. Como el cheque que le regal¨® Lean... hasta que un d¨ªa apareci¨® con la carta y la fotocopia del documento¡±.
El ayudante de direcci¨®n, que en la Barcelona de inicios de los cincuenta organizaba conciertos de jazz, se hace indispensable en la vida de Sinatra durante el rodaje de Orgullo y pasi¨®n, cuando le acompa?a en sus disputas y reconciliaciones con Ava Gardner.
Vidal habla. De Liz Taylor y Juan Belmonte. De su temporada en Estados Unidos con Sinatra. De 55 d¨ªas en Pek¨ªn, de Nick Ray ¡ª¡°un tipo sensacional, de los que ya no se fabrican¡±, asevera el cineasta¡ª, de Rey de reyes, The hill, de su profunda amistad con David Lean, al que conoce en Lawrence de Arabia. Vidal es el responsable de que Julie Christie act¨²e en Doctor Zhivago y fuma peyote con Robert Mitchum mientras ruedan La hija de Ryan. Vivi¨® en Par¨ªs, Harlem, Los ?ngeles, R¨ªo de Janeiro, Cuernavaca, Miami, Barcelona y Madrid. En su boda en Las Vegas asistieron como padrinos Jane Fonda y Roger Vadim. ¡°Reconoc¨ªa con nitidez que en aquella Espa?a franquista Vidal y sus amigos viv¨ªan como en islas. Habitaban fuera del tiempo y del lugar¡±, dice el escritor.
Lleg¨® la ca¨ªda. El alcoholismo. ¡°Sus amigos, a los que ¨¦l hab¨ªa cuidado en los buenos tiempos, le ayudaron a remontar¡±, recuerda Ord¨®?ez. ¡°Y sigue, apasionado, trabajando a los ochenta a?os, hasta el c¨¢ncer final. Sab¨ªa estar, pose¨ªa una clase impresionante y una simpat¨ªa arrebatadora. Ten¨ªas que haberle conocido¡±.
Babelia
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