Lo que queda del carb¨®n

Recientemente Susanne Linke afirmaba respecto a la conservaci¨®n de un repertorio moderno que se deb¨ªa tener en cuenta todo lo que tuviera calidad. Pues bien, Ruhr-Ort re¨²ne los requisitos para mantenerse intelectualmente en ese repertorio activo de modo que los espectadores de hoy tengan oportunidad de acercarse a este cuadro neotenebrista,duro y con un ritmo trepidante, pero siempre debiendo ser vista como un producto muy de su d¨¦cada y del gusto esc¨¦nico de entonces. La est¨¦tica de estos "hombres duros" de hoy no es ni por asomo parecida a los de 1991, fecha del exitoso estreno mundial, y de lo que sali¨® esa gira internacional que dur¨® casi cuatro a?os. La mina nunca fue tampoco un vergel, sino un sitio de fogueo y hasta de figurado sacrificio. En algunas mitolog¨ªas, el trozo de carb¨®n extra¨ªdo de la mina, al llegar a la superficie, se convierte en oro. Y esto, metaf¨®ricamente, pasa con el trabajo cor¨¦utico de Susanne Linke, que escarba hasta encontrar lo cristalizado, lo que podr¨ªa ser perenne.

La distribuci¨®n original de 1991 ten¨ªa tres actores y tres bailarines; en la actualidad, todos proceden del baile, m¨¢s o menos, y la plantilla ha sido ampliada por la propia Linke de seis a ocho elementos, cinco de ellos entrenados convencionalmente en escuelas de danza moderna (entre ellos dos cubanos y un colombiano) y contempor¨¢nea; y tres de ellos procedentes de ritmos urbanos (figuran un egipcio, un natural de la propia Bochum y un deportista de Colonia), los llamados "b-boys". El nivel de baile de este grupo es discreto y respira por su emergencia, dando lugar a explayarse en ese humor c¨¢ustico, a la aspereza del ambiente y a la bruma de ¨®xido que parece cubrir el espacio. Naturalmente, hay cosas que han cambiado en la propia lectura coreogr¨¢fica, y otras permanecen como sus se?as de identidad y de estilo.

En 1991 se sab¨ªa perfectamente en la Alemania reci¨¦n reunificada (y esto viene a cuento estos d¨ªas con las celebraciones de la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn) c¨®mo iba a ser el destino de la industria, la miner¨ªa y hasta las f¨¢bricas de conservas del este, una crisis que se deb¨ªa pasar y superar, con un tan necesario como hist¨®rico buen fin, que arrastr¨® a zonas del oeste, y era el caso de la ya tocada entonces cuenca del rio Ruhr, donde est¨¢ Bochum y sus minas de carb¨®n (algunas son hoy d¨ªa algo as¨ª como una atracci¨®n tur¨ªstica). Por eso hay algo de canto premonitorio y de ah¨ª la gravedad del tratamiento coral, concertante por despiadado, y donde hay un retrogusto muy sangu¨ªneo por la marcialidad, como si la conciencia de grupo fuera la ¨²nica tabla de salvaci¨®n de la comunidad. En el plano t¨¦cnico, la reconstrucci¨®n de Renegade funciona como un mecanismo de relojer¨ªa ejemplar, luces, proyecciones, sonido y otros efectos. No hab¨ªa en la sala roja del Canal demasiado p¨²blico (poco m¨¢s de media entrada), pero esos espectadores conocedores se alzaron con calurosos aplausos y bravos.