¡®Tim¨®n de Atenas¡¯, un Shakespeare furioso
Julio Manrique, a las ¨®rdenes de David Selvas, ofrece un trabajo antol¨®gico, plet¨®rico de energ¨ªa y emoci¨®n, en una de las piezas menos representadas de Shakespeare
David Selvas y Julio Manrique han elegido un Shakespeare escasamente representado, Tim¨®n de Atenas, para inaugurar en la cripta de la Biblioteca de Catalunya la temporada de La Brutal, sugestiva mixtura de compa?¨ªa y productora esc¨¦nica, de la que luego hablaremos. Tim¨®n de Atenas es una pieza extra?a, dif¨ªcil, que el poeta escribe en 1607, casi como p¨®rtico o primera incursi¨®n en la experimentaci¨®n formal de los romances, a caballo entre la f¨¢bula y el discurso moral. Poco se sabe de esta obra. Seg¨²n algunos estudiosos, Shakespeare intent¨® escribirla mano a mano con Thomas Middleton, pero no est¨¢ probado. Parece, igualmente, que no la termin¨®, que tal vez se cans¨® de ella y la ech¨® al caj¨®n; en todo caso no hay constancia de su estreno y no se edita hasta veinte a?os despu¨¦s. Es posible (aventuro) que se le cruzara Coriolano, compuesta por las mismas fechas, y que el personaje de Alcib¨ªades, el militar amigo de Tim¨®n y repudiado por los senadores atenienses, con el que el antih¨¦roe romano guarda no pocas semejanzas, fuera su germen. Alcib¨ªades se dir¨ªa un tanto abandonado por Shakespeare: forma parte del grupo de invitados de Tim¨®n al principio, es vago espejo de su ca¨ªda y agente final de la destrucci¨®n de la ciudad, pero tiene muy pocas escenas. Tampoco sabemos demasiado de Tim¨®n: le conocemos como millonario, generoso y mecenas, sin familia ni amante; se nos dice, tarde y muy de pasada, que fue militar, y su muerte, quiz¨¢ fruto de un suicidio, es una inc¨®gnita. Acerca de su perfil psicol¨®gico se me ocurren dos posibilidades, a elegir: a) necesita ser adorado, pero es un manirroto y un ingenuo al que levantan la camisa, detonando su c¨®smica ira, y b) (m¨¢s interesante) anhela secretamente ser despojado de todo, para abocarse a la nada.
La trama de esta curiosa mezcla de tragedia, comedia sat¨ªrica y alegato furioso es lev¨ªsima: bien podr¨ªa haber sido un mon¨®logo o un poema dram¨¢tico. Salvo Alcib¨ªades, el fiel criado Flavio (aqu¨ª convertido en Flavia) y el virulento Apemanto, mis¨¢ntropo profesional, los restantes personajes son apenas sombras, pinceladas sin individualizar, dos grupos compactos: la peque?a corte de par¨¢sitos y aduladores que rodea a Tim¨®n, y los visitantes sin nombre, ir¨®nicamente equiparados por Shakespeare (ladrones, senadores) que acuden luego a su cueva. Cuando Tim¨®n se retira del mundo, la acci¨®n se para y pasa a ser reflexi¨®n (imprecatoria, pero reflexi¨®n). Tal vez se le empantan¨® a Shakespeare la historia, en busca de esa nueva forma; quiz¨¢ pens¨® que no funcionar¨ªa, que resultaba demasiado amarga. Pienso ahora en Troilo y Cresida, otra cumbre de la amargura que tampoco lleg¨® a estrenarse, y en la que aparece un antecedente de Tim¨®n: el loco Tersites, que anhela una epidemia de s¨ªfilis que acabe con Atenas. Se me cruza otro puente: ?y no ser¨ªa Tim¨®n, a su vez, una simiente (obvia) del Alceste de Moli¨¨re? Vuelvo al texto: los mon¨®logos de la segunda parte, que tienen la c¨®lera de Otelo y la locura c¨®smica de Lear, pero acaban resultando un tanto reiterativas; cada nuevo visitante recibe oro, oro pintado con el color de la f¨¢bula, y las mismas andanadas, las mismas ¨®rdenes de destrucci¨®n, que llegan a fatigar, m¨¢s al lector que al oyente.
Se ha montado poco en nuestro pa¨ªs: en el Lliure se vio hace 24 a?os, con Llu¨ªs Homar a las ¨®rdenes de Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s. David Selvas la ha situado en la Atenas actual, v¨ªctima extrema de la crisis, y las palabras de Tim¨®n adquieren ahora una resonancia contundente. Caigo en la cuenta de que Peter Brook eligi¨® la pieza para inaugurar Bouffes du Nord, con Fran?ois Marthouret como protagonista, en 1974, ¡°cuando Occidente despert¨® brutalmente de su ensue?o consumista por la crisis del petr¨®leo¡±, y pienso que un par de a?os m¨¢s tarde Sid Vicious podr¨ªa haber sido un Tim¨®n muy adecuado. V¨¦ase el pasaje m¨¢s punki: ¡°?Esclavos y locos, arrancad de sus bancos a los senadores viejos y arrugados y gobernad en su lugar! ?J¨®venes v¨ªrgenes, tornaros putas ante vuestros padres! ?No ced¨¢is, arruinados, y tomad cuchillos para cortar el cuello de los acreedores! ?Criados, robad: vuestros amos son m¨¢s ladrones que vosotros, pues roban bajo el amparo de la ley! ?Adolescente, arrebata la muleta a tu padre renqueante y ¨¢brele a golpes la cabeza! ?Ni?os, desobedeced!¡±.
Esta es una traducci¨®n apresurada y paup¨¦rrima a partir de la hermosa versi¨®n catalana de Salvador Oliva, sobre la que David Selvas y Sergi Pompermayer han armado su dramaturgia. Hay opciones que funcionan, como la que reconvierte a Alcib¨ªades (brioso ?scar Rabad¨¢n) en jefe de los Servicios Secretos, responsable de la muerte de un l¨ªder antisistema, y muestran pareja fuerza la Flavia de Marta Marco y el Apemanto de Jordi Rico, pero Mireia Aixal¨¤ (Lucila), F¨¨lix Pons (L¨²culo), Enric Auquer (Lucilio) y Albert Ribalta (Sempronio) tienen, pese a su entrega, poca tela que cortar, como dec¨ªa al principio. Tim¨®n de Atenas es, indiscutiblemente, la funci¨®n de Julio Manrique, uno de nuestros mejores actores j¨®venes, que ofrece un complet¨ªsimo recital, plet¨®rico de energ¨ªa y emoci¨®n: sin desmerecer el trabajo de sus compa?eros de reparto, cabe decir que vale la pena ver el montaje de Selvas por la deslumbrante interpretaci¨®n de Manrique, convincente, conmovedor, poderoso, y de nuevo a la altura de su labor en Hamlet (2009), en Incendis (2012) y L¡¯orfe del Clan dels Zhao (2013). A resaltar, igualmente, la sencilla pero efectiva escenograf¨ªa de Max Glaenzel, que hace estallar la basura acumulada tras los blancos muros de la mansi¨®n de Tim¨®n, y el proyecto de La Brutal, a caballo de textos contempor¨¢neos, creaciones colectivas y adaptaciones de cl¨¢sicos, todo ello con vistas a la proyecci¨®n internacional. As¨ª, tras Tim¨® d¡¯Atenes seguir¨¢n Los esqueiters, de Nao Albet y Marcel Borr¨¤s; Santa Nit, de Cristina Genebat, y Tot pels diners, una producci¨®n del Lliure, con textos y puestas de Iv¨¢n Morales, Albet & Borr¨¤s, Victoria Szpunberg y David Selvas. Y, ya en la pr¨®xima temporada, el espect¨¢culo de danza-teatro World of Wolves, dirigido por la core¨®grafa Nuria Legarda, sobre textos de Shakespeare. ?Enhorabuena y adelante!.
Tim¨® d¡¯Atenes. William Shakespeare. Adaptaci¨®n: Sergi Pompermayer y David Selvas. Direcci¨®n: David Selvas. Int¨¦rpretes: Julio Manrique, Marta Marco, Jordi Rico, Mireia Aixal¨¤, Albert Ribalta,Enric Auquer, Oscar Rabad¨¢n y Felix Pons. Biblioteca Nacional de Catalunya, Barcelona. Hasta el 30 de noviembre.
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