El Museo de Arte de Berna acepta la parte leg¨ªtima de la colecci¨®n Gurlitt
Alemania seguir¨¢ analizando qu¨¦ obras fueron robadas para devolverlas a sus propietarios
oluci¨®n salom¨®nica para el mayor culebr¨®n art¨ªstico-pol¨ªtico de los ¨²ltimos a?os en Alemania. El Museo de Arte de Berna comunic¨® el lunes que acepta el legado del coleccionista Cornelius Gurlitt, formado por m¨¢s de un millar de pinturas. Pero a Suiza solo viajar¨¢n las obras que el padre de Cornelius, Hildebrand, compr¨® de forma leg¨ªtima. Un comit¨¦ de expertos seguir¨¢ analizando en territorio alem¨¢n qu¨¦ cuadros fueron expoliados por los nazis y tratar¨¢ de devolverlos a sus leg¨ªtimos propietarios.
¡°Con este acuerdo, hemos querido asumir nuestra responsabilidad hist¨®rica sobre las injusticias cometidas por el r¨¦gimen nacionalsocialista. Hemos hecho lo que deb¨ªamos a las v¨ªctimas no solo desde el punto de vista legal, sino tambi¨¦n moral¡±, asegur¨® la secretaria de Estado de Cultura, Monika Gr¨¹tters, junto al responsable del centro suizo que se har¨¢ cargo de la colecci¨®n y el ministro de Justicia del Estado federado de Baviera.
El modesto Museo de Arte de Berna ¨Ccon un presupuesto anual que ronda los ocho millones de euros y que recibe cada a?o entre 100.000 y 200.000 visitantes- ha aceptado una magn¨ªfica colecci¨®n con pinturas de Chagall, Picasso, Renoir y Matisse, entre muchos otros. As¨ª lo dej¨® escrito en su testamento Gurlitt, que falleci¨® a los 81 a?os el pasado mes de mayo en M¨²nich. ¡°No ha sido una decisi¨®n f¨¢cil. Nosotros no tenemos una sensaci¨®n de triunfo. Lo m¨¢s importante ahora es hacer justicia¡±, dijo en Berl¨ªn el presidente del consejo de la fundaci¨®n del museo, Christoph Sch?ublin. ¡°Suiza, donde se refugiaron tantos artistas durante la dictadura nazi, es un buen lugar para esta colecci¨®n¡±, a?adi¨® la secretaria de Estado.
Se cierra as¨ª un cap¨ªtulo de esta historia que comenz¨® en 2010, cuando la polic¨ªa descubri¨® que Gurlitt viajaba en un tren de M¨²nich a Z¨²rich con una gran cantidad de dinero en efectivo. Dos a?os m¨¢s tarde, en medio de una investigaci¨®n por evasi¨®n fiscal, el registro del piso muniqu¨¦s del anciano llev¨® al descubrimiento de una fabulosa colecci¨®n con 1.280 obras de arte. M¨¢s tarde, en su casa de Salzburgo aparecer¨ªan m¨¢s pinturas. Las sospechas de un origen ileg¨ªtimo afectan a medio centenar de las obras aparecidas en M¨²nich y las cerca de 240 halladas en Salzburgo.
Pero el punto final de esta historia no se ha escrito a¨²n. No solo porque el comit¨¦ deba discernir a¨²n qu¨¦ obras ir¨¢n a Suiza y cu¨¢les habr¨¢ que devolver. Sino tambi¨¦n porque una prima de Gurlitt, Uta Werner, reclam¨® de forma sorprendente la semana pasada la impugnaci¨®n del testamento de su primo. Werner, de 86 a?os, argumentaba que Gurlitt padec¨ªa en los ¨²ltimos d¨ªas de su vida ¡°ideas paranoicas¡±, por lo que el documento que firm¨® al final de su vida no deber¨ªa ser v¨¢lido.
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