Yincana en la miseria
Jean-Luc Godard y Jacques Rivette, con sus teor¨ªas alrededor de la ¡°cuesti¨®n moral¡± del travelling o ¡°la abyecci¨®n¡± de aquel m¨ªtico reencuadre en Kap¨° (Gillo Pontecorvo, 1960), se hubieran puesto las botas con pel¨ªculas como Slumdog millionare y Trash. La miseria de dise?o, la basura como juego, la escapada del arroyo a trav¨¦s de un concurso de televisi¨®n, de una yincana policial. Los ni?os de las zonas m¨¢s depauperadas de la Tierra, filmados y fotografiados con el rigor ¨¦tico de un reportaje de moda infantil de un suplemento semanal. Stephen Daldry, en la direcci¨®n, y Richard Curtis, en el guion, adaptan una novela de Andy Mulligan, nacida a la sombra de Slumdog millionaire. R¨ªo de Janeiro, en lugar de Bombay. Misma pobreza, semejante estilo visual. La indigencia como espect¨¢culo, sin una m¨ªnima cuota de credibilidad: Trash.
Cuando hace tres a?os se estren¨® Tan fuerte, tan cerca, la anterior pel¨ªcula de Daldry, algunos ya acudimos a Rivette y Godard para intentar explicar lo que significa la pornograf¨ªa sentimental y el esteticismo del dolor. Pero el brit¨¢nico reincide, lejos de la brillante emoci¨®n de sus dos primeras obras, Billy Elliott y Las horas, componiendo con falso br¨ªo su oda a los buenos sentimientos y abusando de las acciones en paralelo. Trash ser¨¢ comparada no pocas veces estos d¨ªas con Ciudad de dios (Fernando Meirelles, 2002), pero, a pesar de su lujoso lenguaje cinematogr¨¢fico, all¨ª tambi¨¦n hab¨ªa lirismo, un negr¨ªsimo sentido del humor, un crudo realismo y un poso tr¨¢gico sobre el car¨¢cter fat¨ªdico del destino.
TRASH
Direcci¨®n: Stephen Daldry.
Int¨¦rpretes: Wagner Moura, Selton Mello, Rooney Mara, Martin Sheen, Rickson Tevez.
G¨¦nero: drama. R U, 2014.
Duraci¨®n: 115 minutos.
En el lado positivo de la pel¨ªcula, ¨ªnfimo en comparaci¨®n con sus problemas de base, Curtis, experto en emociones melodram¨¢ticas (Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill, Love actually), aunque en ambientes opuestos, al menos otorga empaque a la estructura de la historia, no as¨ª a su esencia, a la que resulta imposible darle vuelo, absurda en su sistem¨¢tica de juego para tarde de cumplea?os infantil.
Y es que filmar a unos cr¨ªos ba?¨¢ndose en una charca inmunda en medio de un basurero como si se estuviera retratando una urbanizaci¨®n de lujo, donde una botella de Sprite ejerce de iluminaci¨®n nocturna de piscina para ricos, es poco menos que, como dir¨ªa Rivette, abyecto.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.