Un anfitri¨®n feliz
Documentales como 'Bigas Luna, el buen anfitri¨®n' permiten al espectador reconciliarse con esa empresa de manipulaci¨®n en la que que se ha convertido RTVE
Documentales como Bigas Luna, el buen anfitri¨®n, de Genma Soriano y Sergi Castelar, permiten al espectador reconciliarse con esa empresa de manipulaci¨®n pol¨ªtica en la que que, cada d¨ªa con m¨¢s descaro, se ha convertido RTVE. Frente a la desfachatez de la nueva c¨²pula directiva joseantoniana (S¨¢nchez y Gund¨ªn), espacios como la serie Imprescindibles, a la que pertenece el documental sobre Bigas, demuestran que es posible una televisi¨®n p¨²blica bien hecha, pensada para la ciudadan¨ªa que la paga y no para el partido pol¨ªtico que ocupa el poder y que aspira a ocuparlo de nuevo con su ayuda.
Y si el cine es entretenimiento, historias contadas y patio de butacas que hay que llenar, tambi¨¦n es una herramienta espl¨¦ndida para el conocimiento de personas, ¨¦pocas o acontecimientos. Despu¨¦s de contemplar sus 56 minutos, el espectador conoce m¨¢s y mejor al protagonista, un individuo tan polifac¨¦tico y disfrut¨®n como lo fue Bigas. Actores, mujer, hija, estudiosos, galeristas, amigos, productores y guionistas desfilan por sus im¨¢genes aportando un dato, un recuerdo que nos acercan al realizador.
Jordi Molla lo recordaba: "Me acuerdo cuando me dijo: 'S¨®lo soy bueno para sentar gente a la mesa". No es verdad y es cierto porque para Bigas, la mesa, el comer, beber y charlar en realidad era la s¨ªntesis del mundo. En torno a la mesa est¨¢n los productos del huerto, el placer del gusto, la amistad, el amor, la iron¨ªa de las conversaciones, las miradas... un mundo que amaba y al que se entreg¨® con serena intensidad. Todo ello se muestra en el documental en el que se intercalan secuencias de su amplia filmograf¨ªa, y se hace como, probablemente, le hubiera gustado al realizador: sin calificaciones morales, sin distinciones entre cortos y largos, tratando con igual respeto piezas espl¨¦ndidas como su Jam¨®n, jam¨®n o La camarera del Titanic con sus cortos er¨®ticos o ese v¨ªdeo fant¨¢stico en el que Bigas, habl¨¢ndoles en ingl¨¦s, nos va explicando qui¨¦n es qui¨¦n de cada uno de sus tres perros mientras ellos posan impecablemente ante la c¨¢mara de su due?o.
Hitchcock, Bu?uel, Goya, Dal¨ª, la paella, las tragaperras de los bares, sus dibujos y cuadros, sus palmeras y algarrobos, Hollywood y Juani la poligonera, s¨®lo falt¨® algo de sus puestas en escenas de El Plata, pero en ese Imprescindibles est¨¢ Bigas y su mundo. Lo resumi¨® muy bien su hija Betty: "Era un director de cine, un artista, un intelectual, un ecologista convencido, un fil¨®sofo, un seductor¡ pero sobre todo,Bigas era un buen anfitri¨®n".
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