El estudio Selgascano dise?ar¨¢ un pabell¨®n de la Serpentine de Londres
Los arquitectos espa?oles suceden en el encargo a Gehry, Hadid o Niemeyer
Los autores del Palacio de Congresos de Cartagena y del auditorio de Badajoz, Jos¨¦ Selgas (San Sebasti¨¢n, 1965) y Luc¨ªa Cano (Madrid, 1965), ser¨¢n los primeros arquitectos espa?oles que dise?en un pabell¨®n de verano para la Serpentine Gallery de Londres. La galer¨ªa lleva 15 a?os encargando arquitecturas ef¨ªmeras a los m¨¢s reputados proyectistas internacionales. Esa tradici¨®n naci¨® de una necesidad: ampliar las instalaciones de junio a principios de octubre para acoger all¨ª conferencias y debates. Pero se convirti¨® en un escaparate de la arquitectura de vanguardia ¨Cen sus primeros a?os- y ha terminado erigi¨¦ndose en un term¨®metro de la transformaci¨®n de la propia profesi¨®n, en las ¨²ltimas intervenciones.
As¨ª, del primer pabell¨®n de la anglo-iraqu¨ª Zaha Hadid -que inici¨® la colecci¨®n en el a?o 2000 con una micro-arquitectura marca de la casa- a los m¨¢s recientes, del japon¨¦s Sou Fujimoto (2013) o el chileno Smiljan Radic (2014), el pabell¨®n parece querer hacerse eco de los grandes cambios que han sacudido la arquitectura en el ¨²ltimo lustro. Fujimoto y Radic plantearon que un andamio pod¨ªa ser arquitectura o que la paradoja de la b¨²squeda de la permanencia frente a la ligereza de los nuevos materiales redefin¨ªa la profesi¨®n.
La propuesta de Selgascano ser¨¢ la 15? de una colecci¨®n que, curiosamente, no ha vuelto a invitar a ning¨²n otro proyectista brit¨¢nico. En tres lustros, el pabell¨®n de la Serpentine ha pasado de reunir las piezas m¨¢s ic¨®nicas y visuales de Daniel Libeskind, Toyo Ito, el brasile?o Oscar Niemeyer (que no lleg¨® a visitarlo), los holandeses MVRDV ¨Cque no llegaron a construirlo-, Rem Koolhaas o Frank Gehry, a apostar por otro tipo de espect¨¢culo: el de la investigaci¨®n.
A partir de que, en el a?o 2011, Peter Zumthor optase por encerrar un jard¨ªn para dar a entender que poco m¨¢s se pod¨ªa sumar a un parque cuyos ¨¢rboles acumulan a?os de historia, ra¨ªces y altura, los pabellones ¨Co tal vez los arquitectos- cambiaron. Otros suizos, Jacques Herzog& Pierre de Meuron, indagaron un a?o despu¨¦s en lo menos ic¨®nico, lo invisible: desenterrando en un gran agujero las huellas del lugar. Y, en las ¨²ltimas ediciones, Fujimoto y Radic han levantado sus construcciones para hablar de posibilidades inexploradas de la arquitectura.
Es revelador c¨®mo cada uno de estos proyectistas invitados por la directora del centro, Julia Peyton-Jones, y el comisario Hans Ulrich Obrist ha respondido recurriendo a una idea, una imagen o un material. Desde que los suizos hicieran ¡°desaparecer¡± el pabell¨®n hundi¨¦ndolo en el solar, desmaterializar la presencia del acontecimiento arquitect¨®nico anual m¨¢s esperado cada primavera en Londres se ha convertido en tradici¨®n. En esa l¨ªnea trabajar¨¢ el estudio madrile?o Selgascano. ¡°Indagaremos en la transparencia¡±, explica Selgas.
Dise?ar el pabell¨®n de la Serpentine es un trabajo duro que se vive como un premio. A pesar del cheque en blanco arquitect¨®nico que ofrece esta oportunidad (con una ubicaci¨®n privilegiada y libertad para experimentar) el presupuesto que manejan (1.275 euros por metro cuadrado) obliga a trabajar con el ingenio como principal recurso. Los pabellones se financian con su venta a coleccionistas por eso uno de los requisitos es que sean completamente desmontables. A partir de ah¨ª, Selgas explica que trabajan con lo que hay: el gran parque que es Kennsington Gardens y el hecho de construir en el centro de Londres. ¡°En ese marco, lo ¨²nico claro es tratar de no molestar¡±. Por eso han pensando en la transparencia ¨Cpoco habitual en los trabajos de los madrile?os, que conf¨ªan sus acabados a materiales industriales transl¨²cidos y coloristas-. En junio comprobaremos el resultado de combinar la resta y ese respeto al lugar al que se refieren los espa?oles con todo el ingenio que van a necesitar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.