David Ant¨®n: ¡°Lo ¨²nico que necesita uno es amor y un perro¡±
El escen¨®grafo mexicano m¨¢s prol¨ªfico del siglo XX, trabaja en su particular templo barroco, un apartamento que comparte con su pareja, el escritor Fernando Vallejo
En una repisa sobre la mesa de dibujo hay una placa con la inscripci¨®n All you need is love¡ and a dog. "Es un regalo de una se?ora y es muy bonito, porque dice que lo ¨²nico que necesita uno es amor y un perro", explica David Ant¨®n en su cuarto de trabajo. El escen¨®grafo mexicano m¨¢s prol¨ªfico del siglo XX, activo a sus 91 a?os, vive en un departamento de la Ciudad de M¨¦xico con el escritor colombiano Fernando Vallejo, su pareja desde hace cuatro d¨¦cadas, y con una cachorra tan vigorosa que de nombre le han puesto Brusca. Vallejo la recogi¨® en la calle en septiembre, tras perseguirla durante unos instantes sin conseguir atraparla, y la han adoptado como sustituta de su anterior perra, Kina,reci¨¦n fallecida.
Ant¨®n no ha dejado de proyectar escenas y dise?ar vestuarios desde principios de los cincuenta. Ha hecho ¨®pera, ballet, teatro comercial, teatro cl¨¢sico, obras peque?as, grandes, medianas. "F¨ªjate que no s¨¦ exactamente cu¨¢ntas, pero una barbaridad. F¨¢cil yo creo que unas ochocientas habr¨¦ hecho". En un cuaderno tiene apuntados a m¨¢quina los t¨ªtulos y el n¨²mero de cada a?o: 1966, 18 obras; 1964, 22. "Imag¨ªnate, y mira el 63". Treinta y una obras. ?Por qu¨¦ hac¨ªa tantas? "Pues no s¨¦, a mi familia, sin ser rica, nunca le falt¨® de nada, pero me vi envuelto en el trabajo y ya, una tras otra". Como ejemplo, algunas recogidas en el libro En los andamios del teatro (Escenolog¨ªa; M¨¦xico, 2013), dedicado a su carrera: Panorama desde el puente, de Arthur Miller; Bocetos para Lucrecia Borgia, de Alejandro Jodorowski; La hora espa?ola, de Ravel; La vida es sue?o, de Calder¨®n de la Barca; La traviata, de Verdi; Do?a Flor y sus dos maridos, de Jorge Amado. La ¨²ltima que ha hecho es Turandot, de Puccini, en 2013, y tiene en agenda otra con la actriz Silvia Pinal, la Viridiana de Bu?uel, y con el director Jos¨¦ Luis Ib¨¢?ez. Desde que llegaron a esta casa, hace 42 a?os, ¨¦l trabaja sentado en el mismo taburete de madera y con la misma mesa. Junto al precepto sobre el amor y los perros hay una fotograf¨ªa en blanco y negro de una mujer bell¨ªsima, sostenida con unas chinchetas contra la pared.
¡ª?Qui¨¦n es ella?
La casa tiene dos autores, pero s¨®lo un escen¨®grafo. Las paredes del sal¨®n est¨¢n forradas de una tela rosada con motivos florales
¡ª?Esa es Greta Garbo, hombre...!
El cuarto es mediano. Hay tres cuadros de Jean Cocteau de formato peque?o y un dibujo a tinta de Kokoschka. Ant¨®n muestra una obra del espa?ol Josep Renau, con quien entr¨® en contacto de joven dentro del ambiente de los exiliados republicanos. Su influencia lo aboc¨® a la pintura, aunque ya hab¨ªa empezado a pintar desde ni?o porque a su madre le gustaba el arte. Su padre, emigrante espa?ol, era comerciante. En una esquina tiene un lienzo en blanco que a¨²n no se ha animado a pintar, y al otro lado de la habitaci¨®n hay un antiguo cuadro suyo de un muchacho en calzones. Lo tiene porque el hombre que en su d¨ªa lo compr¨® dispuso que a su muerte se lo devolviesen al autor.
Vallejo teclea al lado de la puerta de entrada del cuarto de Ant¨®n. El espacio de trabajo de uno de los escritores vivos m¨¢s importantes en lengua espa?ola es un recodo en sombra, m¨¢s o menos amplio, del pasillo de su vivienda. Dice que ah¨ª no le molesta la luz. Usa una l¨¢mpara de mesa cuya base es la figura de un camello. "Qui¨¦n sabe de d¨®nde la trajo David". La casa tiene dos autores, pero s¨®lo un escen¨®grafo.
Las paredes del sal¨®n est¨¢n forradas de una tela rosada con motivos florales. "Es como una especie de gobelino", dice Ant¨®n. El suelo est¨¢ cubierto de alfombras persas. Buena parte de una pared la ocupa un espejo redondo que trajo de Argentina y encuadr¨® en una estructura dorada de forma flam¨ªgera que define como "un resplandor de iglesia". En la pared del fondo hay un cuadro grande de un arc¨¢ngel, vertical, con un candelero de volutas met¨¢licas a cada lado. En la mesa de la zona de estar hay una colecci¨®n de ceniceros sin ceniza, y en una mesilla cercana, una cabeza prehisp¨¢nica de Colombia. Sobre el aparador del comedor hay una foto suya con Mar¨ªa F¨¦lix, dedicada por la actriz. "Era fant¨¢stica, aunque dijesen que era grosera y altanera. No la dejaban en paz". Tambi¨¦n ense?a la hoja de informaci¨®n de una obra de teatro en la que particip¨®, La mandr¨¢gora, de Maquiavelo, y en la que Diego Rivera escribi¨®: "Su decorado me parece excelente". La perra Brusca corre enloquecida por en medio de todo este barroco escenario. Misteriosamente, nada toca, nada se cae.
Cuesti¨®n de gustos
1. ?En qu¨¦ libro se quedar¨ªa a vivir? En La monta?a m¨¢gica,de Thomas Mann.
2. ?A qu¨¦ autor de todos los tiempos invitar¨ªa a cenar? Desde luego, a Cervantes, que es el m¨¢s divertido de todos.
3. ?Cu¨¢l ha sido el mejor momento de su vida como escen¨®grafo? Pues mira, cuando conoc¨ª en Madrid a Tierno Galv¨¢n. Era un hombre extraordinario.
4. ?Qu¨¦ encargo no aceptar¨ªa jam¨¢s? Un encargo pol¨ªtico.
5. ?Qu¨¦ libro se le cay¨® de las manos? Ninguno. Si cae un libro en mis manos, soy incapaz de no terminarlo.
6. ?Qu¨¦ hizo el ¨²ltimo fin de semana? Leer.
7. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado? La importancia que se le ha dado a la prensa fr¨ªvola, a la prensa del coraz¨®n.
8. ?A qui¨¦n dar¨ªa el pr¨®ximo premio? ?Sabes qu¨¦? Mejor no demos premios.
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