Lo bueno y lo nuevo, una modesta refutaci¨®n de Harold Bloom

Casi a la vez que Patrick Modiano afirmaba en Estocolmo durante su discurso del Nobel que ¡°los escritores del futuro garantizar¨¢n el relevo como hace cada generaci¨®n desde Homero¡±, Harold Bloom le dec¨ªa a este peri¨®dico en su casa de New Haven que no cree que ¡°en la literatura contempor¨¢nea, ya sea en ingl¨¦s, en Estados Unidos, en espa?ol, catal¨¢n, franc¨¦s, italiano, en las lenguas eslavas, haya nada radicalmente nuevo¡±. Por supuesto, los dos tienen raz¨®n. Vayamos, radicalmente, a los matices.

Todo canon, incluido el de Bloom, se construye conjugando lo bueno y lo nuevo. Lo dif¨ªcil es, claro, establecer qu¨¦ significan una cosa y la otra. Respecto a lo bueno, pocos atinaron como el cr¨ªtico canadiense Northrop Frye al definir una obra maestra: aquella que es due?a de una visi¨®n siempre m¨¢s vasta que la de sus mejores lectores. Respecto a lo nuevo, pocos tan radicales como el fil¨®sofo espa?ol Jos¨¦ Luis Brea: ¡°una propuesta que no a?ade nada al c¨®digo con el que va a ser comprendida es una propuesta que la humanidad podr¨ªa haberse ahorrado¡±.

Si tomamos esos dos criterios y no olvidamos que la aparici¨®n de nuevos temas ha obligado a muchos escritores a enfrentarse a ellos de forma novedosa cabr¨ªa se?alar -desde un punto de vista estrictamente literario, sociolog¨ªas aparte y con permiso de Bloom- el modo en que John Berger trat¨® el amor en los tiempos del SIDA en la novela Hacia la boda o la desaparici¨®n del mundo rural en los cuentos de Puerca tierra. Lo mismo servir¨ªa para el uso de la no ficci¨®n en la obra de Janet Malcolm, la introducci¨®n del poema en prosa en las letras ¨¢rabes por parte de Adonis (y, de paso, su reivindicaci¨®n de la voz femenina), la revisi¨®n del g¨¦nero autobiogr¨¢fico en Coetzee o el tratamiento del totalitarismo en Herta M¨¹ller. Algunos de estos autores aparec¨ªan, por cierto, en la larga lista que cerraba en 1994 El canon occidental, aquel gran libro firmado por un lector grande (muy grande cuando se trata de la tradici¨®n anglosajona) pero no infalible: en la entrevista de hoy, por ejemplo, se refiere a C¨¦sar Vallejo como un poeta ¡°notable¡±.