Diez mil respuestas
Shiota presenta en el EACC una versi¨®n ampliada de las 'Cartas de agradecimiento'
En la trayectoria de Chiharu Shiota (Osaka, 1972), hace poco seleccionada para representar a Jap¨®n en la pr¨®xima Bienal de Venecia, se produjo hacia 1996 un episodio un tanto c¨®mico, pero de interesantes consecuencias: despu¨¦s de haber estudiado pintura en Kioto (de donde procede quiz¨¢ su potencia pl¨¢stica), y pretendiendo trascenderla, se propuso viajar a Alemania para estudiar con la polaca Magdalena Abakanowicz, pero se confundi¨® y acab¨® en manos de Marina Abramovic. En consecuencia, se dedic¨® a practicar la performance (por ejemplo, la consistente en ayunar durante cuatro d¨ªas, u otras relacionadas con el cuerpo desnudo y embarrado). Por fortuna, tras estudiar con Rebecca Horn, y ya instalada en Berl¨ªn, fue m¨¢s all¨¢ y comenz¨® a desarrollar la clase de trabajo que la caracteriza: las tan delicadas como espectaculares instalaciones con objetos diversos (vestidos, zapatos viejos, camas de hospital, sillas, ventanas rotas, maletas¡).
La que presenta en Castell¨®n es una versi¨®n ampliada de las Cartas de agradecimiento, que ya hab¨ªa realizado en Kochi en 2013. Se trata de un proyecto colaborativo. La artista ha convocado a la gente a enviar una carta (de un folio) en la que exprese a alguien su agradecimiento. Ha recogido nada menos que cerca de 10.000 respuestas, la mayor parte de habitantes de la ciudad y su provincia, y las ha insertado en una especie de enorme entramado continuo, como una red irregular, como rizom¨¢tica, construida a base de gruesos hilos con aspecto de cuerdas, todo ello sujeto a los muros del espacio expositivo y cubri¨¦ndolos por entero.
El resultado es ciertamente impresionante, incluso conmovedor. Apunta a la idea de lo inabarcable a la mirada (algo que Shiota busca conscientemente), pero que tampoco puede quedar determinado por ning¨²n concepto, sino que (tambi¨¦n aqu¨ª se reconoce un permanente empe?o suyo) se despliega en forma de sentimientos y remite a lo que ella suele denominar el ¡°coraz¨®n¡±. No es ileg¨ªtimo, para nada. Sobre todo cuando se trabaja con textos en los que igual se agradece la vida a la madre, las clases a una profesora, el plato caliente a una abuela o el pr¨¦stamo a un amigo.
Chiharu Shiota. Cartas de agradecimiento. Espai d¡¯Art Contemporani. Prim, s/n. Castell¨®n. Hasta el 11 de enero de 2015.
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