Otro Goya real

Siendo pr¨ªncipes se les ve¨ªa con frecuencia en el cine. Sol¨ªan llegar a punto de empezar la pel¨ªcula, casi corriendo, tras haber hecho tiempo camuflados en los alrededores. Es decir, no eran como Franco que ped¨ªa que le llevaran al Pardo las pel¨ªculas que le apetec¨ªa ver, cuentan que una cada noche. Los pr¨ªncipes se mezclaban con los que tambi¨¦n acud¨ªamos a ver pel¨ªculas. Y ahora que se han convertido en reyes la Academia de Cine, representada nada menos que por 20 de sus miembros directivos, les ha hecho entrega personalmente de un Goya honor¨ªfico, dicen que por su afici¨®n al cine. ¡°Con todo nuestro afecto¡±, reza la leyenda que le han puesto a este Goya Real. Al rey anterior tambi¨¦n le entregaron otro Goya aunque a ¨¦l nunca se le hubiera visto en un cine normal, ni aun siendo pr¨ªncipe. No recuerdo la motivaci¨®n oficial que esgrimi¨® entonces la Academia. Seguramente porque era rey y con eso bastaba. En su caso era ya el segundo Goya dado que el n¨²mero cero tambi¨¦n fue para el ya dimitido monarca.

Somos buenos s¨²bditos y nos gustan los reyes y las reinas, parecen querer decir los acad¨¦micos. Y por ello les han invitado a que acudan a la pr¨®xima ceremonia de los Goya. Es probable que piensen que as¨ª se compensar¨ªa el agravio del ministro de Cultura cuando rehuy¨® significativamente su presencia en la del a?o que acaba; o que el de Hacienda haya hecho declaraciones en contra del cine espa?ol mientras persiste en el abusivo IVA que padecemos; o que la prometida ley de Mecenazgo no vea una luz digna; o que la nueva ley de Propiedad Intelectual vaya tambi¨¦n contra los cineastas; o que ante la falta de soluciones oficiales haya tenido que dimitir por dignidad la mism¨ªsima directora general del ICAA¡­ y que, en consecuencia, las gentes del cine est¨¦n tratando de organizar un Congreso en el que se analice la grave situaci¨®n del sector y propongan sus propias soluciones. Y as¨ª, como este a?o el cine espa?ol ha subido en la cuota de pantalla la Academia muestra su afecto mon¨¢rquico aunque no tenga nada que ver una cosa con la otra, entregando a sus Majestades un Goya como regalo de reyes. Y, de camino, dando un rev¨¦s a los ministros enemigos del cine espa?ol. ¡°La econom¨ªa cinematogr¨¢fica est¨¢ muy da?ada, pero el talento de nuestros creadores sigue ¨ªntegro, y m¨¢s potente cada d¨ªa¡±, les dijo triunfante el presidente de la Academia. ¡°Estamos seguros de que [sus Majestades] nos acompa?ar¨¢n en el futuro como lo han hecho hasta el momento acudiendo a ver nuestras pel¨ªculas, que es la mayor satisfacci¨®n que un creador puede tener¡±.

Y al final los veintid¨®s, con semblante contento, se hicieron una foto para el recuerdo. Ahora, a esperar que vayan a los Goya. Favor con favor se paga.