Sartre pidi¨® por carta que no le dieran el Nobel que finalmente gan¨® en 1964

Demasiado tarde. Jean-Paul Sartre envi¨® el 14 de octubre de 1964 una carta a la academia sueca que otorga el premio Nobel, pidi¨¦ndole que no le incluyeran entre los posibles ganadores, ni ese a?o ni tampoco en el futuro. El fil¨®sofo franc¨¦s tambi¨¦n avisaba de que, en el caso de que le galardonaran, rechazar¨ªa el reconocimiento. Sin embargo su misiva lleg¨® con un mes de retraso. Porque en septiembre la Academia ya hab¨ªa decidido qui¨¦n ser¨ªa el Nobel de Literatura de 1964: claro, el propio Jean-Paul Sartre.

La carta, que a?ade un nuevo elemento a uno de los rechazos m¨¢s sonados de la historia de la cultura, fue publicada por el diario sueco Svenska Dagbladet y retomada por peri¨®dicos de medio mundo. El origen es la apertura de los archivos de la Academia medio siglo despu¨¦s: al terminar 2014, por tanto, se puede acceder a los documentos correspondientes a 1964.

Al fin y al cabo, seg¨²n recoge el diario The Guardian, ya se hab¨ªa especulado durante a?os con que Sartre hab¨ªa enviado una carta y que esta hab¨ªa llegado cuando ya era tarde. Ahora se sabe que as¨ª fue, y que la academia contest¨® al fil¨®sofo que la decisi¨®n ya hab¨ªa sido tomada. Tanto que el comit¨¦ del organismo se reuni¨® el 22 de octubre y ratific¨® la victoria de Sartre. Fiel a su misiva, el fil¨®sofo acab¨® rechazando el premio.

De nada sirvi¨® que la academia subrayara los m¨¦ritos del autor: "Su trabajo, rico en ideas y repleto del esp¨ªritu de la libertad y la b¨²squeda de la verdad, ha producido una influencia de muy amplio calado sobre nuestra era". Contaron bastante m¨¢s el deseo de Sartre de no convertirse "en una instituci¨®n" y de respetar sus creencias de que cualquier premio expondr¨ªa a sus lectores a una "presi¨®n nada deseable". Eso s¨ª, el autor acab¨® reclamando el dinero del galard¨®n.?

Aunque los si y los quiz¨¢s no queden para la historia, el diario Svenska Dagbladet se atreve a imaginar que la llegada a tiempo de la carta habr¨ªa cambiado las cosas. El peri¨®dico sueco apunta a que varios miembros del comit¨¦ no estaban especialmente convencidos de la entrega del premio a Sartre y que probablemente la misiva habr¨ªa ofrecido nueva fuerza a sus argumentaciones.