Demasiado blanco

Supongo que el humor depende de dos factores esenciales: el talento de quien lo crea y el estado de ¨¢nimo de quien lo recibe. Los Morancos han demostrado en numerosas ocasiones su capacidad para hacer reir, su sinton¨ªa con los nuevos h¨¢bitos populares. En??Qu¨¦ noche la de Reyes!, el especial que program¨® La 1 de TVE en su horario estelar, daba la impresi¨®n de que, como se?al¨® en su d¨ªa el gran Rafael Azcona a prop¨®sito del descenso de calidad de la comedia del cine italiano: "Empez¨® su declive cuando los guionistas dejaron de viajar en autob¨²s". Era, como todo en ¨¦l, una forma amable de se?alar que hab¨ªan perdido una fuente de informaci¨®n e inspiraci¨®n esencial. Algo as¨ª parec¨ªa ocurrir con el especial de Los Morancos.

Los sketch recordaban en exceso a los de hace 15 o 20 a?os con lo que la sorpresa ya no era tal. Antonia, Oma¨ªta, el marido de Oma¨ªta, el joven estadounidense, el codicioso facha, la familia gitana, los presuntuosos peque?oburgueses...toda una serie de estereotipos de mayor o menor inspiraci¨®n recorr¨ªan la pantalla con, a jucio de la promoci¨®n del programa, "el humor m¨¢s gamberro de los hermanos Cadaval".

La cuesti¨®n es que el humor m¨¢s gamberro ya no es lo que era en un pa¨ªs que ha soportado, y est¨¢ soportando, carros y carretas de una desigualdad galopante o de unas declaraciones en los juzgados de quienes hasta hace poco eran considerados grandes patriotas que dan verguenza ajena. Los tiempos cambian y los tradicionales gamberros hace tiempo que se afiliaron a los boy-scout. Los antisistema de hoy pisan moqueta todos los d¨ªas. Eso explica sin ir m¨¢s lejos el ¨¦xito de audiencia de El Intermedio.

Los Morancos presentaron un programa de humor excesivamente blanco para una ¨¦poca turbia. Ionesco lo explic¨® mejor: "Ser consciente de lo horrible y re¨ªrnos de ello es dominarlo. S¨®lo el humor puede darnos la fuerza necesaria para soportar las tragedias de la existencia".