La fuerza de La Calderona
La ambici¨®n, la supervivencia, el amor, la traici¨®n. 'La puta enamorada', de Jes¨²s Castej¨®n, llega al Fern¨¢n G¨®mez
Pocas cosas pueden ser tan ajenas al tiempo como la ambici¨®n, la traici¨®n, el arte, la supervivencia, el deseo. El amor. En la Espa?a del siglo XVII, hedionda y encorsetada, Vel¨¢zquez recibe el encargo de iniciar una obra inmortal, el retrato de la amante del Rey, Mar¨ªa In¨¦s Calder¨®n. La Calderona. Una intrincada tela de ara?a de emociones en un pa¨ªs decadente que Jes¨²s Castej¨®n lleva al Fern¨¢n G¨®mez dentro del ciclo Pintores a escena.
'La puta enamorada'
Texto: Chema Carde?a
Producci¨®n: Salvador Collado
Direcci¨®n: Jes¨²s Castej¨®n
Int¨¦rpretes: Eva Marciel, Javier Collado y Federico Aguado
Duraci¨®n: 90 minutos
Teatro Fern¨¢n G¨®mez, del 8 de enero al 1 de febrero.
El texto de La puta enamorada, de Chema Carde?a, llevaba en manos de Castej¨®n una d¨¦cada. Diez a?os para cumplir el sue?o del director y Salvador Collado, el productor de la obra: ¡°Esta obra sobre Vel¨¢zquez la escribi¨® Carde?a en el 92, cuando se estren¨® en Valencia. Desde entonces Castej¨®n y yo quer¨ªamos hacerla. Por fin, el 28 de febrero de 2014 la estrenamos en el Teatro Calder¨®n de Valladolid. Y desde entonces hemos recorrido gran parte de la geograf¨ªa espa?ola¡±. Ahora llega a Madrid hasta el 1 de febrero.
Del drama a la comedia, obviando la tragedia, una pieza que podr¨ªa encasillarse en lo cl¨¢sico pero que no puede ser m¨¢s contempor¨¢nea. El texto lo es. El trasfondo lo es. Los personajes, a pesar de no parecerlo, tambi¨¦n lo son. No parece haber cambiado tanto la base de la realidad en cuatro siglos. ¡°Carde?a propuso un texto trepidante y ponerlo en marcha ha sido un viaje feliz. Eso s¨ª, ten¨ªa la dificultad de encontrar tres espadas para levantarlo¡±, asegura Castej¨®n. Eva Marciel, Javier Collado y Federico Aguado han sido esas tres puntas de lanza.
¡°Ella fue la m¨¢s dif¨ªcil de encontrar¡±, explica el director con una sonrisa de lado. Enfrente, sentada en una silla tapizada de flores en la cafeter¨ªa del Fern¨¢n G¨®mez, Eva Marciel se r¨ªe recordando algo que todav¨ªa no han desvelado. ¡°Lo primero que hac¨ªa falta era un buen culo¡±, suelta de repente Castej¨®n. ¡°Lo explico, lo explico¡ Entre las veinte actrices que se presentaron a las pruebas, ella fue la elegida. Todas hicieron audiciones impecables, pero el personaje de La Calderona requer¨ªa de varias cosas: frescura, energ¨ªa, y una belleza que cuadrara de forma correcta. Ella era la amante del Rey y una c¨®mica famosa. Hab¨ªa condicionantes respecto al f¨ªsico. La delgadez, por ejemplo, no serv¨ªa en este caso¡±.
El momento de Mar¨ªa Calder¨®n en la obra es el de la lucidez, ella de repente sabe qui¨¦n es y lo que es. ¡°S¨¢lvese quien pueda¡±, espeta el director. A Eva Marciel su personaje parece hab¨¦rsele quedado ligeramente impregnado, y en esa mesa, junto a su director y sus dos compa?eros de reparto, recuerda lo accidentado de su llegada al equipo con la fuerza de quien sabe que puede dar un taconazo. ¡°Mis ¨²ltimas pruebas hab¨ªan sido lecturas y cuando llegu¨¦ all¨ª y me di cuenta de que no, ped¨ª una hora para prepararme el texto¡±. Se march¨® a sentarse bajo el sol a una terraza de la Plaza Mayor. Y le sali¨® bien. ¡°Verme en esa necesidad de improvisaci¨®n hace que te agarres a lo que puedas. No olvidar¨¦ ese d¨ªa en la vida¡±.
Para Castej¨®n, es una suerte haberla encontrado. Para Javier Collado y Federico Aguado, tambi¨¦n. Aunque ella tuvo miedo de quedar descolgada en un tr¨ªo en el que los dos actores ya se conoc¨ªan desde hac¨ªa cinco a?os. ¡°Lo dije, tengo miedo de que me deis de lado¡±, recuerda Marciel. ¡°Pero no ocurri¨®, desde el primer momento hicimos mucha pi?a, surgi¨® solo. Desde el primer momento la energ¨ªa fue a favor. Y enganchamos¡±, contesta Aguado entrelazando sus propias manos.
Ese enganche se refleja en una pieza que arrastra todos los estereotipos sobre el teatro cl¨¢sico y planta frente al p¨²blico una historia en prosa que bien podr¨ªa haber ocurrido ayer. Javier Collado, Lucio en la obra, se enfrent¨®, de repente, al humor: ¡°Siempre he hecho papeles tirando a dram¨¢ticos, esta era la primera vez que ten¨ªa que ser gracioso en un escenario. Mi primera gran experiencia¡±. Una experiencia que le sirve para ironizar, tambi¨¦n en la realidad. ¡°Dice en un momento mi personaje que ya no hay c¨®micos en Espa?a¡ Si reyes y gobernantes nos han quitado el trabajo, son mucho mejores¡±.
Ya no hay c¨®micos en Espa?a¡ Si reyes y gobernantes nos han quitado el trabajo, son mucho mejores
Para Federico Aguado, que se pone bajo la piel del pintor, su reto fue crear su propio Vel¨¢zquez: ¡°Salir de lo que sabes de ¨¦l y darle otra vida, m¨¢s all¨¢ de los t¨®picos¡±. Vel¨¢zquez, el pintor de la luz, perdida durante un tiempo y recuperada a trav¨¦s de La Calderona. Un personaje fuerte y libre. ¡°Con una madurez emocional que no corresponde con su edad real. Es el brillo, con unos sentimientos y un coraz¨®n infinito¡±, detalla Eva Marciel, ¡°y eso la pierde¡±.
Babelia
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