G¨¹rsel y la literatura de dudas

Nevaba cuando el hombre lleg¨® a Berl¨ªn. La ciudad se ve¨ªa desierta y desdibujada, y hac¨ªa tiempo que este hombre, a partir de ahora el bi¨®grafo, no la visitaba. Ten¨ªa una cita, pero no con Ipek, la mujer que am¨® en a?os j¨®venes, cuando el muro todav¨ªa part¨ªa la ciudad. Al bi¨®grafo lo ha citado un informador para facilitarle documentaci¨®n sobre el gran poeta turco N?zim Hikmet y su relaci¨®n con el Partido Comunista. El inter¨¦s del bi¨®grafo por Hikmet viene de lejos, pues le dedic¨® a?os de trabajo y escribi¨® un libro sobre ¨¦l. Probablemente de aquella ¨¦poca lo ¨²nico que permanece es el inter¨¦s por el poeta, pues el muro ha sido derruido y su amor por Ipek se ha desvanecido. Nedim G¨¹rsel (Gaziantep, Turqu¨ªa, 1951), autor de El ¨¢ngel rojo, antes de empezar la narraci¨®n advierte: "En esta novela, excepto N?zim Hikmet y los personajes hist¨®ricos, todo es ficci¨®n".

La voz del bi¨®grafo, el informador y el propio informe dividen a El ¨¢ngel rojo en tres partes. Y a Berl¨ªn y Estambul en dos tiempos. Y est¨¢ el personaje real, los hechos ocurridos y lo posible o inventado por el escritor. La materia prima: la militancia del poeta, su paso por la c¨¢rcel, la orden de las autoridades turcas, una vez puesto en libertad, de que cumpliera servicio militar ?a los 50 a?os!, y la decisi¨®n de exiliarse. Con ciudadan¨ªa polaca muri¨® en Mosc¨² en 1963. Confianza, ilusi¨®n, traici¨®n y p¨¦rdida. La obsesi¨®n. Vencedores y vencidos. La memoria. Las aguas del canal y el recuerdo del cuerpo de Rosa Luxemburgo flotando en ellas. Y est¨¢n los poemas de Hikmet y la m¨²sica de quien cant¨® su letra, Pete Seeger y su I Come and Stand at Every Door. Y junto a esto, un informe (ficci¨®n) que habla de la relaci¨®n del poeta con el Partido Comunista y de comportamientos y an¨¦cdotas privadas. Documentaci¨®n que le llega al bi¨®grafo a trav¨¦s de ?ngel o Diablo, seg¨²n utilice el nombre que le dieron en el instituto Kuleli, o el del perro del poeta, una dualidad que sirve tambi¨¦n para los sentimientos que le provoca el espiado, a quien considera un comunista de tendencias peque?oburguesas, aunque se?ale que su intenci¨®n, "mejor dicho mi deber", no es acusarlo ni tampoco juzgarlo, aunque lo encuentra poco convincente porque piensa que no cree ni en el partido ni en el futuro de ¨¦ste. Pero s¨ª, le considera un gran poeta. De hecho, las p¨¢ginas est¨¢n salpicadas de poemas. Traici¨®n y devoci¨®n.

?Cu¨¢l es la intenci¨®n verdadera del autor de El ¨¢ngel rojo? ?Indagar en la personalidad de Hikmet? ?Ampliar el espectro de luces y sombras? ?Se?alar su disidencia o su connivencia seg¨²n el momento? Literatura de dudas para esta lectora. En El ¨¢ngel rojo tiene m¨¢s consistencia el personaje inventado, ese ?ngel o Diablo, ese hombre ya mayor que padece la ag¨®nica tristeza del delator y cuya ¨²nica patria fue el partido. Mercenario que intenta saldar cuentas con la memoria de su traici¨®n. Y tambi¨¦n, naturalmente, vale la pena volver a los versos del poeta.

El ¨¢ngel rojo. Nedim G¨¹rsel. Traducci¨®n de Carmen Torres Par¨ªs y Mar¨ªa Dolores Torres Par¨ªs. Alianza Editorial. Madrid, 2014. 396 p¨¢ginas. 18 euros