Robert Stone, corresponsal de guerra en Vietnam
Fue narrador del desaliento vivido por toda una generaci¨®n

El s¨¢bado pasado fallec¨ªa a los 77 a?os en su casa de Key West, Florida, Robert Stone, autor de un conjunto de obras relativamente exiguo (ocho novelas, dos colecciones de relatos y un libro de memorias) en las que logr¨® dar voz a una generaci¨®n (la de la d¨¦cada de los a?os sesenta del siglo pasado) que vivi¨® de manera desgarrada la crisis moral de una sociedad que se hund¨ªa sin querer aceptarlo en el abismo de una decadencia irreversible. Stone naci¨® en Brooklyn, el 21 de abril de 1937. Su padre, Homer, empleado de los ferrocarriles de New Haven, abandon¨® el hogar familiar cuando su hijo era muy peque?o. Su madre padec¨ªa de esquizofrenia y ten¨ªa que ser hospitalizada con cierta regularidad. Entre los 6 y los 10 a?os el futuro escritor fue internado en un orfanato regentado por religiosos cat¨®licos. Seg¨²n confes¨® en una entrevista, su infancia fue muy solitaria, pero no desdichada. Al evocar aquellos a?os, Stone habla con intensa nostalgia de sus paseos por Central Park, en los que se imaginaba que era el c¨¦lebre detective Sam Spade. Mientras narraba en voz alta las cosas que se le iban ocurriendo se iba forjando su sentido del o¨ªdo interno, concili¨¢ndose de alg¨²n modo, escribir¨ªa despu¨¦s, la distancia que separaba la realidad en la que viv¨ªa con el mundo de los sue?os: ¡°?ramos muy pobres. Viv¨ªamos de la caridad del Estado. Aquello por una parte me proporcionaba un intenso sentido del caos, por otra me parec¨ªa algo rom¨¢ntico¡±, afirm¨®. En los escritos de Stone late un extra?o sentido de lo religioso. Una de sus mayores influencias fue Graham Greene, con una diferencia sumamente importante: mientras que Greene ten¨ªa el asidero de la fe, Stone hab¨ªa eliminado de su visi¨®n la posibilidad de una figura capaz de ejercer una funci¨®n salvadora: ¡°El mundo es para m¨ª un lugar del que Dios se ha ausentado, un misterio impenetrable que me deja sumido en el silencio¡±, escribi¨®.
El punto de partida de sus indagaciones es ese mismo silencio, que sus personajes rompen inmersos en una b¨²squeda desconcertante y desconsolada. La imagen central, en consonancia con la d¨¦cada que mejor supo retratar, es la de unos individuos que buscan el sentido de la existencia en el consumo desaforado de drogas y alcohol. ?l mismo pas¨® por ello, dejando constancia de sus pasos en su formidable, Prime Green: Remembering the Sixties (2007), documento escalofriante en el que da cuenta del desaliento vivido por toda una generaci¨®n, y del que el escritor logr¨® salir sumergi¨¦ndose en el mundo de la escritura. En su novela m¨¢s importante, Dog Soldiers, ganadora del Premio Nacional del Libro en 1975, logra una alt¨ªsima tensi¨®n narrativa, urdiendo una historia en la que unos ex-combatientes norteamericanos aceptan llevar a cabo una compleja operaci¨®n de contrabando de hero¨ªna entre Vietnam y California: la derrota vivida por el pa¨ªs ten¨ªa lugar simult¨¢neamente fuera y dentro de sus fronteras. La novela confirm¨® el talento demostrado en su primer libro, Galer¨ªa de Espejos (1966), narraci¨®n ubicada en los bajos fondos de Nueva Orleans. Los cr¨ªticos se?alaron entonces la aparici¨®n de un narrador de una potencia fuera de lo com¨²n, en cuya prosa es palpable, adem¨¢s de la de Greene, la huella de Joseph Conrad y Nathaniel West. Con Una bandera al amanecer (1981), Stone fue finalista del Premio Pulitzer. En otra de sus novelas m¨¢s destacadas, La puerta de Damasco (1998), que transcurre en Jerusal¨¦n y Gaza, las drogas, met¨¢fora de una b¨²squeda sin nombre, vuelven a desempe?ar un papel importante. En el mundo de Robert Stone hay una amplia galer¨ªa de personajes, desde hippies a senadores, cuyo denominador com¨²n es que representan a una Am¨¦rica nihilista, capaz de generar monstruos como Charles Manson. Stone se sumerge en las cloacas de la sociedad, trazando la trayectoria de individuos que buscan desesperadamente unas migajas de sentido en lugares tan dispares como la jungla de Vietnam, Am¨¦rica Central, o Hollywood, parajes que, tras lo desgarrador del recorrido, dejan al final un resquicio abierto a la posibilidad de la esperanza. Su ¨²ltimo t¨ªtulo, Death of the Black-Haired Girl, publicada en 2013, cuando el autor contaba 75 a?os, sorprendi¨® a sus lectores porque, con la maestr¨ªa de siempre, en ella Stone se asomaba a territorios que jam¨¢s hab¨ªa explorado con anterioridad.
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