¡°Nos piden m¨¢s pronunciamientos sobre urbanismo que sobre cuadros¡±
Fernando de Ter¨¢n (Madrid, 1934), arquitecto y prestigioso urbanista, coge las riendas de una instituci¨®n no muy conocida pero que posee un notable patrimonio
Una de las actividades m¨¢s importantes de la Academia de Bellas Artes de San Fernando est¨¢ ligada al urbanismo. Sus informes no son vinculantes, pero se tienen muy en cuenta en los tribunales a la hora de tomar una decisi¨®n sobre un proyecto. Tal vez por eso, nadie mejor que Fernando de Ter¨¢n (Madrid, 1934), arquitecto y prestigioso urbanista, para dirigir la instituci¨®n. Elegido el 15 de diciembre en sustituci¨®n de Antonio Bonet Correa, est¨¢ dispuesto a abrir a la sociedad una entidad que, pese a sus tesoros art¨ªsticos, sigue siendo una perfecta desconocida.
Pregunta. ?Es ins¨®lita la elecci¨®n de un arquitecto al frente de la Academia de Bellas Artes?
Respuesta. No. Somos por lo menos 10 los acad¨¦micos que venimos de la Arquitectura. Nuestra presencia est¨¢ muy justificada porque a diario nos llegan peticiones de dict¨¢menes de urbanismo desde toda Espa?a. Nos piden pronunciamientos sobre cuadros, pero muchos m¨¢s sobre urbanismo, interferencias en el patrimonio, edificios que se quieren tirar...
P. ?Se les hace caso?
R. El informe no es vinculante, pero los magistrados lo utilizan. A m¨ª me ha tocado no hace mucho ir a Lugo a intervenir en un juicio a petici¨®n de la jueza a prop¨®sito de la conversi¨®n de un monasterio en parador de turismo. Hab¨ªa una oposici¨®n muy fuerte y la jueza quer¨ªa un informe sobre hasta d¨®nde se puede llegar en una rehabilitaci¨®n.
P. ?Cu¨¢l fue su respuesta?
R. Apoy¨¦ la transformaci¨®n, porque lo contrario era condenar el monasterio al cierre y a la ruina. Toda rehabilitaci¨®n bien hecha supone un enriquecimiento del patrimonio.
P. ?Prefiere recuperar a construir?
R. Depende. Cuando la parte a conservar es importante, est¨¢ muy justificada la rehabilitaci¨®n. Aunque a veces he visto a?adidos nuevos a partes antiguas que tienen m¨¢s valor que lo viejo.
P. ?Por ejemplo?
R. La pir¨¢mide de vidrio que Ieoh Ming Pei construy¨® en el patio del Louvre, en Par¨ªs. En Espa?a le doy un ejemplo muy pol¨¦mico: el edifico de las Caballerizas Reales que se acaba de terminar bajo el Palacio Real y la Almudena. Me parece una intervenci¨®n espl¨¦ndida que forma un pedestal magn¨ªfico a esa cornisa sobre el Manzanares.
P. D¨ªgame una obra que le haya enfadado especialmente
R. No recuerdo nada que me moleste especialmente. Tampoco lo dir¨ªa. No quiero demasiadas pol¨¦micas.
P. La pol¨¦mica no es mala.
R. La gente se apasiona en exceso.
P. ?Qu¨¦ opina de los arquitectos estrella que tanto han proliferado en los ¨²ltimos a?os?
R. Conozco a muchos de ellos y les admiro. Tienen obra muy respetable. Creo que es un problema de los medios, que sacan de quicio sus obras.
P. El problema puede venir tambi¨¦n de las instituciones y, sobre todo, de las enormes cantidades de dinero que se han invertido en obras caprichosas que no han servido para mucho.
R. S¨ª, hay algunos que han actuado como vedettes. Pero, en general, tienen mi respeto.
P. Y algunos tambi¨¦n tienen bastantes denuncias...
R. Prefiero no dar juicios negativos, y m¨¢s cuando alguno es acad¨¦mico de esta casa.
P. Trabaj¨® usted en el equipo de Tierno Galv¨¢n en su etapa de alcalde de Madrid...
R. No exactamente. Nunca he militado en ning¨²n partido. Con Tierno coincid¨ª cuando yo era director t¨¦cnico del Area Metropolitana de Madrid y ¨¦l formaba parte de la comisi¨®n de urbanismo como alcalde. Le preocupaba mucho el urbanismo, aunque no ten¨ªa una preparaci¨®n espec¨ªfica. Recuerdo que compr¨® un libro m¨ªo para informarse.
P. Es autor de una extensa obra te¨®rica sobre Urbanismo.
R. Si. He sido catedr¨¢tico en la Escuela de Caminos y en la Escuela de Arquitectura. Llegar a esta Academia es una buena manera de acabar una carrera. Esta es una instituci¨®n que merece la pena y en la que, contrariamente a lo que piensan muchos, un urbanista como yo tiene mucho que aportar.
P. ?Hay manera de que esta instituci¨®n empiece a ser conocida por los ciudadanos?
R. Voy a hacer todo lo posible para darle visibilidad. Es muy injusto que no se conozca. Tenemos un museo extraordinario, una calcograf¨ªa important¨ªsima ¡ªsolo hay otras dos equiparables en Europa¡ª, las planchas aut¨¦nticas de Goya... Las salas de Goya o de Zurbar¨¢n son una preciosidad.
P. ?Alguna idea para cambiar la situaci¨®n?
R. Tengo la esperanza de convertir el patio central en un lugar p¨²blico donde la gente se encuentre a gusto y podamos poner una tienda en la que ofrecer productos propios. Tenemos un taller de vaciado magn¨ªfico en el que se hacen reproducciones estupendas. Podr¨ªamos vender piezas de peque?o tama?o. En la calcograf¨ªa podr¨ªamos hacer reproducciones de gran calidad de grabados. Se me ocurre que a la gente le gustar¨ªa comprar reproducciones facs¨ªmiles de la colecci¨®n de grabados de Picasso¡
P. ?Cu¨¢l es el mayor desastre urban¨ªstico de los ¨²ltimos a?os?
R. La proliferaci¨®n de la vivienda unifamiliar extendi¨¦ndose por todo el territorio ha destrozado el paisaje. La bonanza econ¨®mica coincidi¨® con el liberalismo a ultranza de las Administraciones. Se hicieron desregulaciones y se dieron todas las facilidades para construir donde fuera.
P. Uno de sus trabajos m¨¢s controvertidos ha sido la remodelaci¨®n del paseo del Prado de Madrid, junto con Siza y Hern¨¢ndez de Le¨®n. Se paraliz¨® tras las manifestaciones de Carmen Thyssen que les llam¨® arboricidas.
R. Fue muy injusto. La baronesa nos acus¨® de la tala de ¨¢rboles sin ser cierto, cuando ella s¨ª tal¨® ¨¢rboles en su finca. Pero no se suspendi¨® por ella, sino por las desavenencias del alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y la presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre.
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