Democracia y capitalismo: viaje de ida y vuelta
La tesis de Ignacio Sotelo es que en el mundo manda un capitalismo financiero que poco tiene que ver con el cl¨¢sico
Hay dos libros en este libro. El primero es una reflexi¨®n te¨®rica que enmarca lo que est¨¢ sucediendo en el mundo desde hace al menos un septenio, cuando la crisis econ¨®mica entra en nuestras vidas y transforma las posiciones pol¨ªticas e ideol¨®gicas, y las estructuras del poder. El segundo concreta lo que se ha analizado en el primero y baja el bal¨®n al c¨¦sped de nuestro pa¨ªs. Como las reflexiones de Ignacio Sotelo sobre Espa?a son m¨¢s conocidas para sus lectores habituales en este peri¨®dico (donde colabora desde sus primeros n¨²meros), quien aborda Espa?a a la salida de la crisis se interesa m¨¢s por esa primera parte que se corresponde con el subt¨ªtulo del libro: La sociedad dual del capitalismo financiero, que por la ¨²ltima.
La democracia exige que se refuerce de modo permanente con m¨¢s democracia. Lo peor que le podr¨ªa ocurrir es sacralizarla m¨¢s all¨¢ de cualquier cr¨ªtica
La segunda caracter¨ªstica del texto tambi¨¦n es familiar para quienes se confrontan habitualmente con las ideas del autor: su car¨¢cter multidisciplinar. Licenciado en Derecho y en Filolog¨ªa Cl¨¢sica, profesor de Ciencia Pol¨ªtica y catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa, doctorado con una tesis sobre Jean-Paul Sartre, visitante profesional de Am¨¦rica Latina, nunca le ha hecho ascos a la econom¨ªa, en estos tiempos que han estado dominados por ella. En este sentido, las primeras palabras del libro son reivindicativas de Marx. Porque fue el primero que propuso un esbozo explicativo de las crisis y de los ciclos econ¨®micos, as¨ª como tambi¨¦n fue el primero en vaticinar la primac¨ªa de las grandes empresas en un futuro cercano. A pesar de que los economistas aferrados al liberalismo ¡ªque siguen siendo la mayor¨ªa¡ª ignoren la contribuci¨®n de Marx a la teor¨ªa econ¨®mica, sin duda de rango superior, ¡°me parece que su mayor m¨¦rito cient¨ªfico es haber integrado las diversas ciencias sociales(la sociolog¨ªa, la econom¨ªa, la pol¨ªtica, el derecho, las ideolog¨ªas y mentalidades) en una concepci¨®n materialista, enti¨¦ndase econ¨®mica, de la historia¡±.
La tesis del libro es que Espa?a est¨¢ en descomposici¨®n, Europa a la deriva y sin protagonismo, y manda un capitalismo financiero que cada vez tiene que ver menos con el capitalismo cl¨¢sico. Con el capitalismo que ha sido compatible durante m¨¢s de dos siglos con la democracia. Se entra en una nueva fase de crecimiento sin empleo que dar¨¢ lugar a una sociedad a¨²n m¨¢s dual, escindida entre un sector formal y el sector informal del precariado, que tiene posibilidades objetivas de convertirse en el nuevo sujeto del cambio, en el embri¨®n de las transformaciones. El mundo que saldr¨¢ despu¨¦s de la crisis ser¨¢ muy distinto del previo, porque ¨¦sta ha sido una crisis mayor del capitalismo, no una crisis c¨ªclica m¨¢s.
La preocupaci¨®n es si entre las secuelas de las dificultades econ¨®micas (y de la gesti¨®n que de estas se ha hecho) no saldr¨¢ una democracia hecha trizas. A pesar de que la crisis econ¨®mica sigue siendo la primera de nuestras preocupaciones, las consecuencias que pueda tener para la democracia siguen en la penumbra. La crisis ha reactivado el viejo conflicto entre democracia y capitalismo, en una especie de bucle de ida y vuelta.
El hecho es que la democracia se ha universalizado, sin contender ahora con ninguna otra opci¨®n ideol¨®gica. Ello conlleva la paradoja de que aunque haya llegado a la cima de su prestigio (todos los pa¨ªses quieren ser dem¨®cratas y ocupar los primeros puestos en los ¨ªndices compuestos de calidad de la democracia), al menos desde la Segunda Guerra Mundial no se hab¨ªa percibido tal distanciamiento ciudadano de las instituciones democr¨¢ticas establecidas. ?De d¨®nde procede tanto enojo contra la pol¨ªtica, que es un modo indirecto de hablar de la democracia? Probablemente del hecho de que hayamos vivido tantas y tan grandes mutacionesen todos los ¨¢mbitos sociales, econ¨®micos, pol¨ªticos¡, mientras que las instituciones se muestran cada vez menos capaces de responder a los nuevos desaf¨ªos. El malestar lo producir¨ªa la velocidad del cambio con un anquilosamiento de las instituciones que no s¨®lo son cada vez menos operativas para resolver los problemas a los que se enfrentan, sino que con su ineficacia salta a la vista el uso que de ellas hace una parte de la clase pol¨ªtica, que las utiliza como fuente exclusiva de poder y de enriquecimiento. As¨ª, la velocidad del cambio socioecon¨®mico (paro, empobrecimiento, desigualdad¡) produce v¨¦rtigo, a la vez que las aguas estancadas, inmundicia.
La democracia exige que se refuerce de modo permanente con m¨¢s democracia. Lo peor que le podr¨ªa ocurrir es sacralizarla m¨¢s all¨¢ de cualquier cr¨ªtica. La cr¨ªtica a la democracia es un elemento constitutivo de la democracia misma. Por ello, dice Sotelo, conviene no echar en saco roto las diatribas contra ella del periodo de entreguerras, sean estalinistas o fascistas, porque un descontento creciente amenaza con expandirse de nuevo.
Espa?a a la salida de la crisis. La sociedad dual del capitalismo financiero. Ignacio Sotelo. Icaria. Barcelona, 2014. 228 p¨¢ginas. 19 euros.
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