Anthony Braxton, una revoluci¨®n est¨¢ en marcha
El saxofonista, compositor y fil¨®sofo, leyenda del jazz y la m¨²sica improvisada, ofrece esta noche en Madrid una de sus intensas veladas
El hombre con aspecto de poeta sin suerte es una leyenda del jazz y de la m¨²sica improvisada, as¨ª como uno de los compositores m¨¢s radicales e insobornables del ¨²ltimo medio siglo. Anthony Braxton (Chicago, 1945) se halla en un hotel de Bristol enzarzado a mitad de una frondosa explicaci¨®n de tintes hermen¨¦uticos sobre ¡°el modelo tric¨¦ntrico, filos¨®fico y musical¡± al que ha consagrado su vida y sobre lo sucedido la noche anterior, cuando ofreci¨® para un auditorio de gente extremadamente respetuosa llegada de todos los rincones del pa¨ªs su primer concierto en Reino Unido en una d¨¦cada. Una experiencia intensa y estimulante, desconcertante e inspiradora, que forma parte de la gira europea que le llevar¨¢ hoy, con las entradas agotadas, a la XIX edici¨®n del Festival Hurta Cordel, organizada por?la Asociaci¨®n Espa?ola de Improvisadores Musicalibre en La Casa Encendida de Madrid.
Aunque en realidad, todo hab¨ªa empezado con una pregunta aparentemente sencilla.
--Se?or Braxton, ante la perspectiva de cumplir en junio 70 a?os. ?Teme a la vejez?
--?No me importa! Tampoco me preocupa la muerte. Lo que me aterra es estar vivo y no trabajar. Todo lo que desee hacer con mi m¨²sica lo tengo que hacer ahora. Me estoy quedando sin tiempo. Ya no tengo cuarenta a?os y soy consciente de ello. Urge colocar las piedras estructurales esenciales en su lugar, terminar de construir el modelo; as¨ª, en el futuro, los m¨²sicos podr¨¢n explorar mi trabajo.
Y entonces el extraordinario multiinstrumentista (saxos, flauta, piano, clarinetes¡) se lanza a una exigente disertaci¨®n de 20 minutos, no exenta de improvisaci¨®n, sobre su ¡°modelo¡±, un sistema de pensamiento hol¨ªstico, ¡°donde todo es uno y uno es todo¡±, una mezcla de musicolog¨ªa, filosof¨ªa, religiones orientales y ciencia realmente dif¨ªcil de resumir sin caer en la traici¨®n. En el complejo sistema de ideas que nutre sus escritos, los legendarios Tri-Axium Writings y las Composition Notes, y su trabajo como profesor universitario, del que acaba de jubilarse, las composiciones (que pueden ser tocadas con todas las instrumentaciones y en todos los ¨®rdenes posibles o, idealmente, acabar mezcladas en una sola, ¡°como en un juego de Lego¡±) reciben un n¨²mero por toda distinci¨®n y se leen como diagramas que, con los a?os, han ido sofistic¨¢ndose hasta tomar la forma de acuarelas geom¨¦tricas. El conjunto se divide en 12 estadios diferentes, ¡°cinco de los cuales est¨¢n a¨²n por elaborar¡±, que se superponen en un sistema ¡°transidiom¨¢tico, que no es jazz, pero tampoco es cl¨¢sica¡±, y "transtemporal, dado que una pieza se puede tocar durante un segundo o hasta el infinito¡±. ¡°Propongo una forma distinta de interpretar y componer a la empleada en los ¨²ltimos dos mil a?os, salvo durante la Edad Media, cuando hab¨ªa mayor creatividad y todo era m¨¢s inesperado¡±.
Con tales antecedentes, no cuesta adivinar que es necesario haber sido uno de esos alumnos cuya vida cambi¨® el m¨²sico (¡°el resto sali¨® corriendo en direcci¨®n contraria a mis clases¡±) para formar parte de una banda de Braxton, profesor de la prestigiosa universidad estadounidense Wesleyan (Connecticut) o, antes, del Mills College (Oakland). La formaci¨®n electroac¨²stica Diamond Curtain Wall Music Quartet que llega a Madrid la completan tres de ellos, adscritos a la est¨¦tica jazz aunque alejados de sus cors¨¦s tradicionales: el trompetista Taylor Ho Bynum, la formidable guitarrista Mary Halvorson y el saxo James Fei.
Tambi¨¦n se comprender¨¢ que el periodista buscara algunas respuestas en Bynum, de 39 a?os,una vez que, terminada la charla, Braxton se hubo esfumado entre las brumas de Bristol, uno de los escenarios en los que transcurre Forces in Motion. The Music and Thoughts of Anthony Braxton (Da Capo Press), el libro que? Graham Lock escribi¨® sobre su gira brit¨¢nica de 1985 y que es algo as¨ª como un nuevo testamento para sus seguidores. Bynum, adem¨¢s de uno de los m¨²sicos m¨¢s interesantes de la escena independiente estadounidense de jazz, ejerce de director ejecutivo de la Tri-Centric Foundation, creada hace cinco a?os para velar por el legado de Braxton y hacer posible proyectos como la culminaci¨®n del ciclo oper¨ªstico en 36 actos que el compositor ha bautizado Trillium y espera terminar para 2020; una de las empresas m¨¢s ambiciosas del tipo que en los 60 imagin¨® una pieza para ser interpretada por 100 tubas y otra para que la tocaran orquestas en diferentes planetas. Para ello, la fundaci¨®n cuenta ¡°sobre todo con los ahorros de Anthony¡±, con donaciones particulares y el apoyo de alguna instituci¨®n, como el National Endowment of the Arts, agencia federal que distingui¨® al saxofonista en 2014 como ¡°Maestro del Jazz¡±.
Notario y contable del universo Braxton, Bynum, que trabaja con ¨¦l desde hace una d¨¦cada, explica que la banda viaja con ¡°un buen n¨²mero de sus composiciones gr¨¢ficas en el disco duro¡±. ¡°Poco antes, ¨¦l decide qu¨¦ tocaremos, las imprimimos y nos lanzamos a un emocionante vac¨ªo. No contienen reglas espec¨ªficas sobre c¨®mo actuar, pero s¨ª, informaci¨®n num¨¦rica que puedes usar como indicativo de la escala o los intervalos de repetici¨®n o para decidir, por ejemplo, si un sonido ser¨¢ corto o largo. Tambi¨¦n ofrecen formas y colores para ser interpretados desde un plano emocional. B¨¢sicamente, lo que ¨¦l busca es que t¨² tomes las decisiones¡±.
A la pregunta, ciertamente estrecha, de qu¨¦ porcentaje de lo que hab¨ªa sonado la noche anterior obedeci¨® al azar, el trompetista? respondi¨®: ¡°Todo estaba 100% compuesto y todo fue 100% improvisado. Por eso, nunca podr¨ªamos repetir un concierto¡±. Bynum mand¨® al d¨ªa siguiente por correo electr¨®nico la lista de temas interpretados en Bristol el mi¨¦rcoles. En el primer pase, el cuarteto toc¨® la Composition? No. 363e (+272, 363g, 365e, 365g). En el segundo, la No. 364a (+147, 363f, 368e, 368f).
¡°Necesito a gente como Taylor, familiarizados con el modelo, a mi alrededor¡±, explica Braxton. ¡°Ya no me interesa moverme en un contexto de free jazz o quedar con un t¨ªo para tocar [el standard] How High The Moon. Me interesa la improvisaci¨®n, pero no exclusivamente. Lo mismo que la composici¨®n. Busco en la m¨²sica lo que la vida me ha deparado. Mi existencia no ha transcurrido s¨®lo en la comunidad afroamericana, ni ¨²nicamente en los c¨ªrculos de la m¨²sica seria europea. Mi realidad siempre ha sido intermedia y lo he pagado caro. Nunca han sabido a qu¨¦ atenerse conmigo. ?Es m¨²sica negra o blanca? ?Soy un improvisador o un compositor? ?Por qu¨¦ demonios carezco de swing? Tanta indefinici¨®n complica la aceptaci¨®n en muchos c¨ªrculos. En EE UU, pol¨ªtica y creativamente los m¨²sicos como yo hemos sido completamente marginados. No somos underground; estamos por debajo del underground. El movimiento neoconservador de Nueva Orleans (Wynton Marsalis y los dem¨¢s) te dir¨¢n que no soy un negro aut¨¦ntico. Estoy acostumbrado, pero ahora me veo obligado a pelear con m¨¢s fuerza con esos cors¨¦s, porque si no se hace mi m¨²sica ahora ahora... ?cu¨¢ndo se har¨¢? Se me acaba el tiempo¡±.
Es obvio que, a diferencia de otros m¨²sicos de su edad, Braxton no se ha convertido en una banda tributo de s¨ª mismo. Su obra avanza constantemente a un ritmo que se dir¨ªa exponencial. Si se estudia atentamente, su propuesta, tildada de demasiado fr¨ªa y cerebral por sus detractores, es distinta de la ¨²ltima vez que una versi¨®n de esta misma banda actu¨® en Madrid en 2007 (entonces, explica, interpretaban algo llamado Ghost Trance Music, que hoy integran en un nuevo sistema, bautizado como Falling River Music).
Para seguir progresando sin distracciones, Braxton, ¡°divorciado este a?o, tras una separaci¨®n de 18 a?os¡±, se ha mudado cerca de Bynum (y del sello y estudio Firehouse 12, con sede en New Haven, Connecticut, con los que ambos est¨¢n asociados) y ha dejado la ense?anza, que evit¨® que el m¨²sico innegociable y sus tres hijos (entre ellos, Tyondai, l¨ªder de la banda de rock experimental Battles) ¡°murieran de hambre¡± a principios de los 80, tras su extra?a aventura como parte de la multinacional Arista (recogida en la sensacional caja del sello Mosaic The Complete Anthony Braxton Arista Recordings) y despu¨¦s de dedicar un disco (In the tradition Vol. 1, de 1974) a la farmac¨¦utica Roche, por fabricar el valium que le ayud¨® a "sobrellevar a?os de extrema pobreza".
Su pacto con la academia no fue la primera vez en que se vio obligado a buscar alternativas de sustento; a principios de los setenta se gan¨® la vida como jugador de ajedrez en las calles Nueva York, cuando sus primeras aventuras musicales parisinas con la Creative Construction Company (junto a Leroy Jenkins y Leo Smith) acabaron en desastre.
Antes, el autor de For alto (1969, primer disco de saxof¨®n solo de la historia) form¨® parte en su Chicago natal de la Association for Advancement of Creative Musicians (AACM), colectivo creado en 1965 para fomentar nuevos lenguajes jazz¨ªsticos. La asociaci¨®n, a¨²n en activo, cumple este a?o medio siglo. ¡°El movimiento propuso nuevos acercamientos a la m¨²sica y la composici¨®n, que no podr¨ªan haberse hecho desde Nueva York, con todo el sistema industrial de las compa?¨ªas de discos presionando a los artistas. Creo que la AACM fue muy importante para m¨ª, me ayud¨® a encontrar mi camino, pero no formo parte de ello desde hace unos treinta a?os. Hace mucho que no tengo ninguna conexi¨®n con Chicago. Me siento conectado a los m¨²sicos j¨®venes de todas las razas que trabajan en torno a la fundaci¨®n; representan un ciclo completamente nuevo en t¨¦rminos de creatividad y compromiso. Muchos de ellos, antiguos alumnos, se han convertido en mis maestros en asuntos como las nuevas tecnolog¨ªas. La AACM siempre tuvo un sesgo demasiado africanista. Y a? m¨ª me interes¨® desde muy joven la universalidad".
La AACM tiene previsto celebrar el 50? aniversario con un gran concierto en Chicago, pero Braxton no figurar¨¢ en el cartel. La ¨²nica concesi¨®n al pasado que piensa hacer este a?o es un disco s¨¦ptuplo de homenaje al pianista y compositor blanco de jazz Lennie Tristano.
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