Humillando al gitano
Urge que Los Chunguitos sientan el oprobio de su homofobia, su racismo y su ingenuidad al obedecer las consignas de Telecinco
A distancia, sigo el affaire Chunguitos, con creciente desolaci¨®n. Por lo que imagino de la trastienda de los reality shows, supongo que Juan y Jos¨¦ Salazar fueron contratados por Mediaset precisamente para que soltaran barbaridades, de esas que chocan a los televidentes y alborotan las redes sociales. Y cumplieron con creces.
En una concesi¨®n a lo pol¨ªticamente correcto, fueron expulsados de Gran Hermano VIP pero se les obliga a acudir a las galas semanales, donde son ninguneados. Urge que sientan el oprobio de su homofobia, su racismo y, posiblemente, su ingenuidad al obedecer las consignas de Telecinco.
Resulta enervante tanta hipocres¨ªa, que apesta a encerrona, a jugada maquiav¨¦lica por parte de Mediaset. Cuando has tratado a artistas gitanos de cierta edad, aunque sea durante el ritual de la entrevista, compruebas la flexibilidad de sus creencias: pueden soltarte justo lo contrario de lo que te dijeron media hora antes¡ y en ambos casos se expresan con fervor, rotundamente. Y lo comprendo: en el sufrido pueblo gitano, se mantiene una tradici¨®n secular de engatusar al payo, dici¨¦ndole lo que espera o¨ªr (pero ya saben lo dif¨ªcil de mantener la coherencia de una mentira).
Los Chunguitos, al igual que otros artistas raciales, adquirieron visibilidad gracias al empe?o del poeta Jos¨¦ Miguel Ull¨¢n, que en estas p¨¢ginas realiz¨® una impagable labor de apertura de mentes. Al poco, Carlos Saura, con su m¨¢gico feeling para la m¨²sica popular, utiliz¨® sus canciones para dar densidad emocional a los delincuentes imberbes que pululaban por Deprisa, deprisa (1981).
Hasta entonces, Los Chunguitos habitaban en el limbo de las casetes de carretera, con grandes ventas pero fuera del radar de los medios. En EMI, d¨®nde hab¨ªan sido fichados por Ram¨®n Arcusa, no pensaban que pod¨ªan acceder a un p¨²blico capaz de pagar soportes m¨¢s caros, como el LP. En la discogr¨¢fica s¨ª apostaron por individualizar su perfil sonoro: en general, cambiaron la trompeter¨ªa de Los Chichos por la contundencia del grupo de rock, seguramente tras la pista del llamado Sonido Ca?o Roto.
El secreto era un repertorio construido por acumulaci¨®n de tragedias y desamores, c¨¢rceles y traiciones, pu?aladas y putas. Todo, atenci¨®n, cantado con voces ¨¢speras y ritmos festivos. Luc¨ªan modernos: mientras Los Chichos lamentaban la perdida de virginidad de ¡°una mocita¡±, Los Chunguitos se planteaban conflictos entre ideolog¨ªa y sentimientos (¡°Me quedo contigo¡±). Y fascinaron a la movida madrile?a.
Durante unos a?os, Los Chunguitos hasta fueron aceptados en los ambientes modernos
Los Chunguitos actuaron dos d¨ªas en Rock-Ola, en 1982. Fueron parte del cartel de una fiesta organizada por la revista La Luna en el Hotel Palace, a finales de 1984. Al a?o siguiente, aparecieron en La edad de oro. M¨¢s adelante, hubo maxis pensados para las discotecas, incluyendo uno con participaci¨®n del rapero neoyorquino Afrika Bambaataa. Y el entonces obligado directo en el Teatro Alcal¨¢, con Alaska entre los invitados.
El flechazo con la modernidad fue fugaz. Algo no cuajaba: fuera de sus conciertos de relumbr¨®n, sus actuaciones tend¨ªan a sonar cutres. Era el problema de los artistas gitanos, incluyendo a muchos flamencos: no conceb¨ªan la totalidad del sonido, el concepto de disco. Depend¨ªan de arregladores y productores; cuando hab¨ªa colaboradores en la onda, tipo Eddy Guer¨ªn o Julio Palacios, s¨ª funcionaba pero aquello no ten¨ªa el p¨¢lpito de lo org¨¢nico.
Luego, en los escenarios, sol¨ªa fallar la amplificaci¨®n y el soporte instrumental, incapaz de acercarse a sus producciones. En distancias cortas, resultaban m¨¢s convincentes con las palmas y la guitarra de Juan. Pero no hablemos de m¨²sica: Gran Hermano VIP es una picadora de carne, especializada en carne barata o pasada de fecha.
Simult¨¢neamente, llegaba la noticia de que sus eternos competidores, Los Chichos, ya en gira de despedida, animar¨¢n la pr¨®xima edici¨®n de Vi?a Rock, uno de los festivales m¨¢s multitudinarios de Espa?a, a celebrar en Villarrobledo. Buena idea: hay casi doscientos kil¨®metros entre esa localidad de Albacete y la casa de los horrores de Telecinco.
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