Aquel espantoso verano
Los premios ya no son ninguna garant¨ªa, pero este a?o el Nadal ha descubierto a Jos¨¦ C. Vales. Su 'Cabaret Biarritz' mezcla magistralmente investigaci¨®n criminal y parodia social
En contraportada se califica Cabaret Biarritz, galardonada este a?o con el Premio Nadal, de novela "divertid¨ªsima, polif¨®nica y extravagante". Nada que oponer a esa tasaci¨®n editorial. La novela es eso, y mucho m¨¢s. Y nos permite descubrir a un autor, Jos¨¦ C. Vales (Zamora, 1965), dotado de notables recursos para elaborar tramas intrincadas; recrear ambientes suntuosos, infamantes y rid¨ªculos; registrar voces y temperamentos de distinto rango social y moralidad equ¨ªvoca, y con un radical sentido de la parodia. Tan radical que no solo abarca el g¨¦nero de investigaci¨®n criminal al que la novela pertenece, sino la propia novela, construida como una improbable edici¨®n cr¨ªtica de unas a¨²n m¨¢s improbables entrevistas, transcritas por un oscuro escritor, Georges Miet, redactor servil de ¡°las historias m¨¢s deplorables que se le pasaban por la cabeza a su patr¨®n¡±, un editor de truculentos relatos populares que rechazaba los libros que "apestaban a literatura".
Miet, que para m¨¢s aversi¨®n es "artr¨ªtico, cojo y casi ciego", tiene su momento de emancipaci¨®n literaria al recibir el encargo de escribir una "novela seria sobre los terribles y dram¨¢ticos sucesos acaecidos en Biarritz durante el verano de 1925". Se entrega a esa tarea, "13 a?os despu¨¦s de los hechos en cuesti¨®n", trabajando en condiciones muy pat¨¦ticas. Consumir¨¢ su vida reuniendo el material de lo que pretend¨ªa que fuera "la gran novela de Biarritz", de la que solo quedar¨¢n, confundidos con otros legajos, "en la oscuridad m¨¢s deplorable", los manuscritos de las entrevistas realizadas a una treintena de personajes, testigos o implicados en los hechos, que compasivamente se prestaron a hablar con el malogrado Georges Miet.
Todo esto se expone, en el primer cap¨ªtulo, con un esp¨ªritu de chifladura erudita que deja ver que la novela propiamente dicha, equipada con la sucesi¨®n de las entrevistas, tendr¨¢ el predominio del disparate. Pero es as¨ª, y a la vez no lo es. Aqu¨ª todo es serio, aunque con risas de fondo. El suceso truculento que pone en marcha la investigaci¨®n ¡ªla aparici¨®n, tras una galerna, del cad¨¢ver de una muchacha colgando de una argolla del puerto¡ª se activa como n¨²cleo de la narraci¨®n y a la vez es el dispositivo que permite desplegar una fruct¨ªfera galer¨ªa de personajes que, con sus complacientes soliloquios, autorretratan su perfil m¨¢s liviano, m¨¢s pomposo o m¨¢s fingido, en una suerte de farsa moral en la que nadie se libra de parecer risible.
Vales arma un magn¨ªfico
La variedad humana que exhibe Jos¨¦ C. Vales en Cabaret Biarritz es un complejo muestrario de sortilegio verbal, cruzado de falsos ademanes y poses atrabiliarias, donde priman los chismorreos y las indecencias no declaradas, los reclamos de vanidad y de autoenga?o, a manera de artificiosas deposiciones que, m¨¢s que contribuir al esclarecimiento de los hechos, vuelcan una saturaci¨®n de postales de ¨¦poca que permiten al autor cartografiar, tambi¨¦n con las dudosas exclamaciones de los personajes m¨¢s emperifollados, la vida estival de Biarritz de los a?os veinte, magn¨ªficamente caricaturizada, y con no poco sarcasmo, con el entramado de sospecha criminal que se va abriendo paso entre el lujo, la candidez, el atolondramiento y las disipaciones sexuales. Aqu¨ª desfilan desde un periodista de prosa calamitosa, en alianza con un reportero gr¨¢fico que rentabiliza sus c¨¢maras con la pornograf¨ªa, hasta un piloto de globo aerost¨¢tico o un lanzador de cuchillos, pasando por chicas del servicio dom¨¦stico, gendarmes, bailarinas de prost¨ªbulo, un desmandado entrepreneur culturel y, a falta de otra denominaci¨®n, una femme distingu¨¦e. Hay que decir que la novela se presenta como una traducci¨®n del franc¨¦s.
Con esta cohorte de figurantes, Jos¨¦ C. Vales arma un magn¨ªfico artefacto literario que es un alarde de sagacidad; y si a veces la prosopopeya de los declarantes se pierde en digresiones, es en esas periferias narrativas, m¨¢s que en la sinuosa investigaci¨®n, donde mejor resalta el talento del autor para la ambientaci¨®n de aquella Biarritz fastuosa y desenfrenada.
Este a?o el Nadal descubre a un autor que solo hab¨ªa publicado otra novela, El pensionado de Neuwelke (Planeta, 2013). Ya no se puede alzar mucho la voz para decir que un premio es una consagraci¨®n, pero s¨ª que su proyecci¨®n social asegura un lugar en el tumulto literario. Esperamos que no con la polvorienta fortuna que sac¨® al esforzado Georges Miet del anonimato.
Cabaret Biarritz. Jos¨¦ C. Vales. Destino. Barcelona, 2015. 456 p¨¢ginas. 20 euros (digital: 9,99).
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