Caliente, caliente

Lo mismo que hay alimentos que se consumen para reducir el colesterol, hay m¨²sica ¡°funcional¡± que se utiliza con diversos fines: para bailar, para romper el inc¨®modo silencio de un ascensor o una sala de espera, para relajar ¡ªv¨¦ase la entrega n¨²mero 17 de esta colecci¨®n¡ª o, tambi¨¦n, para poner a tono al personal. A ver, no es que los compositores escriban estas canciones premeditadamente para calentar (en sentido sexual) a quien las escucha, pero s¨ª que hay temas que, por su sinuosa cadencia o el mensaje expl¨ªcito de su letra, parecen apropiados para ambientar los proleg¨®menos de una escaramuza amatoria.

Y a la inversa: el sexo inspira a los creadores. Una buena muestra est¨¢ recogida en Amor se escribe con X, la nueva entrega de EL PA?S de M¨²sica que sale a la venta ma?ana, conjuntamente con este diario, por 5,95 euros. Una parte (pudenda) del pop espa?ol que no pod¨ªa pasarse por alto. En efecto, el sexo ha dado para muchas y muy conocidas canciones. Sexo en todas sus vertientes. Veamos: Raimundo Amador le cant¨® al cunnilingus y se qued¨® tan ancho. Semen Up pasaron a la historia por una oda a la felaci¨®n con tintes de dominaci¨®n. Por todos es sabido que una de las mejores baladas de Mecano se refer¨ªa al sexo l¨¦sbico. Luis Eduardo Aute, reincidente en estas lides, construy¨® una hermosa canci¨®n acerca de la masturbaci¨®n femenina. Y, claro est¨¢, al acto en s¨ª le han llovido homenajes: el ajetreo de los cuerpos retozando en la cama (o en el balc¨®n, como prefer¨ªan Los Rodr¨ªguez) es la tem¨¢tica central de canciones de Pereza, Los Piratas, La Uni¨®n o Mar¨ªa Jim¨¦nez, de quien se dijo que canta con su ¨®rgano genital. Sirva la disparidad estil¨ªstica para mostrar el amplio reflejo del sexo en nuestra m¨²sica popular.

Algunos lo han tocado de forma sutil. Por ejemplo, Mal¨² simplemente ped¨ªa que fueran a pervertirla, sin entrar en m¨¢s detalles. Miguel Bos¨¦ recurr¨ªa a una hermosa met¨¢fora: ¡°Y mientras ella plancha el coraz¨®n, yo le doy bamb¨²¡±. Radio Futura deslizaron sugerentes im¨¢genes de chicas desnudas tomando el sol en piscinas privadas. Y el grupo Guaran¨¢ nos sit¨²a en la misteriosa casa de In¨¦s, donde prendas ¨ªntimas colgando de las aspas del ventilador dan una pista de lo que all¨ª sucede¡­ Podr¨ªamos incurrir en el error de pensar que estas canciones son divertimentos ligeros, desestimando su verdadera val¨ªa. Y de acuerdo que muchas de ellas tienen su gracia, pero det¨¦ngase a apreciar Una canci¨®n para la Magdalena, escrita entre Joaqu¨ªn Sabina y Pablo Milan¨¦s, dedicada a las prostitutas. Pura poes¨ªa.

M¨²sica er¨®tico-festiva, clasificada S o X, de dos rombos, que huele a piel sudada y s¨¢banas revueltas, y que ¡ªavisamos¡ª, escuchadas del tir¨®n pueden tener un efecto altamente estimulante.